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Kirolean Errespetuz

El ejemplo está en casa

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Cuatro padres analizan los porqués de la violencia en el deporte y se piden ser «referentes» para sus hijos

Domingo, 15 de junio 2025, 00:13

Cuántos madrugones, días de perros bajo la lluvia y jornadas maratonianas han tenido que vivir. Pero pocas recompensas mayores hay para los padres y madres que ver la enorme sonrisa que preside las caras de sus hijos e hijas tras pasárselo a las mil maravillas en un partido junto a sus compañeros. Pero el que debería ser un remanso de paz y buen ambiente va dejando un reguero de episodios de violencia y agresividad que, precisamente, a veces tienen origen en esas mismas gradas que deberían ser modelo para los jóvenes jugadores. Cuatro progenitores, dos padres y dos madres, comparten con EL CORREO la demanda de poner freno a esos episodios y de que ellos mismos se erijan como referentes para frenarlo.

Los problemáticos «son pocos, pero meten mucho ruido», expone Féliz López de Luzuriaga, padre de Corazonistas. Él busca ser parte de la solución como 'delegado de familia', una figura orientada a mantener y promover la paz en las gradas. También Iñigo López de Armentia, padre del Instituto Salburua y el Colegio Errekabarri, ocupa ese rol. «Deberíamos estar todos más relajados y valorar que se lo pasen bien, aprendan y disfruten. El ejemplo que a veces damos los padres a veces es tremendo», comparte desde esa posición.

Hay quien combina el optimismo de que la concienciación esté dando sus frutos con cierto pesimismo por vivir episodios que se creían superados. Ainhoa Talavera, madre del Colegio Zabalgana, se confiesa en parte en ese lado negativo. Cree que ayudar debe salir de cada padre. «A mis hijas les digo que hacen un deporte en equipo y lo primero es respetar a los demás. Desde casa se fomenta el respeto», explica. También Inma Mendiano, madre de Presentación de María, apela al «sentido común» para hacer desaparecer esos episodios. «Es un trabajo personal, de tenerlo claro. Nosotros somos el ejemplo», reclama.

Kirolean Errespetuz es una iniciativa que promueve EL CORREO con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava cuyo objetivo es mentalizar a todos los actores del deporte alavés sobre la necesidad de poner en primera línea de foco el respeto entre deportistas, árbitros, entrenadores, público y padres: https://www.elcorreo.com/kirolean-errespetuz

  1. Félix López de Luzuriaga Padre de Corazonistas

    «Nosotros somos el problema, pero también la solución»

Félix López de Luzuriaga, padre de Corazonistas con una hija de 16 años y un hijo de 14, recurre a una experiencia reciente para plantear su postura. «Acabamos de celebrar la Final Four infantil de baloncesto en el colegio y se ha visto un ambiente de lo más cordial, festivo y divertido», expone. Es, por lo tanto, más un «problema puntual» que algo crónico. Pero eso no es excusa para que haya que hacerle frente. Cree que los padres deben ser vanguardia. «Somos el problema y la solución. Lo generamos nosotros y la solución también la generamos nosotros», resume.

Percibe el asunto de la violencia en el deporte como algo muy concentrado, pero también muy incómodo para los progenitores que actúan de forma correcta. «El problema es que son pocos padres pero meten mucho ruido. Son un 1%, pero parece que una mayoría son problemáticos», expone. Aunque «te puedes alterar en un momento dado» ve injustificable la violencia. «Luego hablas con los árbitros y reconocen que se equivocan. Tú también lo haces. Quién no lo hace en el día a día», recuerda.

«Queremos que se diviertan y no que sean partícipes de nuestras frustraciones»

«Si mi hijo gana o pierde un partido no va a ser por un mal arbitraje», recalca. Por eso pide «concienciar» a todos. «Debemos trabajar todos en común, apostando todos por el bien de los deportistas», arenga. Ahí bendice la reciente creación de la figura de un 'delegado de familia' responsable de que los padres de su equipo «se comporten». «Queremos que se diviertan y no que sean partícipes de nuestras frustraciones, lo que quisimos ser», sentencia.

  1. Ainhoa Talavera Madre del Colegio Zabalgana

    «Si mis hijas me ven recriminar algo no van a tener respeto»

Ainhoa Talavera, madre de dos niñas de 7 y 11 años del Colegio Zabalgana, se confiesa «un poco pesimista». Percibe que «cada vez va a peor». También ve un cambio respecto a su propia experiencia como niña. «Creo que va de mal en peor. Me acuerdo de cuando hacía deporte en el cole y éramos todas compañeras. No había rivales dentro del equipo. Hoy en día se ve una competitividad y tener que ser el mejor…», expone. Ella misma ha presenciado en algunos partidos «faltas de respeto de monitores hacia los niños» que han elevado la tensión. «En la cuadrilla hablamos de una madre que tenía que mantener la calma entre los padres para no increpar. Me parece surrealista, tiene que salir de cada uno».

