Narcisos y psicópatas
Los psiquiatras tienen que estar poniéndose las botas viendo a los gobernantes de este mundo representar patologías narcisistas y, si me apuras, casi psicópatas. En ... sus gestos, discursos, maneras de caminar o peinarse, los que no tenemos nada que ver con el poder y solo sentimos rabia advertimos sus mutilaciones emocionales, sus prepotencias y esas fragilidades que acostumbran a vestir de Supermán y convertir en eslóganes. Supongo que cada uno de esos hombres poderosos (prácticamente todos son hombres) tendrá un psiquiatra o psicólogo que esperará pacientemente a que bajen las defensas y se desmoronen en el diván como lo hacemos todos. También nosotros, los ciudadanos, confiamos en esas quiebras para que vuelvan el rostro hacia lo humano y así evitar sentir este pernicioso desprecio con que aceptamos el resultado de las urnas, o las maliciosas alianzas. Debe de ser difícil pensar como un hombre mientras te tratan como a un dios. No pisar el suelo, aún menos la mierda, y tener siempre el pectoral de otro para recibir el agravio o la bala. Comer como un rey, no abrir puertas ni cerrar ventanas, vestir con lujo y mirarse en el espejo como se miraba Narciso en el agua. Pactar con el diablo debe de ser parecido a renunciar a la libertad. No la tienen, ni tan siquiera les tienta averiguar su sabor, porque si fueran libres tendrían que dejar la corte que les sostiene y aclama. El poder es perverso en manos de quien ni sabe, ni quiere conjugar los verbos en plural, ni caer en la tentación de amar lo diferente; debe de ser insoportable para estos elegidos no poder experimentar una de las cosas más satisfactorias que posee el ser humano, la libertad.
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