Últimos trámites para la puesta en marcha del autobús en Haro

El autobús urbano de Haro está más cerca de retomar su funcionamiento, después de tres años de ausencia. El próximo martes se celebrará el pleno ordinario del mes de marzo, en el que se tramitará la aprobación del expediente de contratación del servicio. Se trata del trámite previo a la licitación de este servicio público, cuyo presupuesto es de 652.399 euros para un total de 5 años.

La concejala de Servicios Generales y Medio Ambiente, Arantxa Carrero, señaló que «tras varios meses de trabajo y respetando todos los plazos administrativos imprescindibles para la tramitación de este servicio municipal, por fin llega este momento tan esperado por todos. Su puesta en funcionamiento será una realidad próximamente».

El servicio desapareció durante los meses más duros de la pandemia y desde el Consistorio explicaron que su ausencia estaba causada por la finalización del contrato y, dadas las restricciones impuestas por la pandemia y por seguridad para sus ciudadanos, se decidió no renovarlo y reanudarlo con posterioridad con mejores condiciones y más adecuado a las demandas de los ciudadanos.

Pero ya han pasado tres años sin él, una espera muy dilatada que ha pasado por varios trámites destacables.

En marzo de 2022, el Consistorio encargó la elaboración de un informe de viabilidad por un importe de 6.000 euros y, al mes siguiente, lanzó a través de la página web municipal un cuestionario a los ciudadanos para conocer su opinión sobre los trayectos.

En el mes de septiembre, el Ayuntamiento anunció, después del informe y el cuestionario, que el nuevo autobús recuperará el antiguo recorrido a lo largo de 15 paradas distribuidas por la ciudad: Siervas de Jesús, Barrio de las Bodegas, plaza de la Paz, teatro Bretón, basílica de la Vega, Villa Begoña, hogar Madre de Dios, estadio de El Mazo, la guardería, IES Ciudad de Haro, avenida Juan Carlos I, centro de salud, residencia Los Jazmines, parque de Iturrimurri y Linares Rivas.

Además, el itinerario elegido contempla servicios a demanda de los polígonos industriales y las zonas de las bodegas y que algunas frecuencias sean dirigidas a la zona de la Atalaya y al cementerio municipal.