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Esperando a Grace (y que la lluvia no haga un bis)

En una segunda jornada de las de mirar al cielo, los fans de la artista jamaicana-estadounidense se sienten depositarios de un secreto precioso: «Su puesta en escena es excepcional, ella también»

Viernes, 12 de julio 2024, 22:13

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Grace Jones es un enigma. En realidad lo ha sido siempre, con esa apariencia de criatura llegada de otro mundo para desconcertar a los seres humanos, pero no íbamos a eso: Grace Jones también tiene mucho de enigma dentro del cartel del Bilbao BBK Live, es un nombre inesperado y extraordinario que no acaba de encajar en la red de tradicionales referencias festivaleras. Si hiciésemos una encuesta entre los asistentes a esta edición, no habría tantos que supiesen citar tres canciones de la diva jamaicano-estadounidense. Si la hiciésemos entre los asistentes menores de treinta años, nos encontraríamos más de una vez teniendo que explicar quién diablos es esa Grace. Y esas cosas se reflejan en el ambiente de la jornada: otras veces, la expectación ante un cabeza de cartel es algo más o menos generalizado, como una vibración que se acentúa a medida que llega la hora, pero hoy se detecta una especie de fractura entre los indiferentes y los que se sienten depositarios de un secreto precioso, casi como defensores de una fe.

No es lo único que ha caracterizado el segundo día del festival. Está también la lluvia que ha caído bastante duro por la mañana, con sus dos consecuencias: por un lado, han aparecido en el suelo de Kobetamendi el temible barro y también la paja que esparcen los organizadores para combatir los encharcamientos; por otro, la gente –-la multitud, digamos– ha tardado un poco más en decidirse a subir, no fuese a ser que las nubes hiciesen un bis. Pero la cosa ha estado animada desde el principio. De hecho, uno llegaba al recinto y se planteaba que Grace Jones lo iba a tener complicado para sorprender: en la carpa, Silitia descargaban su arrollador electropunk con atuendo inenarrable, algo así como un modelo de época con volantes y flecos y coronado por una especie de sombrero-paraguas, que tampoco iba mal con el día. En primera fila, bailaba un entusiasta con camiseta del pelotari Bengoetxea VI. En el segundo escenario, el cantante de EZEZEZ, con la cara pintada y camiseta de 'Eskerrik asko etortzeko', versionaba el 'No me amenaces' de José Alfredo Jiménez y lo enlazaba con el rock and roll psicótico de su 'I Don't Mind'. La verdad es que con conciertos así da gusto empezar.

Bernarda y San Isidro

Ya que hemos entrado en el terreno de la moda, el propio recinto podría ofrecer ideas a Grace para renovar su vestuario. Quizá le gustase, por ejemplo, una de esas camisetas con la leyenda 'El coño de la Bernarda' que llaman la atención por ahí... «Las hago yo», explica una de las portadoras, la catalana Raquel Miguel. Y... ¿por qué? «Porque es una expresión muy usada pero la gente no sabe que viene de una santera de la Alpujarra a la que se le apareció San Isidro y...». La explicación es más larga, pero quizá sea mejor que nos detengamos ahí para no sobresaltar a los lectores sensibles. «Albert Pla, al que vamos a ver luego, es de Sabadell como yo y tiene una», publicita Raquel. Tampoco está mal el vestido de damisela y la peluca de rizos pelirrojos con los que una cuadrilla inglesa ha traído al sufrido amigo que se casa. También ellos presumen de paisanaje: «Ayer vimos a The Prodigy, que son de Essex como nosotros, y fue algo asombroso, ¡daba hasta miedo! Mi abuelo, por cierto, era de Bilbao y se marchó a Inglaterra tras la Guerra Civil», explica el novio, Jon.

-¿Jon, en euskera?

-No, Jon de Jonathan. Qué bien, ¿en euskera se escribe así?

¿Cómo se distingue a un fan de Grace Jones? Los primeros intentos, confesémoslo, han sido errados. «No la conocemos», niegan Frank Báez y Taylor González, una pareja vistosísima llegada de Miami. Vaya, les resultará extraño este mal tiempo... «Me encanta que no haga solazo», replica Frank, aunque de aquí se van a Ibiza y parece que eso también le va a gustar. Para ellos, la estrella del día sonKhruangbin, pero se están acercando al segundo escenario fascinados por el sonido de la voz de María José Llergo. «¡Es increíble eso que se oye!», se entusiasma Taylor mientras busca el nombre de la artista en su móvil. Otro fallo: Fernando Briz es de Bilbao y Esther García, de Ciudad Real, pero viven precisamente en Ibiza. ¿No estarán a pie de escenario principal esperando ya a Grace? «No, esperamos a Khruangbin, que tocan antes». ¡Vaya con Khruangbin! ¿Son ustedes muy melómanos? «Hay una frase en 'Pulp Fiction', algo así como 'mi mujer es vegetariana y eso me convierte a mí en vegetariano'. Pues a mí me ocurre lo mismo con los grupos de música», se ríe Fernando.

–¿Y qué saben de Grace Jones?

–Que trabajó en 'Conan el Bárbaro' y en una de James Bond.

–Que cantaba 'Slave To The Rhythm'.

–Y que estuvo en el hotel Pikes de Ibiza, donde hacía las fiestas Freddie Mercury.

–Eso ya es un notable...

Mudo ante ella

¿Y los fans? Por ahí andan, desvelando su secreto a quien quiera escucharlos. «No hay nadie más grande que Grace Jones: por lo transgresora, por lo sincera, por la calidad en su música, en su actitud y en su estilo de vida. Sigue siendo esclava del ritmo. Es icónica, es una leyenda», se lanza el barcelonés Toni Bass, que pincha por la tarde en Lasai. ¿Sonará Grace en su sesión? «Sí, voy a poner 'Williams Blood'», desvela el DJ, que se llevó un alegrón al saber que le tocaba compartir jornada con la estrella: «Fue casualidad. No sé si podré conocerla o no. Mejor que no, porque me quedaría mudo ante ella». El madrileño Pablo Arco plantea otro enfoque: «Es la primera 'mocatriz' de la historia: modelo, cantante y actriz. Pero vaya pose, vaya personalidad...». La toledana Cristina Pérez elogia «lo que representa, con esa imagen andrógina, pionera en cuestiones de género». Y el mallorquín Toni Gelabert lanza un aviso: «La gente que no la conoce no sabe lo que va a ver y se va a quedar asombrada. Es una puesta en escena excepcional, ella misma lo es».

Pero también en Bilbao cuenta con su afición, como Nagore Basoa (que tiene el apellido más apropiado para el BBK Live), el artista Eduardo Sourrouille y el editor Garikoitz Fraga. «Grace Jones siempre está bien. Hombre, en el Arriaga habría estado todavía mejor», propone Eduardo. «A mí no acaba de encajarme aquí: un festivalero me ha dicho que va a ir a verlo todo menos a ella», se indigna Nagore. «Es una musa y vuelve a ser inspiradora para nuevas generaciones», añade Garikoitz. ¿Y ya la han visto alguna vez en carne y hueso? «Actuando no –puntualiza Eduardo–. Yo la vi cuando presentó el libro en París, pero me hice un poco el chulo y no me acerqué». Ay, el enigma...

–Intimidará, claro.

–Intimidaban los cinco guardaespaldas que llevaba.

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