Expertos de la OCU explican por qué no hay que abusar de los palitos de cangrejo
También conocidos como surimi o chaca, contienen muchos ingredientes como almidón, agua, aceite, azúcar, aditivos y sal en exceso
Surimi, chaca o palitos de cangrejo. Son los tres nombres con los que se conoce a este ultraprocesado, un sucedáneo del pescado y marisco que se elabora con pescado triturado y otros muchos ingredientes como almidón, agua, aceite, azúcar, aditivos y sal. Es por este motivo por el que se aconseja limitar su consumo.
Expertos de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) han advertido que este producto «no sustituye al pescado ni aporta nutricionalmente lo mismo». «Si lo comparamos con una pieza de pescado, el surimi contiene mayor cantidad de hidratos de carbono (el pescado no tiene almidón), mucha más sal, menos proteínas y le faltan nutrientes como vitaminas, minerales y omega 3», arguyen en una información publicada en la página web de la entidad.
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Recuerdan, por tanto, que al tratarse de un ultraprocesado, su consumo debe ser «esporádico». La lista de ingredientes del surimi es muy larga, con presencia de aditivos, aromas y sustancias que no suele haber en una cocina doméstica. En concreto, advierten que se trata de «una bomba de sal». «A partir de 1,25% de sal se considera que el contenido de sal es alto. Pues bien, el surimi tiene un 1,8% de media», detallan.
Lo mismo ocurre en la elaboración de las falsas angulas, las colas de langosta y otros sucedáneos de pescados y mariscos, como los «chanquetes» enharinados. «Se venden sucedáneos de angulas «bajos en sal», pero, cuidado, tienen un 1,7% de sal, todo un despropósito...».
En la elaboración del surimi, la carne limpia del pescado se lava varias veces con agua fría: el resultado es una pasta de proteína de pescado blanca gelatinosa. Para conseguir la apariencia, textura, sabor y olor de un buey de mar, de unas angulas, chanquetes u otros pescados y mariscos a los que quieren imitar, se añaden muchos aditivos. «Es una forma de comer proteína animal, baja en grasas, pero con mucha sal y un alto grado de transformación debido al uso de aditivos (colorantes, potenciadores de sabor, gomas, etc.), jarabes, dextrosas o aromas. Por ello, no conviene tomarlo de forma habitual».
