20 años de las dos expediciones vascas a 'El Ogro'
El montañero alavés Juan Vallejo recuerda su experiencia en la mítica montaña dos décadas después de un asalto que frustró el mal tiempo
La dramática peripecia de Doug Scott y Chris Bonnington en 'El Ogro' atrajo la atención de los montañeros sobre una cumbre hasta entonces escondida ... en las entrañas del Karakórum pero lejos del interés que despiertan los muchos gigantes que se elevan en aquel rincón del mundo. Entre esos montañeros estaban dos vascos: Juan Vallejo y Alberto Iñurrategi. Ambos prepararon de forma independiente su asalto a una cima que se escarpa hasta los 7.285 metros. Corría el verano de 2005, justo hace 20 años.
«Las montañas me entran por los ojos. Si a ello le sumas la historia de Scott y Bonnington y las pocas ocasiones en que había sido escalada, suponía un reto», recuerda el primero en conversación con EL CORREO. Hasta ese momento, el Baintha Brakk, el nombre autóctono de 'El Ogro', solo había sido hollado en dos de los entre treinta y cuarenta intentos de ascenderlo.
«Es un montañón, impresiona mucho. Es escarpada, está asilada y es difícil por todas sus vertientes», subraya Vallejo, un alpinista con varios ochomiles en su mochila. La ruta que eligió era todavía más complicada que la trazada por los británicos. En su caso, optaron por subir por el llamado Pilar Sur. «El momento más difícil estaba entre los 5.500 y los 6.500 metros de altura. Es una pared de roca vertical», detalla.
Retirada por el mal tiempo
Se quedaron aproximadamente a mitad de camino. El mal tiempo de aquel verano les hizo imposible seguir adelante. Tras diez días de espera, optaron por la retirada.
En el caso del equipo de Iñurrategi, que sí seguía el camino abierto por los ingleses, lograron alcanzar el campo 2, a más de 6.000 metros de altura. Desde allí, planeaban llegar a la cumbre en dos días. Sin embargo, una gran placa de hielo se convirtió en un obstáculo insuperable. «Ha sido una pena porque nos ha pasado en el sitio donde menos nos lo esperábamos. Pero es que los riesgos eran excesivos. Yo llegué a meterme en la placa y Tamayo y Alberto me siguieron, pero enseguida nos dimos cuenta de que era demasiado peligroso», explicó entonces Jon Beloki, uno de sus integrantes.
«Fue una sorpresa porque nos conocíamos y escalábamos mucho juntos. ¡Cómo que vais a 'El Ogro'! Nosotros también», cuenta Vallejo sobre la coincidencia de las dos expediciones vascas. «Nos enteramos dos o tres meses antes de partir», añade. «¿Decepción por no llegar a la cumbre? No, estamos más acostumbrados al fracaso que al éxito».
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