Bodegas Baigorri, una visita al corazón del vino

El vino une. Y la visita de un nutrido grupo de suscriptores de EL CORREO ON+ a Bodegas Baigorri, en Rioja alavesa, fue un buen ejemplo de las bondades de tal afirmación en un marco de ambiente amistoso marcado por el deseo de saber más sobre la historia que hay tras él y sus formas de producción, desde las más antiguas hasta las más avanzadas. A Samaniego llegaron Ana García Fener, de Erandio, y Margarita Torres, vecina de Vitoria, a quienes las circunstancias de la vida separaron durante medio siglo para descubrir, asombradas, que fueron vecinas cuando eran unas niñas.

Fue la anécdota final de una provechosa jornada, en la que los visitantes (agraciados en un sorteo de EL CORREO) recorrieron las modernas instalaciones de Baigorri, diseñadas por el arquitecto Iñaki Aspiazu, y participaron en un almuerzo maridado con vinos de la bodega. La comida arrancó con una selección de entrantes: lasca de bacalao ahumado con alioli de ajo negro y aceites de cilantro, acompañado por un Baigorri Rosado 2017, un estofado de setas con romescu de avellanas y un toque de aceite de trufa blanca y un minitalo riojano acompañado de crema de queso D.O. Idiazabal, que los invitados degustaron con un Baigorri Blanco fermentado en barrica a baja temperatura, un blanco atípico y con mucho cuerpo. Según las suscriptoras Marta Rodríguez y Begoña López, «un vino diferente».

Tras los entrantes, pochas a la riojana maridadas con un Baigorri Crianza 2015, mientras que el Baigorri Reserva 2010, fue en el encargado de acompañar la carrillera de ibérico con habitas fritas, cebolla crujiente y una reducción de Pedro Ximenez. A la hora del postre, queso con tallarines de mango a la lima y tierra de galleta. «Todo buenísimo», admitieron varios participantes.

La jornada arrancó con un paseo por Samaniego, un atractivo conjunto urbano marcado por el carácter agrícola de la mayor parte de las casas y la monumental iglesia barroca de la Asunción. Este recorrido permite apreciar desde la distancia la imponente cúpula de cristal de Bodegas Baigorri, un edificio que se adentra casi 40 metros bajo tierra, el equivalente a 7 pisos, que se integra perfectamente en el entorno, y en cuyo interior se desarrolla todo el proceso de elaboración de sus vinos siguiendo los principios de la elaboración por gravedad.

Tal y como explicó Leire Gil, una de las Relaciones Públicas de la bodega, este proceso se lleva a cabo de manera vertical, incluso a la hora de realizar los remontados durante la fermentación alcohólica, evitando el uso de cualquier tipo de bombeo mecanizado. Leire explicó a los suscriptores de EL CORREO ON+ detalles de la historia de la Denominación de Origen Calificada Rioja y acerca del marco de actuación de Bodegas Baigorri, que elabora sus vinos con uvas provenientes de viñedo propio (30 hectáreas) y también de viñedo controlado (100 hectáreas).

Fueron muchas las preguntas formuladas por los visitantes, interesados en resolver sus dudas acerca del complejo y centenario proceso de cuidado de las cepas y elaboración de los vinos, así como las peculiaridades de la maceración carbónica. La visita finalizó en la sala de barricas de la sexta planta subterránea, donde los vinos Baigorri realizan la crianza, obteniendo ese equilibrio entre madera y fruta.

Una copa de Baigorri Rosado y un picoteo a base de cecina animaron el final de la visita. Los suscriptores disfrutaron de las sensacionales vistas que ofrece el edificio sobre el campo riojano alavés, antes de adquirir un estuche con los caldos que bebieron durante el almuerzo.