Trece impresionantes cascadas de Cantabria a tiro de piedra de Bizkaia en coche

Arrancamos la selección con un clásico, la ruta de las cascadas de Lamiña. Para llegar hay dos posibilidades: o bien empezar en el pueblo que le da nombre, Lamiña, o bien en Barcenillas. La ruta son 8 kilómetros, de nivel fácil.

Muy cerca del límite entre Cantabria y Burgos encontramos otra imprescindible y posiblemente la cascada más conocida de la región: el nacimiento del río Asón, también conocida como la cascada de Cailagua, y su impresionante salto de agua de 70 metros.

El entorno cuenta con varios puntos desde los que contemplarla, pero destaca el clásico mirador del nacimiento del río Asón. Si tiene suerte, puede aparcar e inmortalizar la estampa justo enfrente del potente chorro de agua. Lo ideal es acudir después de unos días de lluvia o en época de deshielo.

Para los más animados, hay una pequeña ruta apta para todos los públicos desde el nacimiento del río, con 7 kilómetros entre ida y vuelta y apenas desnivel (200 metros).

A sólo diez minutos en coche y también en el valle de Soba, nuestra siguiente parada: las impresionantes cascadas del Gándara. Aparcamos el coche en el Parque del Mirador del Río Gándara y a 100 metros encontraremos el mirador suspendido justo encima del salto de agua.

Si decide hacer un 2x1 y visitar estas dos últimas paradas, aquí le dejamos una ruta por la zona en coche. Aparcamiento a 100 metros del mirador.

Por la carretera que atraviesa el municipio de Valderredible, y en dirección a Villaescusa de Ebro, se abre la cascada del Tobazo, un paredón rocoso a unos 800 metros de altitud y a 100 metros sobre el nivel del río, en el que el espectáculo de la naturaleza está garantizado. Lo ideal es ir hasta el pueblo de Villaescusa de Ebro y seguir una senda por la orilla del río, que pronto asciende al lado de la cascada hasta llegar a la parte más alta. En época de lluvias es toda una exhibición para los sentidos.

El río Cirezos, en plena Sierra de Híjar, permite disfrutar de un paisaje que encadena varios saltos de agua de distintas alturas. La ruta comienza en Calgosa, cerca de la estación de Alto Campoo, y termina bajo una de las cascadas.

El acantilado de El Bolao cuenta con otra cascada imprescindible en esta ruta. Se puede dejar el coche en Cóbreces y seguir la pista que sale desde allí en dirección a la cascada o continuar en el vehículo gran parte de la pista hasta llegar a un pequeño aparcamiento para tener que andar sólo unos metros hasta las espectaculares vistas. También en esta zona se encuentra uno de los bancos para disfrutar de Cantabria, los restos de un antiguo molino y, por supuesto, las vistas al Cantábrico.

Una paseo sencillo, llano (70 metros de desnivel) y de tan sólo 2,5 kilómetros (sólo ida) conduce en pleno corazón de los Valles Pasiegos hasta el Churrón de Borleña, una cascada natural de 20 metros de altura situada en el municipio de Corvera de Toranzo en un entorno de cuento.

Y de un churrón pasamos a otro, también en la comarca del Pas. En Vega de Pas, en concreto en Pandillo, comienza la ruta para llegar a otra cascada impresionante, el nacimiento del Pas o Churrón de Agualto, a los pies del Castro Valnera. Un recorrido de tres kilómetros desde el pueblo por los Valles Pasiegos nos llevará hasta este salto de agua de 50 metros.

La ruta comienza muy cerca de Pandillo, donde dejar el coche en un aparcamiento en la CA-630.

La cascada del Vejo es un salto de agua del río Deva situado junto al puente por el que discurre la carretera que discurre entre Cosgaya (Areños) y Espinama. Esta senda cuenta con un aparcamiento para dejar el coche (ver mapa a continuación) y comenzar una ruta muy sencilla por el margen del río hasta llegar a un área de descanso y contemplar la cascada dentro del bosque de ribera.

El arroyo Gulatrapa (Hermandad de Campoo de Suso) es uno de los afluentes más importantes del río Híjar. Una senda de agua que se transforma en una bonita cascada. Merece la pena acercarse a contemplar la cascada, pero esta opción es solo para los más atrevidos. Para llegar hasta ella hay que recorrer casi 20 kilómetros, un trayecto de más de cinco horas y con un desnivel de 811 metros.

En el entorno de Viaña, en el valle de Cabuérniga, se enconde un paraíso repleto de cascadas que culmina con el impresionante pozo del infierno. Una ruta que arranca en el pueblo de Viaña a través de robles, avellanos, acebos, bosque de ribera y en el que encontraremos hasta una veintena de pequeños saltos de agua. Un sencillo recorrido de 9 kilómetros y 300 metros de desnivel.

Las cascadas de Retumbia descargan con fuerza en un pequeño cañón entre montañas que parte del pueblo de Valmeo, en el municipio de Vega de Liébana.

Estos saltos de agua deben nu nombre al arroyo que las genera, el cual salva el desnivel entre su desembocadura en el río Quiviesa y su nacimiento en Sierra Bora. El recorrido suma alrededor de 10 kilómetros con una diferencia de altitud entre el punto de salida y el de llegada de algo más de 500 metros.

Para terminar, una ruta algo más larga (20 kilómetros ida y vuelta) y de dificultad media, pero que merece la pena para disfrutar del pozo de la Arbencia, formado por la unión del río Fuentes con el Hormigas, y su imponente cascada. Nada más llegar, dejamos el coche en el aparcamiento, a la entrada de Bárcena Mayor, y atravesamos el pueblo para seguir el sendero PR-S113 en pleno Parque Natural del Saja-Besaya con un camino junto al río Argoza, afluente del río Saja, y en el que disfrutar entre hayas y robles.