La atracción del hierro: paseo y visita a una mina en Galdames
Un recorrido guiado acerca a la historia de esta zona que cambió su aspecto con la llegada de la minería
Buscamos los 'Filones de Hierro de los Montes de Galdames' de la mano de una ruta guiada. Desde el aparcamiento de Peñas Negras. A través del Biotopo protegido Meatzaldea, en su mayor parte «por el hábitat de animales como el alimoche, el murciélago de herradura o el opilión burnia spelaea, endémico de esas montañas», explica Eder Sagredo, cicerone de la visita.
Aunamos naturaleza, deporte y memoria histórica para descifrar la transformación paisajística y social de esta zona minera. «Interpretaremos los restos que quedan. Visitaremos antiguos barrios mineros abandonados como La Elvira o El Sauco donde, a principios del siglo XX, vivían centenares de personas. Gracias a los restos de esas edificaciones conoceremos los servicios con los que contaban las poblaciones y la manera en que vivían sus habitantes», asegura.
Natural y cultural
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Cuándo Todo el año
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Información https://www.lugorri.eus/
Que la vida entonces no era sencilla lo intuímos, pero aquí se trata de tocar con los dedos la certeza, de mirar con los ojos las cenizas del pasado. Por eso Sagredo hablará sobre las condiciones de esos asentamientos y de sus obreros, charlará sobre el trabajo de las familias mineras y cómo la lucha obrera logró, poco a poco, instaurar derechos fundamentales. «Asimismo, entenderemos la manera en que se formó el mineral de hierro y por qué fue tan atractivo para el capital inglés», añade.
¡Importante, esto gustará! Vas a sumergirte en una mina subterránea con el objetivo de experimentar la sensación producida por ese trabajo bajo tierra. Será el momento de conocer cómo explotaban esas cavidades. Ambientadas igual que en la época, es decir, con la luz de una lámpara de carburo, para ver lo que ellos veían, contemplar las galerías con sus pupilas, aunque en realidad sean las nuestras quienes miran.
Profesiones complicadas
«Al público le atrae conocer los trabajos que se realizaban: encartuchadora, barrenador, chirtera... labores duras que hacían tanto hombres como mujeres. Y ver los restos de antiguos transportes mineros, planos inclinados, vías de arrastre, cargaderos o casas de máquinas de los tranvías aéreos que ayudarán a entender cómo se movía el mineral hacia cotas bajas para cargarlo en ferrocarriles en dirección a la ría del Nervión, donde finalmente era embarcado», explica Eder.
Ella misma defiende que se trata de una visita «muy completa y de una gran belleza paisajística en la que tanto niños como adultos disfrutan mucho». Además, recuerda que el pueblo de La Arboleda y la mina Concha II quedan muy cerca, por si alguien quiere completar las cuatro horas aproximadas que dura la cita con esos extras.
Ten en cuenta que recorrerás unos 9 kilómetros con desnivel máximo de 300 metros. El precio, muy razonable: 15 euros por persona, los niños menores de 12 años solo pagan 10. Las reservas se programan a demanda, de lunes a domingo, a partir de tres personas. «La ruta es apta para gente acostumbrada a andar por el monte mayor de 8 años», especifica.
