Álava se moja por los valores del deporte

Eso es lo que los clubes alaveses trabajan con sus deportistas. Más de cien niños y niñas de Judimendi, Menditxo, Urgain, Zadorra y Laudio se congregaron en Mendizorroza de la mano de EL CORREO y la Diputación Foral de Álava para unirse a la campaña Kirolean Errespetuz y combatir las faltas de respeto y el juego sucio.

Kirolean Errespetuz es una iniciativa que promueve EL CORREO con el patrocinio de la Diputación Foral de Álava cuyo objetivo es mentalizar a todos los actores del deporte alavés sobre la necesidad de poner en primera línea de foco el respeto entre deportistas, árbitros, entrenadores, público y padres. https://www.elcorreo.com/kirolean-errespetuz

«Tratad a los demás como os gustaría que os traten a vosotros», les pidió el diputado general de Álava, Ramiro González. Lo cierto es que en las cinco escuadras inciden en esta faceta desde la base con los más pequeños, por encima de su rendimiento. «Es fundamental entre niños y entrenadores, porque si no disfrutas de la actividad, poco respeto puedes tener al resto. Para mí la diversión y la motivación van muy ligados con este aspecto», matiza Víctor Villanueva, preparador del Laudio.

Sin embargo, hay conflictos o malentendidos que pueden provocar tensión entre los nadadores, sean o no de su mismo equipo. «Hace poco hemos tenido un incidente y ha tenido que entrar el Gobierno vasco para mediar», lamenta Aitzol Antolín, entrenador del Menditxo desde hace 25 años. Por ello, los monitores tratan de apaciguar la tensión de diferentes maneras antes de que dichos problemas puedan pasar a mayores.

En el caso del CN Zadorra lo hacen a través de charlas que realizan de manera regular con sus nadadores tanto de forma individual como colectiva. «Nos juntamos con ellos de vez en cuando para que se puedan expresar libremente en un entorno seguro y en el que no se les va a juzgar», explica Ainara Molinero, instructora de este club desde hace una década.

Pero esta tolerancia y comportamiento no solo se tiene que dar en la piscina. El trabajo de los padres, tanto en casa como en las pruebas a las que acuden como público a animarles, es fundamental. «Algunos van a la grada una hora antes de que nade su hijo para coger sitio, mientras que otros se han colado o han ocupado varios asientos. Todos tenemos derecho a ver a nuestros hijos y a cumplir las normas», subraya Marta Redondo, integrante del CN Judimendi. Y es que esta coyuntura se ha repetido durante los últimos años en los diferentes polideportivos municipales, con rifirrafes para obtener una buena visibilidad de la prueba. «Es muy triste que haya follones por actitudes innecesarias», indica Javi Villaverde, técnico del Urgain.

Para solucionarlo, los cinco clubes crearon la figura del delegado de familia, que se asegura de que el público cumpla con las reglas de acceso y la 'reserva' de localidades. «En cada campeonato hay dos que van rotando por todos los clubes. En las dos primeras jornadas de liga escolar tuvimos problemas, pero a partir de la tercera que se introdujo se ha solucionado radicalmente el problema. Si hay alguien que está incumpliendo las normas le invitan a marcharse», añade Redondo, que apunta que los espectadores «tampoco pueden estar de pie ni en las puertas de acceso».

Con el fin de evitar otro tipo de trances similares, preparadores alaveses como Antolín aconsejan «inculcar a los txikis unas normas y no gritarles», así como, según Molinero, «ayudarles a sentirse cómodos y seguros». Todo sea para que se puedan erradicar las malas prácticas del deporte escolar y se pueda disfrutar de la natación en un entorno libre de agresiones físicas y verbales.