«La IA es una herramienta y las empresas tienen que pensar cómo maximizar su uso»
Más del 10% de las compañías vascas usan esta tecnología de manera habitual, por encima de datos de España o Francia
Sergio Llamas
Jueves, 4 de julio 2024, 00:08
La próxima transformación empresarial ya ha arrancado en Euskadi y se llama inteligencia artificial (IA). Sin embargo, su desarrollo e impacto en las grandes compañías no se gesta en cerebros de silicio, sino en los de expertos en la materia como los reunidos ayer en la jornada 'Encuentro Empresarial'. La cita, organizada por EL CORREO en colaboración con EY, llevó por lema 'La Revolución de la IA en el Mundo Empresarial'.
En la actualidad, más del 10% de las empresas vascas con más de diez trabajadores utilizan la IA de manera usual. Así lo anunció la responsable de Estrategia y Coordinación del Basque Artificial Intelligence Center (BAIC), Arrate Jaureguibeitia, una asociación público-privada que ha elaborado el primer diagnóstico del ecosistema vasco en el ámbito de la inteligencia artificial. «No estamos mal situados. Nos encontramos por encima del nivel estatal y de Francia, aunque por debajo de países como Alemania o Reino Unido», comparó. En el BAIC han desarrollado un código ético para abordar su desarrollo, uso e implementación en Euskadi, pero también buscan fórmulas sobre cómo aprovechar realmente la tecnología. «La IA es una herramienta y las empresas tienen que pensar muy bien en cómo maximizar su uso. Deben preguntarse más el 'para qué', que el 'qué'», reflexionó.
José María Lucía, socio responsable del EY Wavespace -un centro de innovación y transformación a través de la IA recogido en la firma de servicios profesionales-, admitió su convencimiento de que la inteligencia artificial «es una tecnología esperanzadora», más allá de la búsqueda que todavía está en desarrollo sobre cómo sacar provecho a las oportunidades que genera, y cómo garantizar un retorno de las inversiones. «La gran revolución no va a venir tanto de la tecnología, sino que estará basada en el conocimiento que genera», planteó, firmemente convencido de que esta transformación debe aterrizar sobre una confianza afianzada en bases como «la regulación responsable» o «la protección del usuario».
Curiosamente el exceso de regulaciones y los recelos despertados en ámbitos como la destrucción de empleos o los posibles malos usos relacionados con los ataques cibernéticos son los temas que más preocupan a algunos profesionales, como Alex Rayón, CEO y cofundador de Brainandcode.tech, firma que ofrece formación tecnológica y relacionada con la IA. «Nunca había visto que se regulara una tecnología antes de que estuviera terminada», lamentó Rayón, que se reconoció «escéptico» ante las dudas que parecen estar despertando. «Este es un camino que acaba de empezar», subrayó en sus intervenciones, donde también apoyó la idea de no llamar a la tecnología inteligencia artificial, sino inteligencia digital, un 'compañero' con el que convivir de forma natural. «Hacen cosas mejor que nosotros y nosotros hacemos otras mejores que ellos», ejemplificó.
Conocer muy bien la IA y la importancia en su regulación es especialmente necesario en ámbitos tan sensibles como la salud. Eso lo pudo explicar bien la CEO y cofundadora de la firma que desarrolla sistemas tecnológicos para la oncología, Naru Intelligence.
Las claves
Uso aplicado
«La gran revolución no va a venir tanto de la tecnología, sino del conocimiento que genera»
Convivencia natural
«Los ordenadores hacen cosas mejor que nosotros, y nosotros hacemos otras mejor que ellos»
Camino que empieza
Aquí «la entrada de la IA va a un poco más lenta que en otros sectores por la normativa que se aplica», apostilló. Su objetivo es crear un sistema que ayude a los médicos a tomar decisiones, para lo que primero es necesario «alimentar» a esta inteligencia con una ingente cantidad de información sobre infinidad de pacientes. «Generar esa base de datos es un reto en sí mismo -por cuestiones tan relevantes como la protección de la información- y hay que establecer caminos para que esos datos se puedan manejar», agregó.
En la ingeniería Sener la implantación de la IA se ha desarrollado de forma más natural. «Vimos que los propios ingenieros ya venían usando el Chat GPT para su uso personal», explicó el director de innovacion y digitalización de la firma, Óscar Juliá. Allí el trabajo ha consistido en organizar su introducción en la vida diaria, para lo que han desarrollado paneles dirigidos a identificar casos de uso, para averiguar qué situaciones puede resolver, elaborar herramientas propias e incluso abordar aspectos de carácter ético. «Esto va evolucionando a una velocidad tremenda», aseguró.
Intervenciones
Ainara Basurko | Promoción Económica
«Crece la conciencia sobre el impacto positivo de la IA en los negocios»
La diputada de Promoción Económica en Bizkaia, Ainara Basurko, subrayó durante la apertura de la cita «la creciente conciencia sobre el impacto positivo que la IA puede tener en los negocios». «Bizkaia tiene fortalezas significativas para transformar la innovación digital», señaló, recordando que el ecosistema vasco está amparado por «la colaboración público-privada», por los «centros tecnológicos de reconocido prestigio» y una «formación valorada en Europa». Basurko también cuantificó el número de empresas vizcaínas que ya han alcanzado un nivel básico de digitalización (el 65%), las que ya están en una situación avanzada (el 24%) y las cerca del 10% que ya tienen implementada la IA. «También hay un 16% que indica que invertirá en esta tecnología próximamente», detalló.
Pablo Sanz | Responsable EY en la Zona Norte
«Van a desaparecer profesiones, pero casi todas van a ser más productivas»
En un mundo marcado por profundas transformaciones, la IA «cambiará de forma transversal nuestras vidas». Así lo pronosticó el responsable de EY en la Zona Norte, Pablo Sanz, que se encargó de dar la bienvenida al encuentro. No dudó en abordar el debate de esta nueva tecnología en todas sus aristas, desde la necesidad de aprovechar «una oportunidad absolutamente única», controlando los riesgos, hasta el extendido miedo a sus efectos en el mercado laboral. «Van a desaparecer profesiones, pero creemos que todas o casi todas serán más productivas», añadió. Lo fundamental, ante el horizonte de sucesos que se avecina, es no desaprovechar las posibilidades que ofrece a la hora de generar un mayor valor, sin menospreciar los posibles riesgos en la ciberseguridad, ni las garantías éticas.
