El Gobierno vasco e Iberdrola impulsan el rescate de Siemens Gamesa
Comprometen la compra de 16 aerogeneradores del tipo sobre el que el fabricante tuvo que cancelar las ventas por problemas de diseño
Siemens Gamesa tiene sus orígenes en una compañía alavesa, Grupo Auxiliar Metalúrgico SA (Gamesa), que nació en 1976 auspiciada por los empresarios Juan Luis Arregui ... y Joseba Grajales. Desde ahí fue creciendo en el sector eólico con la tecnología de la danesa Vestas hasta convertirse hace ya 20 años en un líder mundial en la fabricación de aerogeneradores.
Es uno de los últimos buques industriales que ha botado la economía vasca y desde donde han surgido otras compañías como la Aernnova que impulsó Iñaki López Gandásegui desde una división de Gamesa. La empresa, además de una fuerte relación con el Gobierno vasco por su carácter tractor, contó también en su accionariado con la presencia de Iberdrola.
Dos actores que, como confirman fuentes institucionales a EL CORREO, han decidido ahora redoblar la apuesta por Siemens Gamesa dándole el empujón definitivo cuando está vislumbrando la luz al final del túnel tras los problemas sufridos por los fallos detectados en sus plataformas 4.X y 5.X, que tuvo que retirar del mercado. Lo han hecho, para empezar, garantizando la adquisición de 18 aerogeneradores para los dos parques eólicos que la eléctrica y el Ejecutivo autonómico promueven en Euskadi: el ya conocido de Labraza, con ocho molinos y 40 MW; y el de Azáceta con otros tantos aéreos y la misma potencia que, como ha confirmado este periódico, se proyectan también con esos dispositivos de Siemens Gamesa.
El fabricante recibe como una bocanada de oxígeno estas decisiones que, en el caso de las estructuras de Labraza, supone el primer contrato tras la suspensión de ventas. Gamesa, fusionada con Siemens Energy en 2017, advirtió justo en pleno boom renovable, en 2022, sobre los primeros problemas. En enero de aquel año anunció pérdidas de 309 millones en su primer trimestre fiscal y alertó a los mercados de una corrección a la baja de sus previsiones para aquel ejercicio. La empresa empezaba a sufrir problemas en varios frentes. Por un lado, el aumento del precio de las materias primas impactó de lleno en su cuenta de resultados, ya que muchos de sus contratos de ventas no recogían una indexación de los costes. Además, los atascos en las cadenas de suministro tras la pandemia retrasaron entregas elevando el pago de indemnizaciones. Para colmo de males, las plataformas 4.X y 5.X, el producto estrella para los molinos terrestres, daban los primeros síntomas de que algo no iba bien.
Algo más de un año después, en 2023, las pérdidas de la empresa se dispararon hasta los 4.300 millones. Los problemas de los aerogeneradores provocaron la cancelación de sus ventas y la creación de un equipo de trabajo con unos costes de 1.600 millones. La situación financiera forzó a la matriz alemana a absorber toda la compañía y sacarla de Bolsa.
Mientras tanto, las entregas suspendidas y las indemnizaciones por los equipos defectuosos seguían comprometiendo a Siemens Gamesa, que vendió plantas en España y activó un expediente de regulación de empleo.
Las plataformas 4.X y 5.X pueden soportar aerogeneradores de 5 MW y 6 MW, claves para competir en la eólica terrestre. Un sector en el que la pelea por el mercado de los fabricantes se ha agudizado con la entrada juego de China. Mientras, al calor de la crisis energética derivada de la guerra de Ucrania, subían la compra de molinos, Siemens Gamesa terminaba de ajustar las soluciones a los problemas de desgaste en sus palas y en el interior del generador.
Apuesta industrial
Así, hace diez meses lanzó de nuevo a la venta la plataforma 4.X que cuenta en Euskadi con sus primer contrato y cartera para crecer. Es un producto, explican desde la empresa, que van a colocar en «mercados muy específicos», principalmente España. Además, el gigante de la compañía, la 5.X capaz de soportar los molinos terrestres más grandes del mercado, se lanzará a la venta en la segunda mitad de este 2025.
Fuentes del Gobierno vasco explican la apuesta señalando la importancia de que el desarrollo renovable refuerce a la industria vasca. Y es que las multiplicadoras de estos molinos de Siemens Gamesa se fabrican en la planta guipuzcoana de Asteasu.
Mientras tanto, la compañía ha ido reduciendo sus pérdidas a 623 millones en el primer semestre de este año, sin atender a los extraordinarios, y mantiene el avance hacia el objetivo de volver a las ganancias en 2026. Las ventas se han impulsado con 2.600 millones en Japón y contratos en España y Suecia.
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