Haro, campeón corazonista

Haro celebró la olimpiada del colegio Sagrado Corazón Corazonistas en cada rincón de la ciudad. Más de 200 niños y sus familias llegaron desde Alsasua, Barcelona, Madrid, Puente la Reina, Rentería, Mundaiz, Valladolid, Vitoria, La Mina y Moncayo.

Tres días de auténtica convivencia, ya que más de la mitad de los jugadores (de fútbol y minibasket) se alojaron en las casas de familias jarreras donde estrecharon lazos que perdurarán con el paso de los años.

Un evento que, hasta la llegada del covid, se celebró durante 37 ediciones de forma consecutiva. En el año 2020 le tocaba el turno a Haro, y ha sido necesario esperar hasta 2023 para estar libres de restricciones sanitarias.

Es el tercer año que Haro acogía la competición, y albergar una celebración de esta magnitud fue una gran responsabilidad y un reto que los jarreros asumieron de forma más que satisfactoria y los participantes se llevaron un gran recuerdo de la hospitalidad riojana.

En esta ocasión, uno de los equipos anfitriones, el Haro A, consiguió alzarse con la victoria en Minibasket, proclamándose campeones de la olimpiada tras un durísimo encuentro ante las jugadoras de Madrid que siempre estuvieron pisando los talones a las jarreras.

En fútbol, los participantes de Haro alcanzaron un meritorio cuarto puesto en una clasificación también muy disputada, en la que se alzó con el título el equipo madrileño. Se da la circunstancia de que Haro no ganaba las olimpiadas desde el año 2001, por lo que el colegio de Bretón de los Herreros y sus aledaños se convirtieron en una auténtica fiesta durante todo el domingo. El viernes llegaron los participantes y se desplazaron hasta la plaza de la Paz donde fueron recibidos por la corporación municipal y su alcaldesa, Laura Rivado, quien les ofreció una bienvenida en los soportales del Ayuntamiento.

Posteriormente todos los participantes en la olimpiada acudieron a la basílica de la Vega, donde realizaron una ofrenda a la patrona de Haro.

Comenzaron las competiciones y el colegio albergó una emocionante gala inaugural, con actuaciones y el encendido del pebetero a bordo de un caballo.

El sábado, tras los encuentros matutinos, se celebró una fiesta por la tarde en el patio del centro con espectáculos Krossko e hinchables. El domingo fue el turno de las finales y la entrega de trofeos, que culminó con una paellada de hermandad.