La jueza imputa al hijo de Isak Andic en la investigación por la muerte de su padre

Jonathan Andic deja así de ser testigo y tendrá que volver a prestar declaración. Los indicios, según fuentes cercanas al órgano judicial, apuntarían a la participación en este presunto delito del vástago del empresario más rico de Cataluña, única persona que le acompañaba cuando se produjo su muerte.

La razón de este viraje en las pesquisas judiciales radica en los indicios logrados por los agentes. Las fuentes consultadas reconocen que todavía no hay pruebas concluyentes, pero sí incongruencias en las declaraciones realizadas por el hijo de Andic que han despertado las sospechas policiales.

La principal duda se plantea al comparar las dos declaraciones realizadas por Jonathan Andic. En la primera pueden entenderse ciertas incoherencias, ya que se realizó inmediatamente tras la muerte de su padre y se asume que podría hablar bajo un fuerte impacto emocional. Entonces explicó que caminaba por delante de su padre cuando el industrial, por causas que se desconocen, perdió el equilibrio. Según declaró su hijo, escuchó ruido de piedras y arena caer y al girarse lo que vio fue que su padre se precipitaba al abismo.

En su segunda versión, sin embargo, saltaron las alarmas. Realizada con tiempo de por medio y, sobre todo, mayor tranquilidad psicológica, el testigo incurrió en numerosas contradicciones y relató hechos que no coincidían con los resultados de las inspecciones realizadas en el lugar del siniestro por el servicio de montaña de la policía autonómica catalana.

Por si fuera poco, las sospechas se dispararon al escuchar el testimonio de Estefanía Knuth, golfista profesional y pareja sentimental de Isak Andic en sus últimos años. La mujer habría remarcado en su interrogatorio las malas relaciones que mantenían padre e hijo.

Comunicado de la familia

Ante estas declaraciones, los Mossos decidieron revisar las circunstancias exactas de lo ocurrido, ya que no les cuadraba que la caída se hubiese producido en un sendero tan poco peligroso. Y no dudaron en solicitar la geolocalización de los móviles tanto del progenitor como de su vástago, e incluso requirieron a Google imágenes del lugar en ese momento. Con su imputación, los investigadores ya podrán examinar de forma exhaustiva su terminal móvil para poder analizar su posicionamiento en aquella fecha y buscar nuevas pistas ya que, diez meses después del suceso, ninguna prueba indica que lo ocurrido pueda tratarse de un homicidio.

Con todo, la correlación de estas pesquisas ha permitido dar cuerpo a una instrucción que la jueza ha decidido decretar bajo secreto de sumario para no perjudicar las investigaciones. El entorno de la familia aseguró que «no ha hecho ni hará comentarios» sobre el caso, pero remarcó su «respeto con las diligencias que se han practicado al respecto y seguirá colaborando como hasta ahora con las autoridades competentes».

Lo que si tienen claro, insisten, es que «se demostrará la inocencia de Jonathan», quien entró en Mango en 2005 pasando por varios departamentos para conocer mejor la compañía hasta su ascenso como número dos del consejo. Aunque mantiene esa vicepresidencia, en marzo dejó todas sus funciones ejecutivas en la firma textil para centrarse en la gestión del 'holding' societario familiar.