Nirmal Purja afronta el último escalón para completar los 14 ochomiles en siete meses
Tras lograr un permiso especial de China, está ya en el Shisha Pangma, que ha encontrado en condiciones «horrendas» y cargado de nieve
La cuenta atrás para Nirmal Purja ha comenzado. Al nepalí exmiembro del las fuerzas especiales del Ejército británico le queda exactamente un mes para cumplir un desafío que parecía una quimera cuando lo planteó a principios de años: escalar los 14 ochomiles en siete meses. Eso sin, con uso de oxígeno artificial a discreción.
Empezó el 23 de abril en el Annapurna y y solo le queda el Shisha Pangma –el más bajo de todos (8.027 m) y único situado íntegramente en China– para completar su gesta. Pero no va a ser tan fácil como puede parecer. La temporada postmonzónica está muy avanzada (los ochomiles en esta época se suben entre septiembre y octubre) y las condiciones de la montañas son «horrendas», según la definición que hizo ayer el propio Nims –su nombre de pila– poco después de llegar al campo base.
¿Y por qué no ha ido antes a la montaña? La respuesta es sencilla: porque las autoridades chinas se lo han prohibido. En realidad esta tercera parte de su proyecto –los tres ochomiles previstos para subir en otoño– ha sido más una carrera de obstáculos burocráticos que un desafío alpinístico.
Tras escalar ochomiles en primavera y verano como quien tumba fichas de dominó y batir todos los récords de velocidad imaginables, el exsoldado gurkha se plantó a mediados de septiembre en el campo base del Manaslu dispuesto a acometer la recta final de su desafío 'Proyect possible 14/7': ascender el mencionado Manaslu, el Cho Oyu y el Shisha Pangma. Son tres de los ochomiles técnicamente más sencillos y habitualmente asediados por expediciones comerciales, así que iba a encontrar las rutas perfectamente equipadas. Hasta se planteó culminarlo en seis meses.
Sólo hasta el 1 de octubre
Pero el Cho Oyu y el Shisha tienen una singularidad: están en territorio chino (tibetano para ser más exactos). Y ya se sabe que los chinos no son amigos de los focos ni los taquígrafos (y menos en el Tibet) y Nims iba a atraer a todos los del mundo con su reto. Así que no dudaron en cambiar la reglas del juego: anunciaron que solo permitían ascender el Cho Oyu –fronterizo pero con el CB en China– hasta el 1 de octubre, mientras que cerraban a cal y canto el Shisha Pangma.
La burocracia y la política dejaban en el aire el desafío de Nirmal Purja, pero no se quedó cruzado de brazos. Del Manaslu se fue a la carrera al Cho Oyu, que ascendió una semana ante del límite establecido por Pekín y cuatro días después daba buena cuenta del Manaslu. 13 de 14.
A partir de ese momento comenzaba una intensa campaña para que China permitiese a Nims intentar el Shisha. Incluso el Gobierno nepalí hizo una petición oficial. Y la presión dio resultado. Amediados de mes recibía un permiso especial para escalar el Shisha, pero con una particularidad: solo puede hacerlo en noviembre.
Así que el regalo recibido está de lo más envenenado. La 'meteo' es horrible, la montaña está muy cargada de nieve y esta vez Nims y su equipo de cuatro sherpas que le acompañan están solos y no van a tener otras expediciones en las que apoyarse para equipar la montaña. Si pese a todas estas adversidades lo consigue será la guinda perfecta a su tarta de los 14 ochomiles.