Crónica anunciada de un presidente vapuleado
Aquí insultan a Sánchez mientras en Europa le valoran. La historia le juzgará
En Occidente recordamos con estima la figura de Mijail Gorbachov (1931-2022), que cambió el curso de la historia. Eso desde fuera. Desde dentro, Putin ... no acudió a su funeral y, pasados 40 años de aquella apertura, el 61% de los rusos lo ve como negativo. Es más difícil pensar como ciudadano que ser mandado.
En nuestro país, desde el primer día de ser electo Pedro Sánchez, ya estaba condenado al estafermo de todo tipo de improperios. Desde el primer día fue tildado de ilegal e ilegítimo, más otros muchos bulos. Desde el primer día se escarnecieron con supuestos contra su familia. Desde el primer momento es un enemigo a batir, y como sea, siguiendo al adalid Aznar (¡qué rostro ácido!), Esperanza Aguirre y MAR.
Sánchez fue el único que dijo que Israel tenía derecho a defenderse, pero no a responder con una masacre. Todos callaron. El único que no acudió a hacer pleitesía vergonzante ante Netanyahu. Lo volvió a repetir en la frontera de Egipto diciendo que eso era un genocidio, y que la única solución era la confirmación de los dos Estados. Todos callaban, aquí le ridiculizaban. Fue el único. Pasados dos años, aquellos que fueron a saludar a Netanyahu servilmente dicen lo mismo que Sánchez. El único que, con educación, plantó cara a Trump diciendo no a un 5% (podía ser un 10%, y todos a callar), que las cosas había que consensuarlas. Postura bizarra, digna de admirar, que no es ir a insultar sino a defender lo que cree que es justo. Pues bien, se le reconoce en Europa, en privado y en público, y aquí todos esos seguidores de Viriato, el Cid, Gran Capitán, la Armada Invencible, Tercios de Flandes y loores a Franco, en lugar de reconocer su postura digna, le insultan de la forma más grosera, y lo repiten sus medios de comunicación, sus soldados de micrófono y pluma, que los hay por decenas. Repite y repite, que al final la idea penetra. Repite y repite, que al final la gran mayoría pensará que ese señor que va por Europa no deja de ser un pelele narcisista. Parece que les da celos ver a nuestro presidente codeándose son seguridad y que tiene buena imagen en Europa, que habla muy bien inglés y francés, que es doctor en Economía y, encima, que es un mozo bien plantado. Les debía parecer mejor un Rajoy deambulando mohíno por las esquinas o un Aznar hablando con aplomo en su inglés macarrónico. La intoxicación es contagiosa y peligrosa. Ya pueden desmentir luego los jueces todos los bulos que se inventaron sobre Pablo Iglesias, que la masa se queda con los mensajes, con lo no demostrado, con la intoxicación. Es algo que está muy estudiado desde Goebbels: un bulo repetido tiene más fuerza que la verdad. Es lo que hace Feijóo.
La corrupción está dentro del ser humano y puede surgir en cualquier grupo. Lo que hay que ver es la respuesta. La de Sánchez por sus tres falsarios ha sido ejemplar: de inmediato separarlos, entregar todos los documentos a la Justicia y que esta actúe. No hay comparación con la respuesta, una y otra vez, del PP. Y la propuesta de mandar a Sánchez a la cárcel lanzada por Aznar, con el bagaje a las espaldas, es de un caradura y esperpento de comedia.
Muchos me dirán que adónde voy, que defiendo lo indefendible. Lo siento, pero no me debo a nadie, soy socialdemócrata progresista y tengo como modelo de conducta a un señor que se llama Miguel de Unamuno, que fue el único que se atrevió a poner a parir a los dos inútiles antidemócratas que fueron Alfonso XIII y Primo de Rivera, que fue depuesto de sus cargos, sufrió exilio y se enfrentó al golpista Franco en un acto de martirio suicida en el paraninfo de Salamanca. Cuando una sociedad se envenena con una ideología negativa, quien les lleve la contraria tiene todas las de perder.
En el Gobierno de Sánchez se han hecho cosas que cuesta entender, pero no nos queda más remedio que admitir que somos un Estado plural, que es un Gobierno de coalición en el que hay muchas corrientes, que requiere negociación, y él ha logrado unirlos en un acto de dificilísimo malabarismo político. La otra opción es PP y Vox, pero Sánchez tiene todo el derecho a gobernar.
Los logros sociales del Gobierno de Sánchez son numerosos e incuestionables, salvo para quien no los quiera ver. Así que tenemos que tener claro lo que nos viene encima si gana el PP. Inmediatamente se unirá con quien haga falta y parlará catalán y euskera. O tomará todas las tesis que Vox le proponga siguiendo los pasos de Trump, Milei, 'fruteras castizas' y otros de similar cerebro descerebrado. Que nadie lo dude: expulsión de migrantes, privatización de sanidad, de residencias, de educación, aumento de seguros privados, los pobres cada día más pobres, menos impuestos a los ricos, jueces dictando a su servicio, vuelta a valores preconstitucionales, eliminar cualquier identidad en lengua o cultura autonómica, censura en los medios y a venerar a Franco, Hitler y demás agentes de puro fascismo. No son ideas mías, lo han dicho ellos. Eso sí, con ayusa cervecita.
Aquí insultan a Pedro Sánchez con bulos y mentiras como argumento mientras en Europa le valoran en su realidad. La historia le juzgará.
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