Bosques y agua en Ea y Bolibar

Este sendero nos dará a conocer la importancia que ha tenido y sigue teniendo el agua en la vida cotidiana de pequeños pueblos como Ea. Conoceremos las ferrerías y molinos que utilizaban la fuerza del agua como fuente de energía, las fuentes y manantiales para el abastecimiento cuando todavía no existía el agua corriente en las casas, o las obras de ingeniería civil de primera necesidad, como puentes y presas, que buscaban dominar los cauces.

Marcamos como inicio de la excursión el cruce que hay en centro de Ea, junto a la iglesia de San Juan Bautista. Allí mismo, en la pared del bar Txangurro, se encuentra el panel con los senderos del pueblo. Desde allí nos dirigimos hasta el cercano aparcamiento del pueblo. Al fondo, seguimos un sendero que tras una revuelta discurre junto al que fue molino de Goikoetxe y arroyo del mismo nombre.

Enseguida nos adentramos en el bosque, donde el camino transcurre junto al río. La pista da un pequeño rodeo y alcanza las ruinas de lo que fueron los molinos Lejartza.

Siguiendo el itinerario se continúa entre plantaciones forestales, principalmente de Pino radiata, por la pista que desde las ruinas de Lejartza asciende hacia el barrio de Olagorta, dejando a la izquierda el caserío Berezi, pocos metros antes de llegar a la bifurcación.

Una vez alcanzado el camino de acceso a Berezi, por la izquierda llegamos a la entrada misma de la propiedad, con buenas vista de Natxitua y la costa. El sendero prosigue por la izquierda hacia el barrio de Allona por la divisoria de aguas.

Desde el auzoa, popularmente conocido como Allua, se debe descender en dirección al otro río que discurre por el pueblo y que además le da el nombre. Para ello se toma el camino de acceso a este barrio desde la carretera de Ispaster, descendiendo de forma bastante brusca. Justo antes de acceder a la carretera, a la izquierda, nace un sendero que sigue la margen izquierda del arroyo.

Afrontamos el tramo sin duda más bonito e interesante de la excursión junto al cauce. La senda, siempre pegada a la 'ría', como la denominan en el pueblo, a pesar de su condición de río, a tramos discurre rodeada de agua en medio del bosque de ribera (robles, acacias, fresnos, sauces, alisos, etc.). Tras un salto de agua divisamos primero las ruinas de la papelera Celulosas de Artibay e inmediatamente el complejo Urtubiaga, formado por molino y ferrería.

Tras divisarlo desde el mirador superior, enfilamos hacia el ya cercano Ea, donde no podemos dejar de recorrer su calles pegadas a la 'ría' y observar sus bonitos puentes de piedra.

El pequeño núcleo de Bolibar es universalmente conocido por ser la cuna del 'libertador' Simón Bolívar y por la Colegiata de Zenarruza. Pero sus riquezas se extienden por las laderas de los montes y los valles que lo rodean. El sendero PR-BI 28 nos descubrirá ese otro Bolibar, el de los pastos de altura salpicados de roquedos a la sombra del Oiz, los bosques, en los que las frondosas casi han perdido la batalla frente al pino; y los arroyos que han dibujado desde tiempo inmemorial valles salpicados de caseríos.

En el lateral del frontón de Bolibar, junto al aparcamiento, se encuentra el panel del sendero. En realidad, el recorrido aquí propuesto es una combinación del PR-BI 28 y su variante, lo que nos permitirá conocer todos los hábitats naturales del pueblo.

Con la iglesia de Santo Tomás a nuestra izquierda, enfilamos por la carretera en dirección a Munitibar. Las señales del Camino de Santiago nos guían en estos primeros metros, hasta que coge el sendero que lleva a Zenarruza. Nosotros seguimos por el asfalto de la BI-4401, junto al arroyo Markola, algo más de ochocientos metros, hasta un desvío a la izquierda. La pista de cemento sube hasta el caserío Muniozgoikoa.

Por la derecha, una pista forestal remonta y se adentra en el pinar para afrontar ya el tramo montañoso de la excursión. Hay varios desvíos donde se echa en falta el balizaje del PR, pero como norma hay que seguir la pista principal en sentido ascendente. Tras la última y más pronunciada cuesta, el camino faldea sobre un manto herboso. Tras una alambrada, dejamos atrás el desvío del la variante PR-BI 38.1, por donde luego descenderemos.

Abandonamos el pinar y la hierba deja paso a las piedras por un bonito camino entre robles que lleva hasta el caserío Astarloa, donde desembocamos en una pista de cemento por la que remontamos hasta el caserío y tarberna Muniozguren. Perdemos altura suavemente mientras divisamos enfrente la mole del Oiz y, ligeramente a la derecha, en la siguiente loma, nuestro objetivo, el caserío Kortaguen.

Llegamos a un cruce. Seguimos allí (dch) un camino entre prados que desciende hasta un arroyo, lo cruza y remonta por el pinar, siguiendo siempre las marcas blancas y amarillas, hasta las inmediaciones de Kortaguren.

Tras disfrutar de las vistas al Oiz, desandamos el camino hasta el desvío de la variante. El camino baja hasta el caserío Axpegoikoa, que rodeamos para tomar la pista de cemento que nos devuelve a Bolibar, con los dos últimos kilómetros a la vera del arroyo Longarte.