El Gobierno vasco ratifica su compromiso de invertir en Guardian Llodio si hay socios privados

Mikel Jauregi se abrió a esta opción durante su comparecencia en la Comisión de Industria del Parlamento vasco. Sin embargo, fijó como condición para aportar capital que haya un proyecto industrial «sólido, de futuro y con arraigo» y que genere empleo «de calidad». Si todo eso se cumple, «como Gobierno, estaríamos dispuestos a participar en ese nuevo y ambicioso proyecto industrial, invirtiendo en él para hacerlo posible».

¿Cuánto estaría dispuesto a invertir Lakua? No hay una cifra cerrada, aunque el Ejecutivo indicó que su inversión «superaría el compromiso inicial con el plan de acción inmediata de Aiaraldea que se tomó hace cuatro años». Entonces Industria comprometió 9,5 millones de euros para revitalizar la comarca. Tampoco está cerrado el cómo, aunque todo apunta a que el Gobierno volvería a acompañar esa hipotética operación a través del fondo Finkatuz.

El consejero no quiso detallar con qué posibles inversores están dialogando a pesar de que Álvaro Gotxi, parlamentario del PP, pidió nombres concretos. Jauregi apeló, como en otras ocasiones, a la «discreción», aunque apuntó que mantendrá encuentros con esos posibles inversores esta misma semana para analizar posibles implantaciones sobre los terrenos de la antigua Villosa. En los últimos días, Industria ha especulado con la posibilidad de que las inversiones para Guardian se agrupen en proyectos «modulares» que sean «compatibles» entre sí y que permitan dar una mayor capacidad industrial, más carga de trabajo y, en consencuencia, generen más puestos de trabajo.

Mientras, Guardian acumula casi tres semanas sin pronunciarse. La última vez que lo hizo, la multinacional del vidrio trasladó en un comunicado que estaba «abierta a la posibilidad de vender las instalaciones de Llodio a un inversor sólido». Sin embargo, matizó que eso debería ocurrir «una vez completado el proceso de ERE, sin incluir la transferencia de responsabilidades laborales a un nuevo inversor». Es decir, una vez se completen los despidos. «La compañía continúa valorando positivamente la labor de facilitación del Gobierno vasco para conectar a Guardian con posibles interesados», resaltó el escrito de la compañía.

Durante su comparecencia en el Parlamento vasco, Jauregi tuvo que hacer frente a las críticas por los modestos logros del Plan de Acción Inmediata (PAI) de Aiaraldea. Reconoció en su comparecencia que ha habido iniciativas que «no han fructificado porque han faltado proyectos industriales».

En paralelo a las negociaciones para sacar adelante ese proyecto que tome el relevo a Guardian, la empresa sigue negociando con los sindicatos el despido de sus 171 trabajadores. Esta mañana comité y dirección han vuelto a reunirse, aunque sin concretar ningún avance. De momento, se siguen discutiendo si las causas para cerrar la empresa son o no son justificadas, así que un eventual acuerdo en torno a las condiciones de salida para la plantilla parece lejano. «Está quedando claro que las causas alegadas para el ERE no están acreditadas», señalan fuentes del sindicato ELA.

Si no se llega a un acuerdo, la fecha marcada en rojo es el 14 de abril. Ese lunes es cuando la empresa tiene intención de dar salida a todos los trabajadores de la antigua Villosa, apenas 65 días después de empezar el proceso de enfriamiento en el horno de vidrio flotado.