Irán, casi indefenso
Aunque forzado por Trump a atacar por su cuenta, Israel golpea a los ayatolás en un momento excepcionalmente favorable
Cómo es materialmente posible que Israel haya atacado Irán? Si miran ustedes el mapa, hay más de mil kilómetros entre ambos países, sobrevolando forzosamente Siria, ... Irak y Jordania.
En primer lugar, es necesario resaltar la abrumadora superioridad aérea de Tel Aviv. A lo largo de todas las guerras árabe-israelíes, la primacía israelí en el combate aire-aire era casi insultante, con tasas de derribos de ocho a uno o incluso once a uno a favor de Israel. Los iraníes no son árabes sino persas, pero sus estructuras sociales son muy semejantes, de manera que sus fuerzas armadas tienden a (des)organizarse de forma muy similar. La falta de cualificación técnica y la excesiva centralización del mando, con un margen de autonomía de decisión para los subordinados que tiende a cero, deja a los pilotos poco menos que a merced de sus enemigos en cualquier enfrentamiento.
Por otra parte, la situación geoestratégica regional resulta excepcionalmente favorable para Israel. En circunstancias normales, los israelíes habrían tenido que combatir con los aviones y las defensas antiaéreas de Jordania, Líbano, Siria e Irak. Pero en la actualidad, Líbano carece de aparatos de combate. Siria yace postrada tras su larga guerra civil, falta de poder aéreo de cualquier tipo. Irak sí que tiene sobre el papel una exigua fuerza aérea, formada por unos cuarenta F-16 y Sukhoi-25, pero, dejando aparte la operatividad real de ese puñado de aviones, el país sufre grandes tensiones con su vecino iraní, que intenta reducirlo a un mero protectorado. A muchos iraquíes no les ha desagradado que Teherán haya recibido una paliza. Jordania está mejor armada, con unos sesenta F-16, pero se ve completamente sola y prefiere agachar la cabeza.
Por su parte, los iraníes están bastante indefensos. Únicamente disponen de un puñado de Mig-19 y una morralla de aviones norteamericanos y franceses heredados de la época del sha. Sus defensas antiaéreas están completamente obsoletas y Rusia, atascada en Ucrania, no puede abastecerles. Por lo tanto, Israel los tiene a su merced y puede atacar prácticamente a voluntad.
Otra pregunta es por qué atacar ahora. Dejando aparte especulaciones sobre motivos oportunistas relacionados con la política interior israelí, lo cierto es que el momento era excepcionalmente favorable, como ya hemos visto. Netanyahu había buscado siempre involucrar a EE UU para darle al ataque una contundencia demoledora, definitiva, pero los sucesivos presidentes se habían negado a colaborar. Al final, la cacareada influencia del 'lobby' israelí, aunque verdaderamente grande, no era tan omnímoda como muchos pensaban. Netanyahu creía que Trump colmaría todas sus esperanzas, pero ha sucedido justo lo contrario: Trump únicamente actúa por sus propios impulsos, de manera unilateral y egoísta, así que Netanyahu se ha visto forzado a atacar por su cuenta.
La verdadera pregunta es cuál va a ser la trascendencia de estos ataques en el programa atómico iraní. La respuesta es que muy poca. Los israelíes están atacando todo lo que pueden golpear y han demostrado disponer de excelente información, pero muchas instalaciones clave fueron dispersadas hace mucho y otras han sido acorazadas en profundos túneles bajo las montañas. Por lo tanto, un ataque exterior puede ralentizar la ambición nuclear iraní, pero no impedirla.
El verdadero problema para Irán es que no parece realmente capaz de construir armas atómicas. Conseguir los isótopos de uranio que pueden generar una explosión es en realidad la parte más fácil del problema. Luego es necesario colocar ese uranio enriquecido en un dispositivo extremadamente complejo que lo haga explotar. Pero tras veinte años de esfuerzos, los iraníes no han logrado el uranio necesario, lo que pone en duda su capacidad para fabricar armas atómicas. Irán es un Estado mucho más industrializado que los árabes, pero sufre la dictadura de una oligarquía eclesiástica reaccionaria. Es muy difícil que florezca la ciencia en tales condiciones.
Irán anuncia contraataques con cientos de drones, pero es una represalia casi simbólica. ¿Podrían los ayatolás quedar desprestigiados ante el pueblo por su fracaso y perder el poder? Sí a la primera pregunta, pero no a la segunda. Los clérigos perdieron todo su prestigio hace ya mucho tiempo entre amplios sectores de la población, pero han logrado seguir al mando. Las masas podrían incluso cerrar filas con el poder ante la agresión exterior.
El régimen iraní caerá, pero desde dentro, cuando la población esté realmente harta y logre el apoyo activo de al menos una parte del ejército regular contra los ayatolás y su Guardia Revolucionaria, pero eso no va a suceder mientras Irán esté bajo ataque exterior.
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