Carolina Durante tiran las muletas y regalan «la banda sonora de nuestras vidas»
Los madrileños se han coronado como el grupo de guitarras a seguir con un lisiado frontman que ha ofrecido una colección de hits incontestables
Hay artistas a los que la responsabilidad de ser cabeza de cartel se les queda algo grande –véase Bad Gyal el viernes–, mientras que otros ... tienen la vítola de 'headliners' aunque no lo sean. Ha sido el caso este sábado de Carolina Durante, que pese a que han actuado a las 8 de la tarde podían haber sido perfectamente la banda principal de la jornada.
Tienen tablas de sobra, un repertorio imbatible y un público incondicional y entregado en todas y cada una de sus canciones. A la altura está también su propuesta escénica y visual, recreando una oficina de los años 90 con todo tipo de elementos retro como ordenadores antiguos, teléfonos fijos e incluso un ascensor.
Con toda esta parafernalia han salido los 'cuatro chavales' madrileños, esta vez ampliados a seis –con guitarrista y teclista extra– y con un frontman, Diego Ibáñez, que estaba lisiado tras una operación de ligamento cruzado. No ha importado, ya que enseguida ha tirado por ahí las muletas para entregarse a fondo en una actuación de las más redondas que se recuerdan en las últimas ediciones del festival. «Si mi médico me viese ahora, no le haría ni puta gracia», ha confesado.
El bolo ha sido un no parar de temazos desde el inicio, con un punki 'Joderse la vida' que es también el arranque de 'Elige tu propia aventura', su tercer LP con el que han dado el salto a un merecido éxito masivo en España y Latinoamérica. Han seguido a ritmo frenético y de mala hostia con 'Aaaaaa#$!&' y 'Misil', con los primeros pogos formándose en las filas delanteras.
«Somos Carolina Durante, para quien no lo sepa», se ha presentado Ibáñez , antes de interpretar el hipnótico 'Tempo 2' dedicado al mítico garito de copas de Madrid. «Odiábamos las mismas cosas, nada une más que esto, el olor de la línea 5, y que la gente hable de sus sueños», reza el tema. Y de ahí al hardcore de 'Tomé café', con el cantante sirviéndose un espresso «ideal a las 9 de la noche para no pegar ojo».
Ha seguido el no parar de hits de estribillos coreables con 'Granja escuela' y 'Cayetano' –«ahora votan a Vox, antes a Ciudadanos»–, antes de dar paso a la parte pausada del concierto, para la que ha salido a escena una sección de cuerdas y un trompetista que han acompañado a la banda en la sensiblona 'Elige tu propia aventura', de letra emo depresiva y uno de los momentos álgidos de la tarde. La misma instrumentación orquestal se ha mantenido para 'Probablemente tengas razón', esa que clama «qué nos ha pasado si no ha pasado nada».
Tras este interludio, ha vuelto el power pop de guitarras en plan Los Nikis con 'En verano' –«solían gustarme cuando estaba contigo hasta las putas gaviotas»– y 'Yo pensaba que me había tocado Dios', colaboración con Barry B que ha sido la cumbre de la noche con su letra de canción del verano hortera e irresistible a partes iguales.
Faltaban tres hits imprescindibles para entender el éxito de estos chavales de Malasaña en una época dominada por ritmos urbanos en la que las guitarras escasean: la sentida 'Hamburguesas' –«mis amigos suman más que mis demonios, Sísifo me come la polla», el petardazo de 'Normal' en el que ha colaborado Rosalía y, como broche de oro, los pelos de punta con 'Las canciones de Juanita', que guiña a Juanita y los Feos y a Él Mató a un Policía Motorizado, «la banda sonora de nuestras vidas». Pues eso, una de las bandas sonoras de nuestra existencia la de Carolina Durante.
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