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Cómo posicionarse en un entorno de desaceleración

Cómo posicionarse en un entorno de desaceleración

Consultorio de inversión ·

joan bonet

Director de estrategia de mercados de Banca March

Lunes, 31 de diciembre 2018, 01:27

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Creemos que el crecimiento de la economía mundial se desacelerará hasta niveles del 3,4% el año que viene, pero ello no implicará el final del ciclo expansivo. En junio de 2019 el ciclo actual en Estados Unidos se convertirá en el más largo de la historia; no obstante, hay que tener en cuenta que la recuperación de la economía ha sido mucho más moderada que en ciclos expansivos pasados. Además, tanto en Europa como en Japón el ciclo no es tan maduro y queda recorrido. La experiencia vivida en países como Canadá o Australia demuestra que los ciclos no mueren por el mero hecho de que sean muy largos. Además, no parece previsible que se produzca una recesión en los próximos meses.

En cuanto a los principales riesgos, creemos que el contexto macroeconómico continuará marcado por el deterioro de las condiciones de financiación, el riesgo geopolítico y la retirada de liquidez por parte de los bancos centrales. En Europa, la agenda política y el 'Brexit', en especial, continuará acaparando la atención de los mercados a la espera de que el Parlamento británico ratifique un acuerdo de mínimos con la Unión Europea.

A nivel de activos, y pese al actual entorno de volatilidad, pensamos que la renta variable es el que otorga un mayor potencial. Desde un punto de vista geográfico, creemos que Europa y los países emergentes presentan mayor recorrido debido a su menor valoración. Por otro lado, desde un punto de vista sectorial, parece recomendable moderar el carácter cíclico de las carteras incrementando exposición a sectores defensivos, como salud, energía y telecomunicaciones en Europa.

Respecto al sector tecnológico, nuestra visión apunta a que la situación actual es muy diferente a la vivida hace veinte años y no se aprecia un exceso de valoración, ya que las cotizaciones del sector han subido de acuerdo al crecimiento de los beneficios.

Por último, continuamos cautos con la renta fija y no creemos que vaya a cambiar mucho el panorama sobre este activo en 2019. En general, sólo vemos valor en la deuda emergente y en ciertos tramos de la renta fija americana, pero eso implica estar invertidos en dólar, donde no estamos ahora mismo. El bono alemán, por su parte, comienza 2019 en mínimos históricos de rentabilidad y hay que esperar a que el proceso de normalización monetaria del BCE esté mucho más avanzado para comenzar a tomar posiciones. En este momento, no hay rentabilidad y el riesgo asumido no está compensado. Si echamos la vista atrás, nunca se ha empezado un año con los tipos de interés de la deuda pública alemana a unos niveles tan bajos como los de ahora. Por ello, no esperamos que sea un año positivo para la renta fija.

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