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Un «sube y baja» de 42 kilómetros para acabar cruzando la meta llorando de la emoción. La influencer Verdeliss, Estefanía Unzu en la vida real, finalizó el pasado lunes por debajo de las 3 horas la maratón de Boston, la más antigua del mundo, y así completó el circuito de las seis principales carrera de esta distancia del mundo, las conocidas 'Six Majors'. Este viernes, cuatro días después de «cumplir un sueño», la creadora de contenido y madre de ocho hijos ha compartido en redes sociales el 'inside' de la carrera. «Qué ganas de llorar», decía mientras se secaba las lágrimas.
Verdeliss ya había cruzado antes la meta de Nueva York, Londres, Berlín, Tokio y Chicago. Hizo lo propio el lunes en Boylston Street con un crono de 2 horas 59 minutos y 46 segundos, según el tiempo oficial facilitado por la organización. Supone correr cada kilómetro a un ritmo de 4 minutos y 15 segundos. Un buen tiempo, lejos de su mejor marca personal en Valencia (2 horas y 49 minutos), pero lógico por la dureza del recorrido.
Tras cruzar la línea de meta, la influencer se mostró muy emocionada. «Es un sueño, otro para la saca», confesaba recordando a «la pequeña Estefi» en sus inicios en el atletismo. Durante toda la prueba, se grabó en modo selfi. También a la hora de recoger la medalla de 'finisher', la «más bonita», y la posterior insignia de las 'Seix majors'.
La carrera de Massachussetes oculta varias curiosidades, algunas de ellas la propia Verdeliss las fue desgranando mientras corría. La primera es que siempre se celebra el lunes con motivo del Día del Patriota, en lugar del domingo, lo más habitual en el resto de maratones. Y la segunda, no es computable un récord del mundo a pesar de su prestigio. ¿El motivo? Incumple dos normas de World Athletics: la diferencia de altitud sobre el nivel del mar entre salida y meta no puede superar los 42 kilómetros, ni tampoco estar separados por más de 21 kilómetros de distancia. Los atletas madrugan para coger un autobús de la organización y tomar la salida en Hopkinton, una pequeña localidad a 42 kilómetros Boylston Street, la calle central de Boston donde se ubica la llegada y que sufrió el atentado de 2013. Desde la salida, atraviesa varios pueblecitos al más puro estilo americano, atestados de espectadores que jalean a los participantes.
Verdeliss mostró mientras esperaba en Hopkinton el bocata previo a la carrera que se tomó. También cómo se hidrataba en los avituallamientos y el calor del público. El circuito es un rompepiernas en toda regla, algo que la propia corredora deja claro. Comienza con un ligero desnivel, pero poco a poco van afrontando cuestas considerables, con el punto más duro en un momento crítico, en el kilómetro 32. Cuando los corredores notan los efectos del muro, llega la emblemática cuesta de Heartbreak Hill, la 'rompecorazones'. «Superada», exclamaba desde el punto más alto de la prueba.
Desde su primera edición en 1897, la carrera ha sido escenario de varios hitos. Por ejemplo, sobre su asfalto Kathrine Switzer (promotora de la paridad de participantes en la Behobia) fue la primera mujer en completar un maratón de forma oficial con dorsal. Eso sí, lo hizo haciéndose pasar por un hombre en la inscripción al utilizar tan solo sus iniciales. La foto de un organizador de la carrera intentando pararla en plena carrera es historia del atletismo. Era 1967 y, cinco años más tarde, Boston abrió la competición para mujeres.
Verdeliss ha conseguido completar las 'Six Majors', el circuito de las seis maratones más importantes del mundo . A Boston se suman Nueva York (2 horas 59 minutos), Berlín (3:05), Chicago (2:56), Londres (2:59) y Tokio (3:06). A ese listado se ha unido este año una séptima, Sidney, pero la organización ha decidido continuar reconociendo con una medalla particular la realización de las seis originales de manera independiente. La idea a futuro es que sean nueve pruebas.
La alegría para Verdeliss llega tras el severo mazazo que sufrió en Venecia. Allí abandonó por primera vez una carrera el pasado domingo 13 de abril. «¿Se siente como una derrota? Elevada a la máxima potencia, es la primera vez en mi vida que me retiro de una carrera», reconocía la influencer navarra tras ver frustrado su primer intento para ser atleta internacional y representar a España en el Campeonato del Mundo de Larga Distancia de 24 horas. Tuvo que parar en su intento de conseguir la marca mínima necesario en la ciudad italiana. Necesitaba correr 128 kilómetros en 12 horas. Y su cuerpo dijo basta.
Verdeliss anunció días antes que su nueva ilusión era ser atleta internacional y representar a España en el Campeonato del Mundo de Larga Distancia de 24 horas. Para hacerse un hueco necesitaba salir airosa de esta carrera, con la marca mínima en el bolsillo. Y salió cruz. Queda por saber si buscará volver a intentarlo en otra competición cuya marca sea válida para la gran cita, fechada en el calendario para mediados de octubre.
Tras su reto de siete maratones en siete días y su récord nacional en la distancia de 100 kilómetros ruta, la navarra optaba a colarse en el Campeonato del Mundo de Larga Distancia de 24 horas que se celebrará en la localidad francesa de Albí los próximos días 18 y 19 de octubre. «En esta era deportiva he conseguido todo lo más grande. Campeona de España, récord de España... No he sido internacional y me gustaría apostar por ello», explicaba antes del chasco.
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