Alemania suspende por dos años la reagrupación familiar de refugiados a los que se les ha denegado el asilo
El Estado germano busca aliviar la carga de los ayuntamientos, que cada mes se veían obligados a alojar y brindar manutención a un millar de personas con vínculos directos con esos refugiados
El Bundestag, el Parlamento federal, ha aprobado este viernes la suspensión temporal durante los próximos dos años de la acogida de familiares de un determinado ... grupo de refugiados en Alemania como medida para frenar la migración desmedida y con el fin de descargar a los ayuntamientos, responsables en última instancia de proporcionar un hogar y el suministro de alimentos y productos de primera necesidad a esas personas.
De la medida se ven afectados los llamados refugiados subsidiarios que han sido rechazados como asilados, pero que no son deportados a sus países de origen ante el peligro de ser detenidos, sometidos a torturas e incluso asesinados al retornar a los mismos. Hasta un millar de familiares directos de esos refugiados, padres, parejas matrimoniales e hijos, recibían hasta ahora mensualmente permiso para trasladarse a Alemania.
El proyecto de ley recibió los votos de la mayoría parlamentaria de los partidos de la coalición que dirige el canciller federal, el conservador Friedrich Merz. Es decir de la Unión Cristianodemócrata y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CDU/CSU) y el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Pero también contó con el respaldo de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). En contra votaron la oposición de Los Verdes y La Izquierda.
La suspensión afecta a unos 380.000 refugiados, en su mayoría sirios y solo habrá contadas excepciones para casos extremos. El ministro federal del Interior, el socialcristiano Alexander Dobrindt, subrayó antes de la votación que la iniciativa tiene como fin dirigir y limitar la migración a Alemania. «Esta es tarea de la presente legislatura», afirmó Dobrindt, cuya intervención se vio acompañada de múltiples abucheos desde la oposición.
La ultraderecha describió la legislación propuesta por la coalición como un «pequeño paso en la dirección correcta», que por tanto apoya consecuentemente. Su secretario parlamentario, Bernd Baumann, dijo que Dobrindt había adoptado ideas de AfD. Clara Bünger, portavoz de política de refugiados del grupo parlamentario de La Izquierda, afirmó que la alianza de Gobierno persigue una «política misántropa de disuasión».
«Despiadada»
La suspensión de la reagrupación familiar es «despiadada», criticó a su vez Marcel Emmerich, portavoz de política interior del grupo parlamentario de Los Verdes. Sin sus familias, los refugiados carecen a menudo del apoyo emocional necesario para integrarse con éxito en la sociedad alemana, afirmó el representante de los ecologistas.
Los representantes del SPD admitieron en el Bundestag que les resultaba difícil votar a favor de la ley, pero que querían aprobarla por disciplina de coalición. La Comisaria para la Integración del ejecutivo federal, la socialdemócrata Natalie Pawli, afirmó que hay que abandonar de una vez el «debate negativo» sobre la inmigración y aseguró que ésta también ofrece oportunidades a la sociedad alemana.
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