
El empleo del futuro exige adaptarse
Lan 2021 ·
El tercer foro del ciclo de EL CORREO dibuja cómo serán los trabajos del futuro y las habilidades que deberán desarrollar empresas y empleadosLos empleos del futuro requerirán nuevas competencias relacionadas con el mundo digital, como el análisis de datos. Aun así, siempre serán necesarias las habilidades sociales, que incluso podrían adquirir mayor relevancia en los próximos años. Estos y muchos más asuntos centraron la tercera jornada del ciclo de debates Lan 2021 organizado por EL CORREO, junto al departamento de Empleo del Gobierno vasco, la Diputación Foral de Bizkaia, el Ayuntamiento de Bilbao y BBK.
La charla, titulada 'Nuevas competencias profesionales', se enfocó en dibujar las habilidades y características que deberán reunir los empleados del futuro y en ella participaron el director general de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño; la directora de Lanbide, Gloria Múgica; la directora de la Fundación Iseak, la catedrática Sara de la Rica; el asesor del departamento foral de Empleo, Inclusión Social e Igualdad, Javier Riaño; y el socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia.
La mesa redonda, moderada por el jefe del Área de Economía de este periódico, José Vicente Merino, puso el foco en la automatización de los puestos de trabajo, en la brecha de género de las carreras científico-tecnológicas (STEM por sus siglas en inglés), en el reto de los 'nini' y en la visión del mercado laboral del futuro.
El debate íntegro se puede ver a través de la web lan2021.elcorreo.com. El siguiente foro, sobre 'Empleo como vía de inclusión social y laboral', se celebrará el próximo martes 16 de febrero de 10.00 a 11:00 horas y podrá seguirse en directo en elcorreo.com.
Competencias tradicionales
«Trabajadores y empresas deben ser resilientes»

Muchos de los empleos que existen hoy en día no desaparecerán, pero sufrirán una gran transformación. Según la directora de Lanbide, Gloria Múgica, «nada volverá a ser igual. Aquellos con menor cualificación serán los más perjudicados y habrá que acompañarles y que se preparen para los nuevos puestos que se crearán».
El socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia, destacó que hay que diferenciar entre perfiles y competencias. «Va a seguir haciendo falta limpiadores, pero la forma de limpiar va a cambiar completamente», puso como ejemplo. En ese escenario, habrá que trabajar las competencias blandas, o 'soft skills', que se refieren a habilidades sociales y personales de cada trabajador.
En ese mismo sentido se expresó el director de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño: «Los procesos se han acelerado y lo más importante es la resiliencia y capacidad de adaptación de empresas y trabajadores», aseguró. De ello dependerá en gran medida el futuro del empleo en el País Vasco. «El talento y el valor humano no se pueden deslocalizar», subrayó.
El asesor del departamento foral de Empleo, Javier Riaño, destacó la «brecha de capacidades» que existe en la sociedad vasca y apostó por la formación a lo largo de la vida como solución. Por su parte, la directora de la Fundación Iseak, Sara de la Rica, puso encima de la mesa la gran polarización del empleo. «La pandemia ha puesto en valor los empleos esenciales, pero algunos de ellos no los valora el mercado y son muy precarios. ¿Quién va a querer hacerlos en el futuro?», se preguntó. Por ello, animó a «imponerse al mercado» para que se valoren.
Nueva habilidades
«Los robots serán un compañero de trabajo más»

Es complicado imaginar cómo serán los empleos del futuro, pero hay algunas nociones que pueden ayudar a vislumbrar esa realidad. La digitalización es una de ellas. «Lo digital viene para quedarse en los puestos más y menos cualificados. El mundo cada vez está más interconectado y las competencias relacionadas con esas tecnologías son necesarias», apuntó el socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia.
Hace menos de un año la mayor parte de las pequeñas empresas no contaba con un plan de digitalización y, hoy en día, «los datos son el nuevo petróleo», dijo la directora de Lanbide, Gloria Múgica, quien añadió que de ahí saldrán algunas de las profesiones del futuro.
La profesora Sara de la Rica señaló que los trabajadores deberán aprender a relacionarse con las máquinas en el día a día. «Los robots van a ser un compañero de trabajo más y hay que entender cómo operan para que aporten más a nuestro trabajo. Quienes se queden atrás en esto serán los grandes perdedores», planteó.
La formación a lo largo «y ancho» de la vida será esencial para desarrollar esas habilidades. Según explicó el asesor del departamento foral de Empleo, Javier Riaño, «las capacidades personales y sociales también serán claves para romper las brechas de innovación, digital y de género».
Para el director general de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño, «la digitalización no tiene por qué suponer una mejora» per se. Y por ello es competencia de las administraciones lograr que esta transformación beneficie al conjunto de la sociedad.
Carreras STEM
«Faltan referentes para romper la brecha de género»

