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Durango y el terrorismo: la enfermedad del odio sigue viva

Los 358 casos de asesinatos de ETA sin resolver siguen reclamando justicia. Decir que 'ya está' es una vileza interesada

Javier Urquizu Aranaga

Psicólogo psicoterapeuta. Hijo de José María Urquizu, asesinado por ETA

Viernes, 5 de diciembre 2025, 00:00

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Varias de las placas (entre ellas la de nuestro padre) recientemente colocadas en Durango recordando a las víctimas de ETA han sido objeto de un ... cobarde atentado, que refleja hasta qué punto un sector de nuestra sociedad sigue infestado de odio y por tanto profundamente enfermo, de destructividad y de miseria moral. Esto no es un desahogo; como psicoterapeuta con décadas de experiencia, sé muy bien lo que es la patología. Hay también un sector (siempre lo ha habido) que 'mira cómodamente a otro lado' porque 'no quiere líos'. Ese sector es especialmente peligroso y cómplice de la barbarie, puesto que la maldad no prosperaría si una gran mayoría se opusiera a ella con toda decisión. Pasar página apresuradamente sobre el capítulo negro y sangriento del terrorismo falseando la historia no es la forma de construir un futuro mejor.

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