Por eso reconoce cierta «vergüenza» por algunas actitudes de los padres. «No entiendo cómo un adulto puede cometer esa falta de respeto hacia una persona que está enseñando. No entiendo ese posicionamiento, esto consiste en aprender a trabajar en equipo», recalca. Por eso, considera que «algo falla en la educación» a lo largo de los últimos años. «A mi padre no se le ocurría decirle nada al árbitro», ilustra.

«No entiendo cómo un adulto puede cometer esa falta de respeto hacia alguien que está enseñando»

Cree que debe salir de cada uno. «A mis hijas les digo que hacen un deporte en equipo y lo primero es respetar», recuerda. Y que también sean ellos mismos los que frenen a otros progenitores. «Hay que inculcar a esos padres que sus hijos están jugando por diversión.Si mis hijas me ven a mí recriminarle algo a un entrenador o árbitro no van a tener respeto. Los padres tienen que cambiar el chip», demanda.

La campaña de EL CORREO Kirolean Errespetuz refuerza la promovida por la Diputación Foral de Álava ¡El insultar se va a acabar! contra los insultos y faltas de respeto en las gradas: web.araba.eus/es/deporte

  1. Iñigo López de Armentia Padre del Instituto Salburua y Colegio Errekabarri

    «En ocasiones los que tenemos que aprender somos los padres»

Iñigo López de Armentia, padre de dos hijas de 12 y 8 años del Instituto Salburua y el Colegio Errekabarri, ve incomprensibles las elevadas exigencias que algunos padres. «En esas categorías todavía no dominan totalmente el juego y los árbitro tampoco. Todos están aprendiendo. Recuerdo el caso de un árbitro de 14 años que se equivoca y al que los padres, al acabar el partido, le dicen que no tiene ni idea y que es muy malo. Yo tuve que ir, como delegado de familia, para hablar con ellos y decirles que el objetivo es que convivan y aprendan. Algunos incluso siguieron hablando como si el chaval lo hiciera aposta», lamenta. «Deberíamos estar todos más relajados y valorar que se lo pasen bien, aprendan y disfruten», censura.

«Hay otras cosas más importantes que ganar», recuerda, aunque muchos progenitores lo olviden pensando que «sus hijos van a ser profesionales». «El objetivo es que vayan a casa contentos, mejoren y que convivan con otros. A veces nos ciega el querer ganar», apostilla. «En ocasiones los que tenemos que aprender somos los padres», expone.

«No puedes ir a ver a tu hija y sacar todos los problemas de la semana y desahogarte»

Habla de «ser una persona con mucha tranquilidad» y que «la palabra adecuada es relajarse» en la grada. «No puedes ir a ver a tu hija y sacar todos los problemas de la semana y desahogarte», aconseja. Pese a todo, es «optimista» y ve la situación «mejor que hace 10 o 25 años». Pero recalca la impotancia de «mejorar» en el control de esas actitudes. «Hay que hacer pedagogía. Debemos cumplir las normas de respeto y deportividad», recalca.

  1. Inma Mendiano Madre de Presentación de María

    «No hay una varita mágica, pero debe ser algo de sentido común»

A Inma Mendiano, madre de dos hijos de 16 y 11 años de Presentación de María, le toca vivir de cerca el deporte más seguido, pero también uno de los que presentan más casos. «Mis dos hijos son futboleros. Así que sí que hemos presenciado que haya enfrentamientos de padres o árbitros, momentos en los que el ambiente se enrareció y entre los que todos los padres tuvimos que estar tranquilizando», ilustra. Es algo que le «preocupa», aunque celebra ver «más concienciación por parte de los padres» últimamente. Celebra las medidas adoptadas o la campaña de este periódico.

Entre las propuestas menciona una: que fruto del comportamiento de los padres el club pueda llegar a ser excluido. «Con qué cara le dices luego que le han expulsado por mi culpa», avala. «Desde el cole se han tomado muchas iniciativas de juego limpio, como mostrar camisetas a los árbitros de que son el ejemplo», explica. Una de las claves es que los padres sean referentes. «Que no se nos olvide que son niños», explica.

«Quien no lo quiera no lo va a hacer, pero a nivel general hay un cambio de mentalidad»

«Es un trabajo personal», añade. «Al hacer extensible estos protocolos, entre los propios padres nos damos ese toque. Incluso de manera jocosa se avisa: 'ten cuidado con lo que dices que nos echan'», ejemplifica. Aunque «no hay una varita mágica», cree que el «sentido común» de la mayoría debe ser el dique que frene comportamientos inadecuados. «Vamos haciendo más consciente a la gente. Quien no lo quiera no lo va a hacer, pero a nivel general se está dando un cambio de mentalidad», celebra.

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