Indra lanza una división para fabricar armamento y munición
La compañía recibe el visto bueno de los accionistas para cambiar su objeto social y anuncia la apertura de una oficina en Ucrania
Ángel Escribano ha recibido este jueves el respaldo de los accionistas de Indra para impulsar su plan estratégico y convertir a la tecnológica española en ... el «campeón europeo de la defensa». Con la aprobación de un pequeño ajuste en el artículo 2 de los estatutos sociales —donde se amplía el objeto de la compañía a usos «civiles y militares»—, la firma con sede en Alcobendas sienta las bases jurídicas para adentrarse de forma decidida en la fabricación de vehículos militares y sistemas de armamento.
La nueva redacción autoriza expresamente a la compañía a desarrollar «todo tipo de sistemas, equipos, soluciones, plataformas y productos —incluidos vehículos automotores, autónomos o automatizados, buques, aeronaves y dispositivos o vehículos aéreos y espaciales— para usos civiles o militares».
Con el respaldo de una amplia mayoría (casi el 100%) a todos los puntos del orden del día de la Junta General de Accionistas, Escribano cuenta con vía libre para avanzar en su proyecto. «Estamos en un momento muy importante y decisivo para Europa, y de gran oportunidad para Indra», afirmó el presidente durante su intervención ante los accionistas.
Una de las principales novedades estratégicas es la creación de la división Indra Weapons & Ammunition, que consolidará la presencia de la compañía en el ámbito del armamento y los sistemas de defensa. «España necesita un líder industrial consolidado», aseguró Escribano.
Esta nueva unidad se articulará en torno a tres líneas de trabajo: el desarrollo de tecnologías como el guiado de precisión, los sistemas no tripulados y la energía dirigida con láser; la expansión del negocio de defensa contra drones; y la integración de estas soluciones en plataformas operativas de gran complejidad.
Giro estratégico
Este movimiento marca un punto de inflexión en la historia de Indra —participada en un 28% por el Estado a través de la SEPI— y llega en un momento de tensión geopolítica y rearme a nivel global. «España y Europa dependen en gran medida de compañías no europeas en este sector clave», recordó Escribano. Una reflexión que también compartió el consejero delegado, José Vicente de los Mozos, durante su intervención ante los accionistas, apenas un día después de la reunión de la OTAN en La Haya sobre el refuerzo de la inversión en defensa.
«Necesitamos una autonomía estratégica», insistió Escribano. También se dirigió a quienes mantienen una visión más crítica con esta nueva etapa: «Os respeto, pero tenemos que entender la importancia de que España sea un referente, e Indra, su empresa bandera».
Aunque la hoja de ruta de la compañía no cambia en sus grandes líneas —fue definida antes de la llegada de Escribano en enero—, sí se acelera el ritmo y se amplía la ambición. «Buscaremos alianzas con otras compañías», avanzó. De los Mozos añadió que Indra tiene a un equipo monitorizando una veintena de empresas europeas con el objetivo de identificar oportunidades de adquisición. En este contexto, Indra también anunció la apertura de una oficina en Kiev, una apuesta por reforzar su presencia internacional en plena guerra en Ucrania.
La idea es incorporar tecnologías y capacidades que Indra aún no posee, acceder a nuevos mercados estratégicos y reforzar su base industrial, todavía limitada. Además, señaló con rotundidad que «Minsait no se vende». «Queremos aumentar nuestra capacidad productiva, desarrollar tecnologías críticas propias y estandarizar los diseños para producir en serie y ser más competitivos», explicó el CEO.
Las posibles compras -«siempre que generen valor para el accionista», aclaró De los Mozos- se colaron en el turno de palabra. El minoritario Manuel Revuelta, presidente de la consultora informática Axpe Consulting, criticó con dureza la posible adquisición de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), que es una compañía controlada al 50% por el presidente de Indra y al otro 50% por su hermano Javier.
En una crítica intervención, Revuelta denunció que esta posible compra «supondría un riesgo evidente de quebranto patrimonial y un daño reputacional internacional». En su exposición, que ha durado varios minutos, el accionista denunció que EM&E no es una empresa con una trayectoria industrial consolidada ni con una base productiva robusta y no existe un historial industrial relevante antes de 2021. Además criticó que muchos de sus contratos han sido adjudicados sin competencia, «lo que pone en duda la sostenibilidad y transparencia de su modelo de negocio. Uno de sus mayores hitos, la producción de respiradores durante la pandemia a través de la empresa Hersill, está actualmente bajo investigación por parte de la UDEF, lo que añade un riesgo adicional a la operación».
Escribano no ha querido responderle a estos comentarios, mientras que la secretaria del consejo se ha limitado a expresar que sus valoraciones constarán en acta.
Durante la junta celebrada este jueves, también se dio luz verde al nombramiento de Eva Fernández y Josep Oriol Piña como nuevos consejeros independientes, en sustitución de Francisco Javier García —quien deja el cargo por decisión propia— y Luis Abril, antiguo consejero delegado de Minsait.
Además, se han ratificado las reelecciones de los consejeros dominicales Jokin Aperribay, en representación de Sapa Placencia, y de Antonio Cuevas y Miguel Sebastián, estos últimos designados por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI). También se ha aprobado el reparto de un dividendo bruto de 0,25 euros por acción con cargo a los resultados del ejercicio 2024.
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