Las uvas, más allá del vino
Es tiempo de vendimia. Las uvas llegan a nuestra mesa con su notable aporte de minerales y sus propiedades depurativas
Jesús Lens
Viernes, 22 de septiembre 2023, 18:20
Es una de las frutas, junto a la manzana, que más presente está en la cultura mediterránea. La uva, fruta bíblica por excelencia, forma parte de nuestra vida en forma de fábulas y metáforas, dichos y refranes, como icono pictórico y como elemento simbólico. Cuenta la leyenda que la tradición de las uvas de la suerte arrancó en 1909, año de abundante cosecha. Los productores prepararon paquetes de 12 uvas con el reclamo 'Uvas de la suerte', una por cada mes del año, pero está documentado que la tradición es anterior.
Estamos en tiempo de vendimia, pero hoy hablamos de la uva más como fruta que como el ingrediente esencial del vino. «¡Menudo desperdicio!», pensará más de uno. Pero al Dios Baco lo que es del Dios Baco y al César lo que es del César que hablamos de una fruta rica y sabrosa con múltiples propiedades.
Para empezar, y a pesar de su sabor dulce, ni aportan muchas calorías (70 kcal por cada 100 gramos) ni presentan un índice glucémico elevado. De hecho, su ingesta colabora a la regulación de los niveles de glucosa en sangre. Recordemos que el 80% de esta fruta es agua, que tiene propiedades depurativas y contribuye a limpiar el cuerpo. Los órganos que más se benefician de una ingesta habitual de uvas, por tanto: el hígado y los riñones. Imprescindibles para quienes sufren de gota y altas dosis de ácido úrico.
De asimilación rápida, suman hidratos de carbono al cuerpo y vitamina C y son ricas en minerales, que las uvas pueden presumir de atesorar potasio cobre y hierro, sobre todo, aunque también incluyen calcio, fósforo, magnesio, manganeso, azufre y selenio. ¡Ahí es nada!
Y no nos olvidemos de los Antis: las uvas son antioxidantes –sobre todo las negras– y contribuyen a combatir el envejecimiento y las arrugas. Tienen propiedades antiinflamatorias y contribuyen a cuidar la vista.
La uva en cocina
Más allá de comerlas al natural, bien como postre o como complemento dulce de bocados salados; las uvas tienen otras muchas aplicaciones en cocina. Acompañan estupendamente a las tablas de quesos y, sumergidas en el ajoblanco, aportan dulzor y frescura. En las ensaladas también son bienvenidas. Es ingrediente particularmente adecuado para la elaboración de salsas para carnes como el pato o el solomillo. Salteadas con un poco de AOVE hasta que se caramelizan y con una pizca de pimienta y sal, las uvas sirven como guarnición. Las uvas pasas se merecen una entrega completa de esta sección por sí mismas. Tan sólo recordaremos que se trata de una modalidad de fruta deshidratada que se hace con las uvas secas, lo que permite que se conserven mucho más tiempo… a la vez que incrementa notablemente su nivel de azúcar, pero siguen siendo igualmente buenas para la salud. Para salsas en guisos de carne y como complemento dulce en platos de arroz y cuscús; en ensaladas y en los populares 'revoltillos' de frutos secos son estupendas.