Algunos de los puestos con mayor cualificación y mejor retribuidos de Euskadi quedan vacantes por falta de candidatos. Es el caso de los empleos relacionados con las ramas científicas y tecnológicas (conocidas como carreras STEM), que además están muy masculinizadas. La catedrática Sara de la Rica opina que una de las razones puede ser que «las mujeres necesitamos ver que lo que hacemos tiene un fin. Si es muy abstracto, pensamos que ese trabajo no es para nosotras».
La falta de referentes puede ser otro factor que explique este fenómeno. Para el socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia, «debemos crear modelos para que estas carreras resulten atractivas a las mujeres y romper la brecha de género». El director general de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño, puso en valor la importancia de atender las necesidades de estos perfiles en la industria y el mercado laboral vasco. «Esos perfiles son fundamentales para seguir siendo competitivos y crear riqueza», resumió.
Para animar a más mujeres a cursar estas carreras, la directora de Lanbide, Gloria Múgica, propuso una formación más conectada al mundo laboral. «Es necesario cualificar a las mujeres y que tengan experiencia en sus sectores para romper las brechas que aún existen». El asesor del departamento foral de Empleo, Javier Riaño, recordó que, pese a todas estas dificultades, «hay muchas mujeres dentro del mundo científico y hay que darles más visibilidad». Y el currículum anónimo -destacó- serviría para desterrar los sesgos de sexo o de edad en los procesos de selección de las empresas.
Los 'ninis'
«Hay que pasar a los 'sisi'. Si se forman, logran un empleo»

En un mercado laboral marcado por la pandemia del Covid-19, hay jóvenes y no tan jóvenes que se quedan al margen. Los conocidos como 'ninis' son invisibles y las administraciones tienen que salir a buscarlos. «Hay que pasar a los 'sisi'. Es decir, si se forman, logran un empleo», insistió la directora de Lanbide, Gloria Múgica. En ocasiones, los problemas para encontrar trabajo generan «un efecto desánimo», que lleva a cronificar su situación.
Para revertir esta lacra, también hay que transformar la educación. Así lo defiende el socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia, quien señaló que el modelo de aprendizaje actual «es demasiado teórico y poco práctico. Si una persona ni estudia ni trabaja, casi nunca es por su culpa».
También el asesor del departamento foral de Empleo, Javier Riaño, habla de «jóvenes en dificultades». «Es obligación de las instituciones encontrarlos y acompañarlos», dijo. Y en ese mismo sentido se expresó el director general de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño, quien destacó que «hay que encontrar una solución para cada uno de ellos». Es un reto en el que lo fundamental es encontrar y desarrollar «el valor diferencial» de cada persona para, así, reintegrarla en el mercado laboral.
La directora de la Fundación Iseak, Sara de la Rica, puso de relieve que hay muchos tipos de 'nini'. «Hay gente que ni estudia ni trabaja, pero no es por falta de ganas». Hay 'ninis' muy formados y que «tras la pandemia encontrarán trabajo seguro»; y otros con baja cualificación «que deberían encaminarse hacia la formación profesional» para mejorar sus competencias.
Visión de futuro
«Las transiciones pendientes traerán oportunidades»

De aquí a diez años, el mercado laboral vasco poco tendrá que ver con el actual. Y hacia dónde vaya, depende de todos. «Si queremos mantener nuestro nivel de vida debemos ser capaces de crear empleo y empresas líderes», apuntó el director general de Bilbao Ekintza, Javier Garcinuño.
La formación dentro y fuera de las compañías también será esencial en ese futuro soñado. «Tenemos que cambiar muchas cosas y ser emprendedores de nuestra vida profesional», destacó el socio director de Grupo Lanak, Javier Gracia. Para ello, ve necesario profundizar en las habilidades emocionales, la actitud y el trabajo en equipo de los empleados. «Quien tenga las tres, podrá lograr el empleo que quiera».
Para la directora de la Fundación Iseak, Sara de la Rica, el futuro se sustenta sobre tres puntos: la formación y adaptación continuas, la flexibilidad y la diversidad. «Debemos aprender a lo largo de la vida, ser más flexibles en el trabajo y deben entrar más mujeres en los puestos de dirección», resumió.
El asesor del departamento foral de Empleo, Javier Riaño, cree que las transiciones digital, energética y de los cuidados son «tres olas, tres oportunidades, y aprovecharlas está en nuestra mano. Si no somos ágiles, nos pasarán por encima».
Hace no mucho, el teletrabajo era impensable, pero ahora forma parte de nuestras vidas. Lo mismo ocurrirá en el futuro. «El modo de trabajar va a cambiar, habrá que incorporar la formación a lo largo de la vida y plantearnos qué es la calidad del empleo», concluyó la directora de Lanbide, Gloria Múgica.
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