Gamesa cierra el año con pérdidas de 1.782 millones y sin recuperar la venta de los molinos terrestres
Firma el sexto año consecutivo de pérdidas por los costes de su reestructuración, aunque elevó ventas un 3,7% gracias a la eólica marina y promete dejar los números rojos en 2026
La dimensión del problema que se generó en Siemens Gamesa en 2021 se evidencia en que todavía la compañía vasca integrada en la matriz Siemens ... Energy no ha salido de los números rojos. La empresa ha hecho públicas sus cifras del ejercicio fiscal 2025 -transcurre de octubre a septiembre- y ha arrojado unas pérdidas de 1.782 millones, mejorando solo un 2,6% los 1.830 millones del año anterior. Cifras, eso sí, que reducen la gravedad de las acumuladas en 2023 y que ascendieron a 4.558 millones.
La compañía, de hecho, señala para el 2026 el abandono definitivo de los números rojos tras un duro proceso que ha pasado por una reconversión total del área dedicada al negocio eólico terrestre. Descontando los efectos extraordinarios de esas acciones, como las ventas de los activos en India, así como dos plantas en España y un ERE en la plantilla de todo el mundo de casi 4.000 personas, Siemens Gamesa destaca que las pérdidas serían de 1.364 millones, mucho menores que los 1.781 registrados en 2024, también antes de extraordinarios.
A las dificultades se han añadido también los problemas generados por la política arancelaria de Donald Trump. El negocio en Estados Unidos se ha resentido, de hecho es la unidad de la matriz Siemens Energy que más ha acusado estas medidas. Además, el presidente estadounidense se ha mostrado muy reacio a la eólica marina parando varios proyectos en la costa Este.
Las ventas totales de Siemens Gamesa crecieron un 3,6% hasta llegar a los 10.375 millones. Siguen apoyándose en la actividad de los molinos marinos, la única que está pudiendo mantener la empresa con ventas de nuevas unidades y que ha elevado la cartera de pedidos en el último ejercicio un 28% con 9.324 millones. Y es que la apuesta por los molinos terrestres -'onshore'- sigue sin poder recuperarse.
El terrestre es el área de negocio que, precisamente, aportaba la antigua Gamesa y que centraba la actividad de las instalaciones vascas, navarras y del resto de España. Las plataformas 4.X y 5.X, diseñadas para generar una potencia de hasta 6 MW fueron la apuesta de la empresa para competir en los molinos terrestres. Pero los fallos de diseño que evidenciaron obligaron a la empresa a retirarlas del mercado para buscar cómo resolverlos. Esta situación, junto al crecimiento de los costes de materias primas no indexadas en los contratos, provocó una escalada en pérdidas exponencial que obligó a Siemens Energy a absorber Gamesa, centrar la gestión en Alemania y sacarla de la cotización en Bolsa.
Las plataformas 4.X y 5.X ya están de nuevo a la venta, tras la resolución de los problemas este año, pero todavía no han podido generar contratos. El único activado es, precisamente, el del primer parque eólico que se va a levantar en Euskadi tras 18 años, en la localidad alavesa de Labraza. Ocho aerogeneradores promovidos por Iberdrola y Gobierno vasco.
La compañía señala que llega la luz del final del túnel y confía en recuperar la marcha de lo que ha sido una enseña industrial en Euskadi y símbolo de la transformación energética. De momento, Siemens Gamesa se apoya en una sólida cartera de pedidos que acumula 38.000 millones. La mayoría de la eólica marina -'offshore'-, donde se ha dado un fuerte crecimiento en pedidos.
De hecho, en el tercer trimestre de este ejercicio fiscal las órdenes 'offshore' acumularon 4.895 millones, un récord para la compañía
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