Gamesa se asoma a un momento crítico tras la intención de Siemens de sacarla de Bolsa
Expertos del sector intuyen un duro ajuste de plantilla y la venta de la división terrestre, la única con actividad en España
Las acciones de la empresa vasca Siemens Gamesa viven una época de auténtica locura en Bolsa, después de que hayan surgido nuevas especulaciones sobre la ... posibilidad de que su principal accionista, la firma germana Siemens Energy, lance una OPA de exclusión para sacar a la compañía del mercado bursátil. La sociedad alemana, desgajada a su vez del consorcio Siemens, reconoció ayer que la posibilidad de adquirir el 100% de las acciones de Gamesa y sacarla de Bolsa es algo que está «considerando». Lo hizo minutos después de que la CNMV decidiese parar la negociación de sus títulos, en medio de una ola de rumores que disparó la cotización y generó de forma inmediata un alza del valor por encima del 11% -la sesión bursátil terminó con una subida del 12,6%-. No obstante, Siemens Energy también advirtió que «no hay certeza de que la decisión se materialice».
Esta opción para el futuro de Siemens Gamesa supondría un alejamiento adicional del País Vasco, en un proceso que lleva ya varios capítulos y todos de corte negativo. El cuartel general, el lugar donde están ocho de los nueve primeros directivos de la compañía, se ha desplazado a Madrid, en un movimiento que la empresa justificó por las «mejores conexiones aéreas». Mientras tanto, los proveedores vascos revelan que esa distancia se nota ya en «la capacidad de interlocución, que se está perdiendo». Y las hipótesis de futuro no son halagüeñas.
Expertos del sector eólico anticipan ya que Siemens Gamesa puede acometer un duro proceso de ajuste de plantilla -hasta ahora negado por sus máximos responsables- a la vuelta del verano. El recorte, subrayan, impactaría de forma muy especial en el área corporativa, que tiene una presencia importante en las oficinas del Parque Tecnológico de Bizkaia. «Si se consuma la OPA de Siemens Energy, el desplazamiento de recursos corporativos a la firma matriz sería imparable», apunta un buen conocedor de la compañía.
No es el único efecto negativo que puede generar la OPA para los intereses industriales del País Vasco. Todos los expertos del sector coinciden en señalar que esa maniobra -que le costaría a Siemens Energy unos 4.000 millones de euros-, «persigue tener más libertad para continuar con el troceo de la compañía». Siemens Gamesa ya se ha desprendido recientemente de su división de promoción de parques eólicos y ese movimiento hipotético, concretan, «iría encaminado a vender la división de generación terrestre». Es la única que tiene presencia en España -la división de generación marina se reparte entre Dinamarca y Alemania-, pero también es la que genera las pérdidas y la que tiene menos margen de negocio, debido a la gran competencia que existe en el mercado. En ese contexto, Siemens Energy centraría su actividad en la generación marina, donde los márgenes son mucho más amplios y donde hay grandes posibilidades de crecimiento en la próxima década.
En la actualidad, Siemens Gamesa está sumida en un proceso de análisis interno en torno a las causas que han generado sus millonarias pérdidas en los últimos años; y su nuevo consejero delegado, Jochen Eickholt, no ha desvelado aún qué medidas se van a adoptar. Las perdidas tienen tres orígenes diferentes. De una parte, las millonarias indemnizaciones que la compañía ha tenido que pagar por retrasarse en la entrega de parques eólicos que había comprometido en el norte de Europa, como consecuencia de las inclemencias meteorológicas. Las actuales dificultades de logística también están ocasionando retrasos en la cadena de producción, al tiempo que la súbita elevación de sus costes han situado en pérdidas los contratos firmados uno o dos años atrás y que estaban concertados con precios fijos para los aerogeneradores. Por si fuera poco, la última turbina de generación terrestre, con capacidad para producir más de 6 megavatios a la hora de electricidad, tiene numerosos problemas técnicos que han impedido hasta ahora el inicio de su fabricación en serie.
Siemens Energy anunció el pasado mes de abril la venta de su otra pata industrial en Euskadi, el antiguo grupo Guascor, que tiene una factoría en Zumaia dedicada a la fabricación de generadores eléctricos a partir de motores de combustión.
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