La huella del hombre en Oma y Orozko
La visita al recóndito valle de Oma-Basondo y a los cordales de Orozko nos permitirá descubrir señales del paso del hombre, desde menhires milenarios y molinos centenarios hasta la zona del bosque pintado de Ibarrola, que ahora está cerrado
Fernando J. Pérez
Viernes, 9 de octubre 2020, 00:35
PR-BI 180
Oma, por los valles encantados (Kortezubi)
El PR-BI 180 es un sencillo sendero circular apto para todos los públicos que recorre los valles de Basondo y Oma y la zona del bosque pintado de Ibarrola, donde además se puede visitar un hito prehistórico de gran relevancia como es la cueva de Santimamiñe o restos del pasado preindustrial del valle, como el molino de Bolunzulo. Este bello itinerario nos dará a conocer un mosaico de paisajes de gran valor en torno a los valles de Oma y Basondo.
Partimos del aparcamiento de las cuevas, en Basondo. Junto al restaurante Lezika, en la última curva de la carretera, se encuentra el panel del sendero. Allí mismo nace una pista cementada que asciende y se adentra en un pinar.
La ladera derecha, por la que discurre el itinerario en su primer tramo, es una zona claramente forestal, donde domina el pino radiata, un paisaje sin gran atractivo naturalístico, que sin embargo esconde en una de sus laderas un tesoro sin precedentes, el singular Bosque de Oma, una joya del arte al aire libre, al que se accede desde un collado (señal). El bosque de Ibarrola está ahora cerrado pero se pueden vislumbrar las llamativas figuras: el rayo, el arco iris, los hombres, las mujeres, los niños...
Un lugar mágico
Una vez en el fondo del valle, el recorrido nos permite viajar a un pasado no muy lejano, donde el caserío y la campiña atlántica han sabido mantener su esencia. Y es que además de la calidad de algunos caseríos, Oma conserva numerosos elementos etnográficos de gran interés. No en vano, el valle esconde un pasado muy vinculado a la industria fluvial y fueron numerosas las ferrerías y molinos que funcionaron al paso del arroyo Oma.
Este cauce recorre aquí sus últimos metros antes de perderse en el interior del karst del macizo de Ereñozar. Es justo en este mágico punto donde se conservan los restos de dos pequeños molinos en Bolunzulo, ubicados junto a la surgencia de Oma, donde las aguas de este río se pierden en las entrañas del macizo.
Caseríos, ermitas, viejas escuelas, caleros... son numerosos los elementos que afloran entre los pastos de este paisaje kárstico, que cuenta en el cordal del monte Ereñozar con un ecosistema de gran interés, el encinar cantábrico. De vuelta a Basondo, no hay mejor forma de concluir el paseo con una visita a la recreación 3D de la cueva de Santimamiñe.
Nota: El acceso al Bosque de Oma se encuentra en la actualidad cerrado por la enfermedad de los pinos. Consultar restricciones.
PR-BI 180 (Kortezubi)
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Ficha técnica Distancia: 6,0 km. Desnivel: 200 m. Tiempo: 1h. 30'
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Datos MIDE Medio: 1. Itinerario: 2. Desplazamiento: 2. Esfuerzo: 2.
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Puntos de interés Cuevas de Santimamiñe, bosque de Oma, valle de Oma, molino de Bolunzulo, arquitectura rural en Lezika y Oma.
PR-BI 34
Zubiaur-Kurtzegan-Zubiaur (Orozko)
Los Montes de Arnó son un cordal perteneciente al macizo de Gorbeia que cierran el valle de Orozko por el sur. Son cumbres cubiertas de hierba donde el ganado pasta en libertad y en las que los numerosos restos megalíticos demuestran su importancia para nuestros antepasados. Destaca el menhir de Kurtzegan, el más alto de Euskal Herria con sus 5,40 metros de altura y siete toneladas. Fue descubierto en 1987 por el etnólogo Félix Mugurutza y levantado en 2011 gracias a un espectacular exoesqueleto que une los dos trozos de que se compone. Su imponente silueta enmarcada en las paredes de Itxina se ha convertido ya en una de las imágenes icónicas del Parque Natural del Gorbeia.
El sendero PR-BI 34 parte del Zubiaur, el núcleo principal de Orozko, y tiene como destino este monumento megalítico. Por el camino, conoceremos algunos barrios y los pinares que cubren la última cima del macizo, el Lobantzu.
En el aparcamiento central de Zubiaur se encuentra el panel informativo de los senderos de Orozko. Enfilamos la calle Gorbeia hasta una gran rotonda que rodeamos para seguir en dirección a los barrios Zendegi, Garai y Beratza. Primero atravesamos el barrio de Beratza y luego llegamos al coqueto núcleo de Garai.
Para 'tatxamontes'
Aquí seguimos por un camino cementado (izd.) que remonta hacia las alturas. Tras el desvío al último caserío, en un curva cerrada, atravesamos un paso canadiense y dejamos por fin atrás el cemento. Transitamos ahora por una pista forestal que, tras una nueva revuelta, se adentra en el pinar. Tras una curva junto a unos corrales, el camino llanea un rato antes de llega a otro cruce en el pinar, junto a varias bordas en ruinas.
Subimos allí hacia la izquierda, aunque en el primer desvío seguimos a la derecha por una pista que rodea el Lobantzu y nos lleva hasta el collado Ubizar, nudo de pistas y senderos donde los pinos dejan paso a los pastos. Unos centenares de metros antes, un poste de señales invita a los 'tatxamontes' a subir las dos cimas que cierran el macizo: Lobantzu y Ulizar. Desde el collado de Ubizar nos aupamos al cordal herboso y los recorremos hasta el colosal menhir, situado en el collado posterior a la cima del mismo nombre, señalada con una estela.
Es hora volver a Orozko. Desde el menhir, por la pista o por el cordal, retornamos al collado Ubizar. Allí seguimos las señales del PR (izq.), que coinciden con las del GR-123 (Bizkaiko Bira). Descendemos hacia el valle dejando el barrido de Sendegi a la izquierda y confluyendo con la ruta de subida en Beraza, antes de retornar a Zubiaur.
PR-BI 34 (Orozko)
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Ficha técnica Distancia: 13,0 km. Desnivel: 620 m. Tiempo: 4h. 00'
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Datos MIDE Medio: 1. Itinerario: 2. Desplazamiento: 2. Esfuerzo: 3.
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Puntos de interés Arquitectura rural en los barrios del recorrido, menhir de Kurtzegan, vistas a Itxina y el valle de Orozko.