

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Cristina Ortiz
Martes, 4 de febrero 2025, 00:02
Salud, dinero, además del amor, son el leitmotiv que alimenta a la ciudadanía en cualquier sociedad. Dos aspectos que marcan el devenir de la vida ... y que el mirandés Jesús Ponce, presidente de la farmacéutica Novartis España, ha tenido muy presentes en su trayectoria profesional.
Primero porque, desde pequeño, tratando de seguir los pasos de su padre, que trabajaba en la Caja del Círculo, apostó por ser banquero –de hecho, estudió para ello–; pero la vida le llevó por otros derroteros y la sanidad se cruzó en su camino, aunque fuera por la vía de la auditoría, consiguiendo captar por completo su atención, convirtiéndole en un enamorado de la investigación y los avances farmacológicos. Algunos de ellos muy relacionados con la salud cardiovascular, que fue lo que la pasada semana le trajo de visita profesional a Miranda. Era una fecha marcada en el calendario para volver a casa, la otra, la de San Juan del Monte.
–¿Cree que hay que hacer pedagogía sobre la importancia de la salud cardiovascular?
–Las enfermedades cardiovasculares tienen un impacto en la salud y en la mortalidad mucho más grande quizá de lo que se imagina la gente. Anualmente, en España provocan casi 120.000 muertes. Si hacemos cálculos, en el país está muriendo una persona cada cuatro minutos por estas causas. Con lo cual, intentar tener salud cardiovascular, hacer prevención y analizar los factores de riesgo, que mirándolos con tiempo te permiten hacer una intervención rápida para evitar que la enfermedad ocurra, pues eso es traer valor a los ciudadanos.
–¿Estamos concienciados como sociedad de la importancia de esa prevención o nos preocupamos cuando se detecta un arritmia, un infarto o cualquier otra patología?
–La clave está en no llegar a esas situaciones. Está demostrado que de los factores de riesgo el 80% son prevenibles. Basta con tener buenos hábitos alimenticios, hacer ejercicio físico, evitar el tabaco y tener una buena cadencia de sueño, que son cosas que están a nuestro alcance. Por supuesto, que luego también se puede prevenir con medicamentos; pero, en el fondo, la prevención es dar salud a la gente.
–¿Tenemos demasiado interiorizado que los medicamentos son la primera opción en lugar de centrarnos en mejorar nuestros hábitos?
–Uno de los grandes problemas es que en las enfermedades cardiovasculares, hasta que no te ocurre el evento, el infarto o el ictus, no tienes síntomas. El tener colesterol no duele. La grasa se va acumulando en tus arterias y cuando llega el bloqueo es cuando pasa un infarto o un ictus. Por eso, uno de los grandes problemas que tenemos es que para prevenir debemos ser conscientes y ser proactivos en eso.
–¿Qué el mensaje venga de una farmacéutica puede hacer más difícil que cale en la población?
–Es verdad que como farmacéutica nuestro propósito es reimaginar la medicina para mejorar y prolongar la vida de las personas; pero no sólo a través de vender medicamentos, sino a través de ser un agente de colaboración con la sociedad, teniendo mucho conocimiento de las patologías con las que trabajamos y haciéndolo en cercana colaboración con las sociedades médicas o con las autoridades. Queremos trabajar por salud, no sólo por curar enfermedades.
–¿Somos conscientes de lo que cuesta la investigación?
–No lo somos. Yo creo que una de las pocas 'ventajas' que nos trajo el Covid es que fuimos un poquito más conscientes de lo que cuesta desarrollar un fármaco, una vacuna. Son muchos años de investigación y de invertir mucho dinero a riesgo. Se sabe que llegan a comercializarse sólo un 7% de las moléculas que se investigan en estudios clínicos que tardan en desarrollarse entre 10 y 12 años, con unas inversiones astronómicas de dinero. Hay mucho riesgo.
–Con la pandemia también aprendimos que existen los negacionistas.
–Hay un altísimo riesgo de que ese negacionismo nos haga perder realmente la esencia de lo que hay por detrás. Está probado que la vacunación, con los debidos procesos regulamentarios y las medidas de seguridad que se tienen siempre en los medicamentos, compensa muchísimo el beneficio con el riesgo que implica. Y esa compensación, en el Covid en particular, salvó millones de vidas.
–Aún así, parece que es una realidad que le va a tocar reiterar una y otra vez como presidente de Novartis, un puesto en el que no sé si alguna vez se imaginó.
–Es un privilegio liderar una empresa dedicada a reimaginar la medicina con más de 1.600 colaboradores en España; pero de pequeño yo soñaba con ser empleado de banca y trabajar en el área financiera como hizo mi padre en Miranda. Eso me llevó a estudiar Económicas y Empresariales y de ahí acabé siendo consultor, implementando sistemas informáticos. Uno de los proyectos que tenía cayó en farmacéuticas y de ahí aterricé en el sector, hasta llegar hasta donde he llegado, atraído sobre todo por el propósito de la compañía y la forma de trabajar que tenemos en Novartis.
–¿Cuáles son los retos futuros a los que se enfrenta la empresa con Jesús Ponce a la cabeza?
–Tenemos un periodo fantástico, con muchas novedades terapéuticas en el mercado. En los últimos dos años hemos lanzado media docena de productos disruptivos en diferentes áreas terapéuticas como Oncología, Hematología, esclerosis múltiple, cardiovascular, inmunología o enfermedades de la piel. Todos están ya beneficiando a los pacientes y tenemos que seguir contribuyendo a la difusión, al conocimiento y a ayudar a la clase médica a que entiendan todas las ventajas que tienen. También esperamos novedades muy inminentes en el área de la medicina nuclear. Estamos en esa fase de lanzar, crecer e impactar positivamente en la sociedad, con lo cual estamos en un momento muy dulce como compañía.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.