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Txikon, en un momento de la ascensión. E. C.

Alex Txikon quema sus últimas naves en el Manaslu

El alpinista vasco sube hasta los 6.600 metros y este viernes por la noche hará un último intento de hacer cima si el tiempo se lo permite

Jueves, 18 de febrero 2021, 21:55

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Alex Txikon y sus compañeros queman sus últimas naves en el Manaslu en busca de la primera ascensión íntegramente invernal al octavo ochomil. El alpinista vasco, junto a Iñaki Álvarez, y los sherpas Chhepal, Namja y Gelum continúan ganándole metro a metro a la montaña y este jueves han ascendido hasta los 6.600 metros (campo 3). Pero el tiempo se les agota. La entrada de un frente el sábado por la tarde les deja un estrechísimo margen de maniobra que si embargo quieren aprovechar.

Su plan para este viernes pasa por subir todo lo que puedan hasta colocar el campo 4 por encima de los 7.000 metros para realizar un ataque a cumbre por la noche. Hagan lo que hagan, para el sábado por la tarde deben estar ya por debajo de los siete mil metros de altitud ya que las previsiones indican la entrada de un borrasca con fuertes vientos a partir de ese momento. Ese mal tiempo se prolongaría durante prácticamente toda la semana, por lo que el grupo está ante su última oportunidad, ya que la expedición concluye el 28 de febrero.

Pese a todo, el alpinista de Lemoa estaba este miércoles animado y con ganas de intentarlo. «Lo que nos costó ascender en tres días lo hemos logrado hacer en uno. Estamos de puta madre y muy contentos con el trabajo realizado», explicaba esta tarde a través del talkie al campo base. Txikon hablaba de una jornada «dura» pero lo hacía con la satisfacción de haber cumplido los planes previstos y con una meteorología incluso más favorable de lo anunciado, ya que es esperaba algo de nieve a lo largo del día y el cielo estuvo azul en todo momento.

Todavía les quedan más de 1.500 metros de desnivel hasta la cumbre, pero este viernes irán a por todas. El tiempo que dan sigue siendo bueno, así que madrugarán para remontar todo lo que puedan y montar el C-4 para el mediodía. Si lo consiguen, el tiempo se mantiene estable y se sienten con suficientes fuerzas, su idea es partir hacia la cima por la tarde y alcanzar la cumbre durante la madrugada del sábado.

El plan desde luego no es sencillo y ofrece tantos condicionantes que las posibilidades de éxito son pocas, pero Txikon y sus compañeros no se van a quedar sin intentarlo. «Todavía nos quedan más de 1.600 metros de desnivel, pero las condiciones de la montaña no son malas. Para hoy el parte meteorológico indicaba que podían caer 20 centímetros de nieve pero no ha nevado. De hecho, ahora está el cielo bastante claro. Tenemos instaladas tiendas a 5.700 metros, a 6.100 metros, y a 6.600, donde nos encontramos», explicaba esta tarde. Y detallaba los planes previstos: «La idea es salir muy pronto por la mañana, equipar un C4, descansar y, por la noche, si nos sentimos con suficientes fuerzas y tenemos todo a favor, salir hacia la cumbre. Veremos qué podemos hacer porque tenemos que ir analizando minuto a minuto la situación. A nada que el viento cambie, no podremos hacerlo», reconocía por radio a su amigo y compañero de expedición Eneko Garamendi.

Quien no estará definitivamente en este intento es Simone Moro. El italiano confía ciegamente en su meterólogo de cabecera, el austriaco Karl Gabl, quien este miércoles le dijo que la ventana de buen tiempo se había reducido 24 horas y apenas llegaba al viernes, por lo que da por finalizada su expedición.

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