Lo habrán pensado
Me enerva que al inquirir sobre la procedencia de hacer una cosa de una u otra manera, la respuesta sea «siempre se ha hecho así», ... o será de esta forma porque «lo tendrán pensado». Sin perjuicio de que pueda ponerse en tela de juicio que se piense todo lo que se hace, el hecho de que se haya pensado en algo no significa que haya pensado bien.
Decir que algo fue siempre así no es 'una' razón: es el arrullo mental que consuela una conciencia al renunciar a buscar 'la' razón. Es el encumbramiento de la comodidad en detrimento de la curiosidad. Es aletargar la maravilla de asombrarse. Y solo quienes se asombran han tenido la inquietud suficiente para intentar cambiar el mundo. ¿Pero el mundo necesita cambiarse? El mundo necesita mejorar, siempre. Eso supone estar siempre abierto al cambio, a la aventura. Máxime cuando, a veces, si miramos hacia atrás una Historia que estaríamos obligados a conocer, lo que «siempre se ha hecho» es precisamente lo que ya no debería hacerse nunca más.
Esto no significa que haya que ser escéptico ante todo. De hecho, eso sería más peligroso que creer todo lo que me dicen. No hemos de buscar siempre la contraargumentación sino la argumentación. Escuchar alternativas, sopesar y decidir en conciencia, sabiendo que aun y todo podemos equivocarnos. Tan es así, que hay que desconfiar incluso de las opiniones propias: cuántas veces compruebo que ya no comparto mis opiniones de hace años. Eso ni siquiera indica que mi opinión de ahora sea la correcta. Lo que tengo claro es que hay que desconfiar de la propia inteligencia, porque cuanto más he desconfiado de mis opiniones o razonamientos, más fiables se han vuelto.
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