La denuncia en la agresión sexual
La condena a 13 años y 6 meses de prisión a Mario López, exentrenador de baloncesto femenino de Gernika, por agresión sexual continuada a una ... menor pone de relieve la trascedencia de la denuncia como vía para castigar los hechos, a pesar del dolor añadido que puede conllevar el trance para la víctima. Así lo demuestra la Audiencia Provincial de Bizkaia en su sentencia sobre las graves vejaciones cometidas por el acusado desde finales de los años 90 contra la jugadora, entonces de 13 años. El caso salió a la luz porque la mujer decidió hacerlo en 2024, 23 años después de los hechos, apoyada por su psicóloga. El juez ha dado plena credibilidad a su testimonio al considerar que su voluntad fue «quebrada» por el agresor, que inició los abusos con 31 años, y que no hubo espacio «para ningún consentimiento». De nuevo, un asunto clave, como en la sanción impuesta a Rubiales por su beso a Jenni Hermoso. Ambos casos, no comparables por la gravedad de lo enjuiciado, sí comparten la importancia de denunciar cualquier ataque contra la libertad sexual. Lo que no parece admisible es la ligereza que desprenden algunos comentarios de la clase política ni el cruce de escándalos sexuales entre partidos.
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