Talgo logra la homologación de su gran apuesta europea
El modelo 230, con 4.600 millones en contratos, recibe el visto bueno y se presentará en Berlín este octubre con la entrega de las cuatro primeras unidades
Talgo ha dado un paso determinante para relanzar las entregas en Europa con la plataforma sobre la que acumula más pedidos, el tren 230. El ... modelo tiene una magnitud de negociación que alcanza los 6.400 millones. De esa cantidad, 1.950 millones corresponden al operador público alemán, Deutsche Bahn, y otros 318 millones al danés Danske Statsbaner para la entrega de 79 y 18 trenes respectivamente. Además, la plataforma del 230 es la que se empleará en el pedido de Flix Train, anunciado por Talgo en mayo, que podría ascender a 2.400 millones para 65 convoyes.
El fabricante informó de que la Agencia Europea de Ferrocarriles (ERA) y la Agencia Federal Ferroviaria de Alemania (Eisenbahn-Bundesamt; EBA), concedieron la homologación técnica necesaria para que la 'renfe alemana', Deutsche Bahn, pueda comenzar a operar con ellos. La obtención de esta certificación es también el paso previo para su uso en Dinamarca.
Este paso abre la puerta para comenzar las entregas, especialmente en Alemania, donde se han acumulado varios retrasos. Según confirmaron portavoces de Deutsche Bahn a EL CORREO, el operador presentará los nuevos trenes el 17 de octubre en Berlín e irá incorporándolos al servicio entre la capital alemana y Colonia a partir de diciembre. En total, este año Talgo entregará cuatro unidades de este 'ICE-L', que es como se denominará en Alemania. El operador público germano reconoció que las entregas han sufrido retrasos «debido a dificultades de entrega del fabricante Talgo y a demoras en el proceso de pruebas y homologación». De hecho, la empresa presidida por Carlos de Palacio mantiene negociaciones con Deutsche Bahn para adaptar el contrato y redimensionarlo con el objetivo de que Talgo pueda cumplir las condiciones. Fuentes del mercado señalan que la solución podría pasar por una reducción importante de las unidades a fabricar.
Piedra angular
En cualquier caso, la homologación es un gran paso para un modelo que se presenta como la gran apuesta de Talgo para crecer en el sector ferroviario europeo que, especialmente en el Este, espera un vertiginoso crecimiento con fuertes inversiones de Bruselas para modernizar su infraestructura ferroviaria.
El 230, por lo tanto, se configura como la piedra angular del plan industrial de José Antonio Jainaga. La compañía espera la llegada del presidente de Sidenor tras cerrar su financiación este verano con una inyección de capital de 150 millones. La mitad de esa cantidad será aportada por la Sepi, que destinará 45 millones a adquirir el 8% de Talgo y otros 30 a invertir en la empresa con bonos de deuda convertibles en acciones.
Por su parte, el Gobierno vasco, Kutxabank, las diputaciones y Mondragon han aportado otros 50 millones a través del fondo Ekarpen. Los 25 millones restantes se han aportado en créditos por BBK y el propio Jainaga. La operación ha permitido que el 'pool' bancario de Talgo inyecte 770 millones de crédito a la empresa que atravesaba un bloqueo financiero por una deuda que supera los 400 millones y por la sanción de 116 millones de Renfe por retrasos en las entregas. Resuelta la financiación, queda rematar la entrada del consorcio vasco. Será tras el verano ratificando el principio de acuerdo firmado con Trilantic el pasado febrero. El fondo inversor venderá su 29,7% de las acciones de Talgo por 155 millones ampliables, en función de la evolución del negocio.
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