La tormenta trunca el concierto de Amaia en un BBK Live que logra sobreponerse al chaparrón

El Gobierno vasco había lanzado desde el jueves una alerta naranja por temporal –de hecho estaba anunciado para toda la Península–. Los asistentes a Kobetamendi se las prometían muy felices al ver cómo transcurría la tarde. Pero todo comenzó a torcerse pasadas las diez de la noche, cuando la lluvia hizo acto de presencia, lo mismo que los chubasqueros en el atuendo de los presentes. Las primeras señales de que la alerta naranja por tormentas iba a alterar la noche de conciertos llegaron cuando la artista de Pamplona estaba tocando el quinto tema de su espectáculo. Cuando versioneaba 'La Tarara' al piano en medio de su tema 'Nanai' tuvo que detener la actuación. Antes había arranca do con 'Tocotó', 'Magia en Benidorm', 'La vida imposible' y 'Dilo sin hablar'.

Los relámpagos habían comenzado su amenaza hacia las ocho de la tarde, cuando varias zonas de Euskadi ya estaban sufriendo los estragos del temporal. El sirimiri dio paso a fuertes lluvias, aunque el remate lo puso el viento. Las precipitaciones racheadas empaparon todo el escenario en el que Amaia estaba dando su segundo concierto en Kobetamendi en tres años. Apenas dos semanas antes había sido una de las estrellas del multitudinario espectáculo de BBK Ría con un escenario flotante sobre el agua.

«Me han dicho que tenemos que parar. Volveremos en cuanto se pueda», prometió Amaia, mientras en las pantallas la organización se informaba en castellano, euskera e inglés, que la actuación se había parado «debido a las condicones meteorológicas» y que se esperaba que la programación se reanudara «tan pronto sea posible». Aunque el cielo parecía tener otros planes para la cantante navarra.

Tuvo que cancelar el concierto y el escenario fue precintado. Todo parecía indicar que ni Polo & Pan (previstos para las 00.30 horas) ni Orbital (para las 03.00 horas) iban a tocar. Pero el cielo dio una tregua y ambos saltaron a las tablas del escenario San Miguel.

El escenario principal sí pudo acoger el concierto de Raye, aunque con al menos una interrupción. Los técnicos pidieron hacer una pausa para «reanudar los sistemas». Minutos después, la muchedumbre volvió a aclamar a la artista londinense. «Perdón, esto es horrible. Gracias por esperar a pesar del tiempo. Lo apreciamos. Intentaremos hacerlo lo mejor posible dentro de las posibilidades», dijo nada más regresar, pasada la medianoche.

La madrugada parecía encauzarse pasada la una, el escenario principal se encendía de nuevo para dar paso a unos de los platos fuertes de la segunda jornada: Bad Gyal. La mala suerte y los meteoros se cebaron con Amaia... y sin dudas con las miles de almas que soportaron las tromba de agua.

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