Viva Belgrado llevan al límite su propuesta de hardcore gritón
El público ha gozado de una tormenta de guitarras sucias, de golpes de batería a todo trapo y de la voz y textos exquísitos de Cándido Gálvez
La carpa Johnnie Walker sigue resultando un escenario un tanto incómodo por el sonido regulero y el bochorno que se acumula en su interior. Pero ... nada de esto estropeó la actuación de los cordobeses Viva Belgrado, una de las bandas nacionales más en forma que este sábado volvió a demostrar su poderío a base de hardcore y shoegaze, propuesta que llevaron al límite en un concierto medidísimo, sin parones entre canción y canción y sin dirigirse al público.
El público congregado a media tarde en la carpa sabía a lo que venía: a gozar de una tormenta de guitarras sucias, de golpes de batería a todo trapo y de la voz y textos exquísitos de Cándido Gálvez, poeta atormentado y voz de una generación baqueteada por los devenires de la vida en tiempos de crisis económica y moral.
Ejemplo de ello, el primer tema, 'Una soga', trallazo filosófico con versos como «vivan el vaporwave, los casetes y el alcohol» que ha provocado la primera sacudida a los asistentes. Acto seguido, han tirado por derroteros más shoegaze y de melodías pop en 'Cerecita blues' y 'Chejov y las gaviotas', antes de regresar al hardcore punk irrefrenable de 'Gemini', con ese estribillo de «mi mejor enemigo, es mi reflejo».
A continuación ha sonado 'Jupiter and Beyond the Infinite', una de las obras cumbre a nivel sonoro y letrístico de la música española de este siglo. Se echó en falta, eso sí, al rapero pucelano Erik Urano en la parte recitada, esa de «profeta y conspirador, joven Oteiza, ocupando tus espacios con este vacío».
Siguió el cuarteto andalúz deleitando con temas como 'Cristo de los faroles' y 'Un relato', oscilando entre el hardcore gritón de Touché Amore y el más melódico de los mejores Berri Txarrak –los de 'Payola', claro–.
Ya en la parte final del concierto han caido himnos existenciales como 'Vicios', el emotivo 'Shibari emocional' –«pajaro extraño que vuelas, bajo la lluvia estival» y 'Un tragaluz', coreado por todo el respetable. Un set redondo, corto pero intenso.
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