Borrar
Elena Sierra, Ainara Garay, Edna Bermejo, Elena Rodrigo, Ana Gresa, Loli Casado, Iraia Iturregi y Elena García participaron en el coloquio. Mireya López

Mujeres y vino: Ellas producen, comercializan y beben

La Asociación de Sumilleres de Bizkaia reúne a 8 mujeres para visibilizar la aportación femenina al mundo del vino y debatir sobre el futuro

Sábado, 8 de marzo 2025, 13:17

La Asociación de Sumilleres de Bizkaia volvía a celebrar esta semana una cata especial con motivo del 8 de marzo para mostrar la «diversidad» en un sector en el que hay bodegueras, enólogas, ceramistas, expertas en gastronomía y divulgadoras, amantes del vino que fueron futbolistas y hasta mujeres que se dedican a dar a conocer el producto español en un mercado tan diferente como el sueco. Todo eso en un mundillo que hasta no hace tanto era solo masculino. Ya desde el comienzo quedó a la vista una de las grandes realidades: Edna Bermejo anunció que tenía que irse pronto a recoger a las niñas. Alguien lanzó que eso no lo habría dicho un hombre...

Lo que sí que ellos han dicho mucho es que mejor no llevar a la hija al viñedo. Se lo decían al padre de Bermejo en Yécora. Y él hacía oidos sordos. Con el tiempo, Edna se formó como enóloga. Trabaja en Itsasmendi. Cuando entró allí con 23 años, todavía se notaba que la gente «no confiaba» en su palabra por ser mujer y joven. «En 10 años ha cambiado la perspectiva, ya no se busca tanto esa figura seria, masculina». Suya es la idea de elaborar el Batberri, un txakoli hecho a la manera del vino que ella lleva en su ADN: maceración carbónica, fermentación maloláctica, fermentado con sus pieles de hondarrabi zuri para obtener todos sus aromas.

Eloisa Fernández presenta a las invitadas. Mireya López

Elena García, licenciada en Químicas, Máster de Viticultura y Enología por ETSIA de Madrid, habilitada como enóloga desde 2006 y con 30 años en el sector, reconoce que algo ha cambiado pero que aún falta. «Antes las mujeres solo estaban en administración, en laboratorio, y el hombre era director técnico, enólogo y cabeza visible. Ahora veo enólogas... porque son las dueñas de las bodegas, porque quieren hacer algo diferente. El resto son equipos masculinos». Es cosa de casi todas las denominaciones del mundo. Como pertenece al comité de cata de Bizkaiko Txakolina, a ella le correspondió presentar el Garena 2023, el txakoli institucional de esa añada.

Diversidad

Loli Casado, bodeguera, es una de esas pocas al frente del negocio. Ligada a la viña desde pequeña –lo primero que le regaló su abuela «fue una Olivetti para hacer las facturas»–, estudió Enfermería y asegura que hay un nexo entre sus profesiones: el cuidado, de personas y de uvas y vinos. Desde el año 2000 la bodega está a su nombre, en 2005 sacaron el primer vino «nuevo» –un monovarietal de Graciano– y solo hace tres años la primera etiqueta con 'Loli Casado'. Para la cata llevó dos elaboraciones. La primera, el Polus Viura. «Recogida manual, despalillado, 36 horas con sus pieles en depósito».

El segundo fue el tinto Finca Los Tapiales, de la línea Loli Casado, de la viña más antigua que tienen y que debe su nombre a cómo se señalaban, en tiempos de su abuelo, los límites entre viñedos. La cosa es que me tocó hablar a mí, y elegir entre libros y vinos. Sin duda, libros, porque gran parte de lo que he aprendido lo he aprendido a través de ellos, pero en el sector del vino se comprueban muchas lecturas, desde los éxodos rurales al cambio climático, de la tradición a la innovación, y hace posible beberse la historia y el paisaje.

La presidenta de la Asociación de Sumilleres de Bizkaia, Iratxe Rementeria, sirve uno de los vinos de la cata. Mireya López

Elena Rodrigo pasó años en la Acción Internacional Humanitaria y la gestión de ONGs y en la pandemia decidió quedarse más cerca de casa. «Por la conciliación». En 2022 se incorporó al equipo de la guía Macarfi, de la que lidera la gestión en País Vasco, La Rioja y Cantabria. De un sector de hombres a otro, en el que puede ocurrir que en una entrega de premios todos los que suben a recoger el galardón sean señores «y eso que en la guía el 80% somos mujeres». En su copa, el Rias Baixas Quinta da Couselo, surgido de suelos de esquisto.

La exfutbolista Iraia Iturregi poco podía beber cuando jugaba en el Athletic –15 temporadas– pero como entrenadora la cosa ha cambiado. «Y si pudiera volver atrás, habría empezado antes porque disfruto un montón de vino. En las reuniones familiares nunca falta un brindis». Para ella se descorchó O Godello. Y para Ainara Garay, cuyas creaciones cerámicas están en una treintena de grandes restaurantes, se sirvió un Enate Merlot. Trabaja sola, hace todas las piezas a mano y «tienes que llevar tantas cosas que la maternidad hubiera sido imposible». Tiene claro que en su caso «no influye el género, habla el producto».

Ana Gresa, que ha hecho su carrera trabajando en la introducción de vinos españoles para el mercado sueco (con el monopolio, un sistema de venta muy distinto que solo hay en cinco países), sí ha vivido alguna situación de machismo –como que en las ferias se dirigieran a su marido y no a ella, que era el contacto real– pero no en Suecia. En su ámbito trabajan muchas mujeres. Presentó a los asistentes un garnacha 100% de la cooperativa de dos pueblos del Montsant. «El terroir manda».

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo Mujeres y vino: Ellas producen, comercializan y beben

Mujeres y vino: Ellas producen, comercializan y beben