La Cantabria infinita donde siempre hay algo que hacer
Puedes ir a tu aire o apuntarte a una visita guiada. La provincia vecina ofrece diversos planes para una jornada alternativa entre campas, costa o montañas
Es una buena vecina, de esas que comparten vivencias, cercana y de aspecto resultón, por eso muchos vascos acuden a su encuentro cada verano. Entre ... los que tienen casa allí y los que deciden hacer excursiones, Cantabria se llena de quienes vivimos al otro lado de la frontera. A muchos nos cuesta menos llegar hasta ella que a las provincias hermanas. Pasa como en muchas familias, ves más a los de la puerta de al lado que a los tuyos. Infinita, como le gusta recordar a sus oficinas de turismo, ofrece citas con fecha y también libres. Dejamos aquí más de las primeras, menos de las segundas, para elegir la manera de llegar hasta ella.
Santander
Torre de Faro Mayor
La capital supone siempre un gran recurso para aplicarse en actividades diversas, ofrece alternativas. Ésta en concreto, lleva hasta ese punto de luz que preside la entrada a la Bahía de Santander. Él nos guía, además de un cicerone, hasta este privilegiado balcón asomado al mar enclavado en el extremo noreste de la ciudad. Partimos a deleitarnos con el azul y el verde, por playas y acantilados que pueden alcanzar 50 metros de alto sobre el nivel del agua.
A lo largo de su vida ha sido utilizado para diversas funciones, la zona en la que se ubica ha servido no solo como lo obvio, señal lumínica, sino también como enclave defensivo, camping, parque de entretenimiento, campo de golf e incluso hipódromo. La torre reina sobre una parcela destinada a zona verde y de esparcimiento. Es cilíndrica, de sillería, y se levanta sobre 30 metros encima de un tambor octogonal donde antes vivían los fareros y que ahora funciona como espacio expositivo.
Edificios menores se adosan a uno de sus laterales, acogieron viviendas para los técnicos en señales marítimas y servicios auxiliares, ahora también sala de muestras. La cosa es que el nuevo faro prendió por primera vez el 15 de agosto de 1839, y que todo esto lo contarán durante las visitas guiadas de 45 minutos, que permiten acceder a la terraza circular para maravillarse con las vistas.
lnformación: Agosto: Martes a domingo a las 11:00, 12:00 y 13:00 h. Miércoles a sábado a las 18:00, 19.00 y 20:00 h. 5 euros. Aforo: 6 personas más guía. Reservas: farocabomayor.com
Potes
Rutas y paseos por Potes y Picos de Europa
Puedes pasear en plena naturaleza por el Parque Nacional Picos de Europa, apuntarte a dos propuestas y pasar un fin de semana de escándalo en esta zona adorable. Un paseo ornitológico por la villa de Potes habla sobre las migraciones de aves, la observación de mariposas y la flora del parque.
Con montañas que superan los 2.600 metros, los Picos de Europa ofrecen cobijo a gran variedad de fauna y flora entre picos, desfiladeros, valles exuberantes y bosques. La cita, que arranca desde Potes, promete ser «una gran oportunidad para conocer la biodiversidad del Parque Nacional, visitar sus rincones más espectaculares y vivir la naturaleza en estado puro» según explican sus promotores.
La segunda cita opcional tiene lugar por la noche, es un paseo nocturno para subir a la Ermita de Valmayor en busca de huellas y rastros. Mientras escuchas los sonidos de la noche y aprendes a distinguir qué hacen cada animal a esas horas.
