Paseo por Solokoetxe, un barrio discreto y con vistas
Hermosas viviendas baratas y edificios singulares sobresalen en la arquitectura de este rincón vecino a Santutxu, al que ahora se accede fácilmente gracias a las escaleras mecánicas
Hay barrios que crecen engullidos por su hermano mayor y eso le pasa a Solokoetxe. No muchos vecinos conocen este curioso rinconcito bilbaíno. Santutxu domina ... con su gigantismo la zona, oculta sin pretenderlo remansos de tranquilidad como este. Las cuestas para acceder tampoco ayudan, aunque ahora pueden salvarse gracias a rampas y escaleras mecánicas instaladas en la calle de mismo nombre, según subes desde la iglesia de San Antón, y al microbús A2, con salida en la Plaza Circular. O al ascensor creado por Emiliano Amann sobre un diseño de Luis de Arana, que desde 1935 salva el desnivel de 37 metros con Iturribide.
Merece este paseo mañanero un pintxo en alguno de los bares de este barrio enriquecido con casas centenarias y una amplia historia. Entre sus hitos destaca ser el primero de la capital donde instalaron Casas Baratas, ideadas por Ricardo Bastida para empleados con sueldo limitado. Corría 1918 cuando el alcalde Mario Arana, que gobernaba un Bilbao de 93.000 vecinos con escasez de viviendas y aluvión de inmigrantes, promovió edificios de habitaciones a bajo precio –hacia 1927 sus alquileres oscilaba entre 15 y 55 pesetas–. Un año después se inaugurarían las de Torre Urizar. Y entre 1932 y 1933, también en Solokoetxe, las de Amann, un bloque exento en forma de 'u' inspirado en el racionalismo germano. Más tarde, él y Bastida edificarían una nueva tanda allí.
Obsérvalas junto a los jardines y en la plaza Zumarraga. Antes, en 1887, el contratista durangués Pedro de Astarbe levantó viviendas en un entorno que hasta entonces acogía caseríos. El de 'Solocoeche' (casa de la huerta), pertenecía al diputado Gustavo Cobreros. Llegado arriba sorprenden las vistas sobre los tejados de la ciudad y las montañas que la circundan. Llaman la atención el edificio del ambulatorio, antigua Maternidad donde las madres solteras dejaban a sus hijos cuando no podían mantenerlos, o el Centro de Salud Mental Ajuriaguerra, junto al parque.
A un costado, en la calle Sorkunde, luce magnífica la Casa Galera, sede de Bilbao Musika. El arquitecto Enrique Epalza la diseñó a comienzos del siglo pasado y ha servido como asilo para dementes, cárcel, cuartel de la Policía Armada y conservatorio de música. Es común escuchar melodías que parten de sus muros; ruidos menos armónicos producían los bombardeos de los que los vecinos se protegían durante la Guerra Civil en los túneles horadados bajo el inmueble.
Más allá, el solar donde ahora se alzan los bloques del grupo Reverendo Vicente Garamendi, acogió la prisión de Larrinaga. Al regresar, desciende por las escaleras existentes detrás del instituto, que desembocan en la calle Ronda. Quienes sumen alrededor de 50 años las conocerán bien. Durante años acogieron el 'Txokolanda', donde la fauna underground de la villa bailaba hasta las tantas. Varios murales regalan su arte antes de perderse entre el bullicio de las Siete Calles.
Hospital de Enfermedades Venéreas
Para tratar estos males se fundó el edificio que ahora alberga el IES Karmelo Ikastola Solokoetxe , aunque también acogió consultas externas e ingresos de enfermos infecciosos. Fue diseñado por Edesio de Garamendi en 1890 para atajar la saturación del viejo hospital. El cambio de Bilbao era notable y su crecimiento poblacional, difícil de soportar. Médicos y adeptos a corrientes arquitectónicas higienistas, que promovían optimizar la calidad de vida de los ciudadanos, reclamaron el nuevo centro de salud de efímera vida, pues en 1919 fue reformado por Ricardo Bastida como Escuela Normal de Maestras.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión