Los sonidos de la ciudad se echan al monte
El BBK Live ha realizado una fuerte apuesta por los ritmos urbanos en esta edición de 2025, con nombres como Bad Gyal, Nathy Peluso, Ca7riel y Paco Amoroso destacados en el cartel
Cada edición del BBK Live tiene una impronta diferente, con una vocación ecléctica y abierta a los nuevos sonidos que ha hecho que el festival ... vaya oscilando y evolucionando en géneros según avanzaba su trayectoria. El evento ha ido encadenando etapas -desde el rock inicial a los años del indie, para abrirse después a la electrónica y los DJs- y, de cara a este año, el estilo que destaca nada más echar un vistazo a su programación es el urbano.
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Hace unos años, cuando el panorama internacional estaba dominado por las guitarras, se hubiera hecho impensable escuchar reguetón en el recinto de Kobetamendi o que algunos de los grandes nombres del cartel practicaran el rap o el hip hop. En este 2025, este fenómeno se acoge con total naturalidad y, no solo eso, sino que buena parte del público del BBK Live va precisamente buscando a los artistas de esta corriente, que son los que hoy en día triunfan en plataformas y redes sociales, con millones de escuchas y visualizaciones.
Rosalía abrió la veda en 2019 en plena gira de su exitoso 'El mal querer' como cabeza de cartel de la segunda jornada de aquel año y, dado el éxito, la organización ha apostado de lleno por el camino de la nueva hornada de artistas urbano, tanto nacionales como internacionales. Este año es la consolidación de ese camino (pese a que siguen teniendo presencia en el cartel otros géneros como el indie, el pop o la electrónica), propiciando que el monte bilbaíno se llene de los mejores sonidos de ciudad.
De esta manera, lo urbano destaca a primera visto del cartel de 2025. Empezando por dos grandes nombres en el panorama internacional: la catalana Bad Gyal y la argentina Nathy Peluso. La primera de ellas es el pseudónimo bajo el que actúa desde hace una década Alba Farelo, que empezó con mixtapes en el mundo del underground barcelonés y versionando en catalán a Rihanna, para luego empezar a moverse en la incipiente escena urbana de finales de la década pasada.
La cantante de Vilassar de Mar –hija del actor y doblador Eduard Farelo– prontó empezó a llamar la atención con sus primeros temas propios, que se movían entre el trap emergente y el dancehall, y fue en 2017 cuando pisó la capital vizcaína por primera vez, en una actuación ante menos de un centenar de personas en la ya extinta sala Shake de Albia. La sigiente ocasión, siete años más tarde, fue en el Bilbao Arena ante miles de personas y agotando entradas. Entre medias, Bad Gyal se ha convertido en una artista superventas que protagoniza giras internacionales y ha hecho sus pinitos como actriz en series como 'Fanático' (Netflix), donde se interpreta a sí misma. Su arrollador directo convencerá seguro en un escenario del tamaño del de Kobetamendi.
Una estela similar ha seguido Nathy Peluso, cuya carrera tiene paralelismos con la de Bad Gyal. Peluso, nacida en Argentina pero emigrada junto a su familia a Torrevieja a principios de siglo, despuntó también en Barcelona en 2017 y ya comenzó a moverse entonces por festivales alternativos. Ya en 2020, con su primera largo, 'Calambre', dio un salto de gigante en su carrera, impulsada por el auge urbano y su mezcla de hip hop, trap, R&B y reguetón, de voz y mensaje poderosos. El éxito masivo en España le llegó con la bachata 'Ateo', junto a C Tangana, que no paró de sonar en el verano de 2021. Peluso llega ahora al BBK Live con la gira de presentación de su último disco, 'Grasa' (2024).



Otros compatriotas suyos, con quienes además Peluso ha colaborado, llegan a Kobetamendi con todos los visos de triunfar. Se trata de Ca7riel y Paco Amoroso, dúo formado por los porteños Catriel Guerreiro y Ulises Guerriero que se define como trap latino, experimental, electrónica, reguetón e incluso toques jazz. Esta amalgama de estilos, propia de la música urbana, les ha llevado a colaborar con el súperventas Bizarrap y a protagonizar uno de los cotizados Tiny Desk Concerts, que se hizo viral en las redes sociales y los lanzó al estrellato global con su estilo eminentemente bailable, que pondrá seguro patas arriba el monte bilbaíno en uno de los conciertos más esperados.
En una onda completamente diferente está la última incorporación de los conciertos principàles del recinto, la de los norirlandeses KNEECAP, una de las bandas más en forma del momento en la escena internacional y que han convertido su actual gira europea en un auténtico alegato contra la masacre en Gaza.
Los de Belfast, que alternan el rap y el hip hop con la actitud punk, son una de las propuestas más combativas y políticas, y su compromiso con diversas causas se refleja en unas letras en las que, entre otras cuestiones, llaman a la reunificación de Irlanda. Alternando el gaélico y en inglés en sus versos, su origen urbano y naturaleza contestataria ha atraido a un público fiel más allá de la juventud de la isla, cuyas preocupaciones están muy presentes en el mensaje del grupo.
Otro nombre internacional de los de arriba del cartel es Kaytranada, DJ y compositor canadiense de origen haitiano, afincado en Montreal y que promete una sesión de baile a base de R&B, hip-hop, funk y electrónica, a ratos más frenética y otros más de downtempo y medios tiempos atmosféricos. Sus raíces haitianas también se reflejan en algunos ritmos y matices caribeños presentes en su música, que ejerce de puente entre los ritmos urbanos y la electrónica de los países anglosajones.
Bielorruso de Fuenlabrada
Volviendo a las voces nacionales, en la parte media del cartel destaca Judeline, una de las propuestas más prometedoras en el ámbito urbano nacional, con casi un millón de oyentes mensuales en las plataformas digitales. En la estela de Rosalía, esta joven gaditana empezó apadrinada por el reputado productor Alizzz y fusiona pop alternativo con elementos de flamenco, trap, R&B, reguetón y sonidos árabes, creando un universo sonoro que combina la tradición andaluza con la producción contemporánea.
Otro perfil muy curioso es el de Rusowsky, nombre artístico de Ruslán Mediavilla, de madre bielorrusa pero criado en Fuenlabrada. Enmarca su música en el subgénero bedroom pop, ya que empezó con temas producidos de forma casera en su habitación sin apenas medios y lanzados vía internet. Después, ha dado el paso a la producción profesional y ha trabajado con artistas como C. Tangana o Nawja Nimri. 'DAISY', publicado en mayo, es su primer disco largo, y lo defenderá en directo en el BBK Live.
Por último, un nombre euskaldun que ha adquirido mucha relevancia en los últimos años a nivel nacional. Se trata del pamplonés Hofe (nombre bajo el que se esconde Igotz Méndez), en la onda de sus paisanos y amigos de Chill Mafia y del sonido de trap urbano que ha pegado fuerte en Navarra en los últimos años. Así, este representante de la nueva hornada de músicos en euskera (que alterna con el castellano) mezcla música electrónica, trap y letras punk. Una carrera in crescendo la suya con la que ha llenado ya salas como el Kafe Antzokia, con el paraguas de Oso Polita, el sello de Last Tour.
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