lnformación:· Agosto, lunes a domingo. Incluye préstamo de prismáticos, telescopio, guías, materiales de identificación, guía de naturaleza especializado, seguros. www.sendadelnorte.com. info@sendadelnorte.com. 692938453/ 637690551
Santander
Entre muros humanos y naturales
Encaramos clase práctica y divertida de geología, biología, patrimonio natural y cultural Dentro del Geoparque Costa Quebrada. El paseo guiado se ocupa de caminos antiguos y llega hasta encontrarse con el Cantábrico. «Transcurre a lo largo de una de las mejores zonas de campiña que aún se conservan, junto a los acantilados más abruptos de Santander donde se reproducen algunas de las aves más escasas del municipio, el cormorán moñudo y la chova piquirroja», advierte el cicerone. Sobre los acantilados, allí espera un amplio ecosistema, exigente, por otro lado. Prados de siega y landas de acantilado donde encontrar especies de gramíneas asociadas y escuchar a lavanderas boyeras, bisbitas, colirrojos, tarabillas... que también suelen dejarse ver.
El recorrido por la costa regala imágenes de postal, un litoral de calizas y dolomías surgidas entre los 65 y 40 millones de años. No preguntes, te respondemos antes de que lo hagas, hay restos fósiles, claro. También sistemas de fracturas que explican las formas costeras. «Un sustrato sobre el que se asienta el Panteón del Inglés, cuya construcción está relacionada con una bonita historia de amistad que descubre cómo era la comunicación con los barcos que entraban a Santander», adelantan sin desvelar el secreto que será resuelto durante la excursión en la que pisas rocas redondeadas y otras extrañas modeladas por agua y viento.
«Nos encontramos en un paisaje compartimentado por muros de piedra seca, morios de pasado agrícola que durante siglos fueron construyéndose siguiendo una técnica tradicional declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO. Muros usan rocas locales, crean geología en las paredes», añaden. Además, habrá tiempo para probar queso elaborado en este entorno.
lnformación: Reserva al menos 24 h. antes A partir 7 años. Incluyen seguro. Máximo 15 plazas. https://nansanatural.es/event/ruta-paisaje-muros-de-pared-seca/
Cabezón de la Sal
Museo textil y de trajes regionales
Aseguran que es el único museo de España, y probablemente del mundo, en el que se explica el proceso industrial de fabricación de las prendas a través del «Proceso vertical», es decir, con todas sus fases: hilatura, tejeduría, tintorería, acabado, corte y confección. Para que lo entiendan, desde la llegada de la materia prima hasta la salida de la prenda ya confeccionada. Por eso el visitante verá maquinaria y objetos. «La visita comienza con la introducción sobre materias primas y su procedencia, vegetales, animales y artificiales, y sigue con explicación de los diferentes pasos hasta convertirse en la prenda que vestimos», especifican. Incluso sobre depuración de aguas residuales hablan.
Textil Santanderina cedió la mayoría de lo expuesto. La empresa, creada por Ricardo Pons tenía sede en Cabezón de la Sal, era la única europea que realizaba el proceso vertical, y sobrevivió gracias a la innovación en sus procesos y productos como el Tencel y tejidos técnicos. Del corte y confección se encarga una filial.
lnformación· Miércoles a domingo de 10:00 a 14:00 y de 16:00 a 19:00 h. Reservas. 942700332
Ramales
Camino de las cuevas de Ramales
En esta ocasión vas por libre. A través de una ruta sencilla de solo 4 kilómetros, hora y cuarto aproximada con desnivel de 220 metros de subida y de bajada, ya ves que muy accesible. Desde Ramales, por el antiguo Camino Real de Laredo a Burgos. Pisando la tierra que Carlos V pisó en su viaje de retiro hacia Yuste, solo que unos siglos más tarde.
En la localidad, debes elegir la primera calle a la izquierda, pasa por el cuartel de la Guardia Civil en el Paseo Barón de Adzaneta. Allí arranca la vieja ruta en la que la ahora Cantabria y Burgos se daban la mano. Cruzarás entre encinas un bosque para llegar, después de subir poquito a escaleras que siguen hacia una puerta metálica que prohíbe pasar a la Cueva de la Haza. Protege así sus pinturas de caballos, cérvidos o cápridos.
