Garrastatxu, premio a la tenacidad

Consciente de que ser «directa es un problema», no tiene intención alguna de cambiar en el año que cumplirá los 60 años el próximo 8 de diciembre. Efeméride que piensa celebrarlo con su generación de la villa el 30 de septiembre. Pese a que nació en su vivienda familiar de Trapagaran, reside en la villa desde hace 30 años. Localidad que le cambió la vida desde una de sus habituales visitas a la Azoka. Fue en 1989 cuando conoció a Pedro Mari, su marido. Con un hijo pequeño de una relación anterior se afincó en Durango, donde nacería su segunda hija. Reconoce que le costó integrarse, pero lo consiguió en buena parte debido a que goza de un carácter abierto. Y ha llegado a arraigarse de tal forma que hasta ha conseguido gobernar cuatro años y ahora se prepara para asumir el mando del Consistorio tras ser la formación más votada y conseguir unos resultados «históricos». Esta vez también tendrá que volver a buscarse aliados.

Esta licenciada en Ciencias de la Información afirma no tener «miedo a nada». Desde bien joven participó en movimientos estudiantiles y de la localidad de la Margen Izquierda en la que residía para alcanzar los logros que consideraba justos, como evitar que les quitaran el ambulatorio. Una lucha que, por sus inquietudes en querer cambiar las cosas para mejorarlas, mantendría años después en el mundo laboral desde el sindicato LAB. Una actividad que, cargada de enfrentamientos y debates, que le han hecho más fácil su irrupción en la primera línea de la actividad política municipal.

Además de fundar una radio libre en Trapagaran, su gran capacidad creativa y emprendedora fue clave a la hora de montar, con tan solo 22 años, la agencia de publicidad SOT (Somos Originales Trabajando). Agencia que mantuvo siete años y en la que contaba con el Ayuntamiento de Bilbao entre sus clientes. «De familia nos viene ser emprendedores, mi padre era comerciante», matiza con respecto al puesto de carnicería que regentó en el mercado y donde ella colaboraba en su época de estudiante. «Todo lo que soy se lo debo a mi madre Marisa», sostiene orgullosa de que a sus 85 años le haya diseñado y confeccionado la americana que ha lucido con mucho orgullo en la campaña electoral.

Su actitud optimista ante la vida y su lucha constante por aquello que se propone son otras de sus virtudes. Se planteó lograr una plaza en la Administración pública y lo consiguió. Eso sí «me lo curré. Pasé muchas horas en la biblioteca estudiando». Y, tras pasar por distintos ayuntamientos -Iurreta entre ellos- , se instaló en la Diputación hasta que consiguió hacerse con la makila en 2019.

En el cargo de alcaldesa reconoce que se ha sentido cómoda, gracias al gran equipo con el que ha contado. El único pero que pone es haber tenido que desligarse por completo del mundo de la dantza, en el que se inició de pequeña. Fue integrante del prestigioso grupo Elai Alai de Portugalete. Por eso mismo nada más recalar en Durango se vinculó al grupo Kriskitin. Además de monitora, ha sido la artífice de los montajes del grupo, como el Akelarre o los organizados con motivo del bombardeo que asoló Durango en 1937.

A Ima Garrastatxu le apasiona recuperar el folklore vasco, en particular, y la cultura en general. Y pese a aparentar ser una mujer fría y distante, se desvive por su gente, a la que dedica todo el tiempo que le permiten sus numerosos quehaceres. «Es muy legal y leal», destacan sus amistades. Lo lleva a rajatabla y no entiende de favoritismos, por eso en su mandato no le ha temblado el pulso a la hora de recortar subvenciones, incluido a su querido grupo de dantza, pese a las críticas.

Se emociona con facilidad y es de lágrima fácil, tal y como ha demostrado en más de un acto público. Y vive con mucha ilusión cualquier tipo de acontecimiento bien sea de su vida personal como laboral. Es por ello que ya tiene preparadas las zapatillas, con lazos morados, que espera volver a calzarse el próximo día 17 de junio para bailar un agurra. Eso sí antes tiene por delante la ardua tarea de negociar el pacto de gobierno que le permita obtener al menos once concejales.

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