Es muy posible que si las presidenciales y el referéndum sobre el acceso de Moldavia a la Unión Europea no se hubieran celebrado el mismo ... día los resultados habrían sido aún más preocupantes para la actual mandataria y candidata a la reelección, Maia Sandu, y para la democracia en el país. El apurado triunfo del 'sí' al proceso de ingreso en la UE que debería culminar hacia 2030 muestra a una población dividida entre los más receptivos a la promesa de modernización que Bruselas avala con miles de millones y los más sensibles a la constante amenaza de Moscú, ejercida en las semanas previas con informaciones falsas, desestabilización y descarnada compra de votos. Hasta ahora el Kremlin tuvo que repartir esfuerzos, pero de cara al 3 de noviembre concentrará toda su potencia en la segunda vuelta de las elecciones, a las que Sandu acude después de lograr el domingo un 42% de los apoyos -dieciséis puntos más que el segundo, el prorruso Alexandru Stoianoglo-, con el peligro de que el resto de aspirantes se unan para apartarla del poder. Y con la certeza de que la llamada estrategia híbrida de Putin palidece frente a la devastación que está desatando en la vecina Ucrania.
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