Continúa por el paseo real, acabarás topándote con otro pedregoso a la izquierda hacia las cuevas del Mirón y Covalanas. Ya ves que la zona está plagada de cavidades. Desde su boca se aprecian el valle y el Pico San Vicente. Si apetece, puedes visitar el complejo paleolítico, las pinturas de ciervos, de un caballo y un uro.
Avanzados unos pasos desde esa última cueva, desde el mismo camino se contempla la Pared del Eco, donde es frecuente la presencia de escaladores. Allí hay otra cavidad, Cuevamur, sin arte paleolítico que se sepa. Solo quedará volver.
Lomeña
Camino de Piasca, Santo Toribio
En este caso, el paseo es también libre, a tu ritmo y sin agobios. Se trata de un recorrido por el valle de Valdeprado, la zona de Liébana más pegadita a Castilla. Atraviesa el pueblo de Piasca, con su monasterio románico, y acaba en Santo Toribio de Liébana. Aquí van los datos prácticos: 20 kilómetros, calcula 4 horas y media, sin dificultad, con nivel ascendente acumulado de 300 metros y descendente de 450.
La ruta parte desde el pueblo de Lomeña, va por la carretera hasta su zona más alta, y llega a un cruce. Ahí es donde gira a la derecha, hasta la parte baja de Yebas. Hay que cruzar esa aldea y por una cambera, dominada por la naturaleza, seguir hasta la ermita de San Roque y a la localidad de Los Cos.
Te encontrarás en la carretera de acceso al pueblo, y habrá que pasar el desvío de Ubriezo para elegir el camino que llega hasta Piasca. Allí puedes detenerte a admirar la iglesia de Santa María, destacan la puerta y la decoración de los capiteles, las arquivoltas, una con leones, cabezas animales y humanas, músicos tocando instrumentos... Sobre la portada aguarda una triple hornacina formada por un arco central apuntado y dos lobulados con esculturas de San Pedro, San Pablo y la Virgen con el Niño, esta última proveniente del siglo XVI.
Tras verla, habrá que continuar por la carretera; subiendo de frente en el cruce del cementerio, se deja el camino de asfalto a la derecha para tomar el que va hasta Aceñaba, en la primera curva. Ya en ese pueblo, hay que llegar hasta las casas situadas en la zona más alta desde donde cruzar una cambera después de pasar una portilla. Acabará el viajero ascendiendo por la derecha hasta encontrar un cortafuegos que luego baja por la ladera del monte. Es necesario recorrer parte, y elegir una desviación a la izquierda, para seguir un camino que desciende hacia el valle y en el que ya se puede divisar de frente el pueblo de Frama con el macizo oriental de los Picos de Europa.
Al acceder a Cabariezo por la misma senda, se obedece un camino carretero hacia Frama, bordeando el río Buyón. Cruza el pueblo, continúa por idéntica vía hasta Ojedo, luego a Potes. No te pares aún, aunque te encante este destino, otro aguarda tras la capital de la comarca lebaniega, a solo 3 kilómetros, el Monasterio de Santo Toribio. Solo deberás obedecer las indicaciones que marcan su ubicación. Las dos puertas de acceso están en la fachada sur, abocinadas, con arcos apuntados. La principal luce tres arquivoltas con decoración simple y columnas con capiteles toscos.
La conocidísima Puerta del Perdón fue construida en el siglo XV o principios del XVI, parte de su decoración, como la moldura exterior, es propia de finales del gótico. En el exterior habrá que fijarse en las ventanas del mismo estilo arquitectónico, se abren en los muros de la nave y en los ábsides. Hay dos por ábside, con estrechos arcos trilobulados, rematados por un rosetón.
Ya dentro del edificio, las bóvedas son de crucería, con arcos apuntados, sustentados en pilares de planta cruciforme y con columnas adosadas. Si hablamos de escultura monumental, brilla la de los capiteles del ábside central, fíjate en ellos. Allí se pueden ver representadas diversas escenas pertenecientes a la vida de Santo Toribio.
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