El altar milenario de Larrahe
Osacar (Navarra). ·
Arriaundi es una perfecta atalaya para controlar el paso de senderistas, como lo fue de romanos y musulmanesUn enorme buitre sobrevuela la campa de Arriaundi (942 m.) en busca de sustento. Los antiguos vascones que poblaban las tierras cercanas a Pamplona podrían interpretar su vuelo o predecir los acontecimientos que estaban a punto de suceder. Los romanos conocedores de las capacidades premonitorias de aquellos antiguos vascones que poblaban la cima, los llevaban consigo a la mismísima Roma, según cuentan. Precisamente una de las romanas que habitó junto a la cima navarra, Valeria Vitella, mandó realizar un altar en honor de Larrahe, la deidad vascona relacionada con el campo o el territorio de labranza.
El descubrimiento de este altar se produjo recientemente, en 2022, en una de las excavaciones arqueológicas llevada a cabo por la sociedad de ciencias Aranzadi.
Al monte
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Distancia 10,8 km
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Desnivel positivo 545 metros
Convertido ahora en un punto de peregrinación de excursionistas y amantes de la historia, Arriaundi y la ermita de Doneztebe ofrecen preciosos recorridos por los concejos de Iza y de Osacar. Un antiguo poblado vascón habitó la cima de Arriaundi hace al menos 2.000 años, así lo atestiguan los restos murarios alrededor del monasterio que se han descubierto.
El recorrido desde Osacar acerca previamente a las cimas de Arangaitz, pasando por la ermita de San Bartolomé de Gostorieta para dirigirnos hacia el monte Maribizkar (871 m.) y encontrarnos junto al camino el dolmen de Angaitza. Una vez en Arangaitz, siguiendo el sendero abierto por el paso de numerosos senderistas nos dirigimos hacia el monte Mendurrotz (915 m.).
Antes, debemos descender una zona con bastante pendiente. Otra opción es seguir la alambrada que nos dirigirá hasta una pista forestal. Dejamos atrás la puerta de madera, para adentrarnos en el bosque hasta alcanzar otra línea de alambre junto a Martireneko Bordako erreka. Un hito de piedra nos indica la zona donde comienza el ascenso hasta Mendurrotz. Antes en el camino nos encontraremos dos antiguos mojones. Es interesante contar con un track si no se conoce la zona, ya que no hay marcas de pintura ni señalización. Solo unos pequeños hitos con piedras dejadas por los senderistas nos guían entre árboles.
Desde Mendurrotz tomamos un pequeño sendero descendente que nos conduce a un cruce en una pista forestal. Optaremos por seguir de frente para alcanzar Landako por una pista forestal. Desde allí, llegamos a una borda que dejamos atrás para dirigirnos hacia Arriaundi. Un sendero de tierra en la loma de Urrutxaga nos acerca hasta el camino de ascenso hasta nuestro objetivo. Una vez en su cima, solo queda disfrutar de las vistas. Espectaculares. Continuamos por la izquierda para regresar a Osacar, pasando por Osinaga. Un gran placer.