Mejorar los salarios y proteger la salud

Entrando en materia, nuestra perspectiva ha de ser irremediablemente coincidente con nuestra agenda sindical. Entre lo más trascendental está la recuperación del poder adquisitivo a través de la negociación colectiva. La inflación de los últimos años golpeó con más contundencia si cabe a quienes no tenían su convenio actualizado. Esta situación empezó a revertirse, pero hay que concluir la tarea.

Pero poco sirve mejorar salarios si no gozamos de salud. Reducir la siniestralidad laboral es prioritario, la cifra de personas que mueren en el trabajo solo será aceptable cuando sea de 0. Pero hay que empezar por los 117 accidentes con resultado de baja que ocurren a diario en Euskadi. También debe ser el año para poner en relevancia los problemas laborales relacionados con la salud mental, reconociendo su carácter laboral.

Y debemos abordar la reducción de la jornada laboral, estableciendo el máximo legal de 37,5 horas semanales, pero con las 32 en el horizonte, dado que aquí la referencia de muchos sectores ya son las 35. Esta medida tendrá múltiples beneficios: conciliación, salud laboral, y también productividad.

También creemos que será el año en que podamos lograr un salario mínimo por convenio para Euskadi, fruto de un acuerdo tripartito e interprofesional. Tampoco quisiera olvidar el encarecimiento del despido para terminar con las medidas más lesivas de la reforma de Mariano Rajoy.