Borrar

La enfermedad mental que no pudo torear Morante y le lleva a una inesperada retirada

El diestro se apartó de los ruedos hasta en cuatro ocasiones durante su carrera por, entre otros motivos, los problemas derivados de un «trastorno disociativo» que arrastra desde hace dos décadas

Lunes, 13 de octubre 2025, 09:10

Comenta

José Antonio Morante Camacho (Sevilla, 1979), más conocido como Morante de La Puebla, sorprendió a todos los presentes ayer en Las Ventas cuando se llevó las manos a la cabeza y se cortó la coleta. El símbolo que caracteriza a los toreros y que anuncia su retirada de los ruedos. Eran las 19.37 horas y el sevillano comunicaba su adiós entre lágrimas y después de cortar dos orejas a su segundo toro de Garcigrande en la corrida celebrada en el coso madrileño por el día de la Hispanidad.

El inesperado anuncio sobrecogió al tendido. Los más de 20.000 espectadores que se dieron cita en la plaza, y los otros miles que siguieron la corrida por televisión, se llevaron las manos a la cabeza, en shock, antes de rendir tributo al que ha sido, según los más entendidos, el mejor torero del siglo XXI. Con gritos de «torero, torero» y «José Antonio Morante de La Puebla», el diestro salió por segunda vez en su carrera por la puerta grande de Las Ventas y fue llevado en volandas hasta la furgoneta que le esperaba a un centenar de metros de la plaza.

El adiós parece definitivo aunque en el mundo del toreo y, especialmente con Morante, nunca se sabe. El diestro sevillano ya anunció a lo largo de su carrera varias retiradas temporales y otros largos parones motivados especialmente por los problemas de salud mental que arrastra desde hace dos décadas.

Morante confesó hace unos meses que sufría «un trastorno disociativo». «Es una enfermedad muy compleja, muy triste y muy dolorosa», explicó entonces. Una dolencia que le diagnosticaron cuando tenía 22 años y a la que hace poco más de dos se le sumó un cuadro depresivo mayor, lo que motivó su empeoramiento. Esto le obligó a someterse a una terapia de electroshocks que le provoca una amnesia transitoria. Le ha borrado el recuerdo de algunos de los más célebres momentos de su trayectoria.

Nunca llegó a cortarse la coleta, pero la primera vez que lo dejó fue en 2004, seis años después de tomar la alternativa, cuando le diagnosticaron un problema de salud mental del que se trató en Miami. «Psicológicamente es imposible volver a torear», afirmó hace casi 22 años. No se conoció hasta hace unos meses que aquello era algo más que una depresión.

Volvió a los ruedos año y medio después, aunque para desgracia de los apasionados del toreo, el diestro volvió a hacer un parón en su carrera en 2007. Esta vez por «confusión y desaliento» con la profesión. Parecían olvidados los problemas de salud mental y su desencanto con el mundillo hasta que en 2017, el diestro renunció de nuevo. En pleno mes de agosto afirmó que se retiraba de los ruedos por «aburrimiento» ante un sistema «que va en contra del toreo de arte». A Morante no le gustaban los 'nuevos' toros, más grandes de lo habitual. No fue aquel un buen año para el de La Puebla, que en El Puerto de Santa María explotó y abandonó la profesión por la puerta de atrás. Sin embargo, en mayo del año siguiente volvió a Cádiz, a Jérez, para reaparecer y vivir los mejores años de su trayectoria.

Corta un rabo en la Maestranza

En 2021 recibe el Premio Nacional de Tauromaquia y dos años después corta un rabo en la Maestranza de Sevilla convirtiéndose así en el primer torero que lo lograba en medio siglo. Pero los problemas de salud mental volvieron a llamar a su puerta. Tras un 2023 histórico, Morante dio síntomas de estar pasando por un mal momento cuando recogió con muchas dificultades para expresarse el Premio Andalucía de Tauromaquia. Unos meses después se conocería que el de La Puebla había sufrido un agravamiento de la enfermedad que arrastra desde hace dos décadas. Entonces se dijo que padecía depresión aunque en realidad el diagnóstico fue un trastorno disociativo.

«No responde a los antidepresivos y además en los últimos días le hemos hecho pruebas de todo tipo. Le fallaban las piernas y se quedaba como sin fuerza», explicó su apoderado Pedro J. Marques. Esta vez el parón fue breve. Volvió en verano, hasta que una cornada le obligó a interrumpir definitivamente su temporada hasta este 2025, cuando ha firmado un año espectacular.

El pasado mes de junio, en la corrida de Beneficencia celebrada en Las Ventas, Morante cortó una oreja a cada toro de su lote y abrió por primera vez en su trayectoria la puerta grande de Las Ventas. Lo volvió a hacer ayer por la tarde aunque, esta vez, todo apunta a que fue la última vez.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo La enfermedad mental que no pudo torear Morante y le lleva a una inesperada retirada