La marcha del CEO de Aernnova anticipa tiempos complicados para la compañía vasca
Chocarro anuncia su dimisión «por motivos personales» en un momento complicado, tras dos años de pérdidas, aunque en su mandato ha duplicado la facturación llegando a los 1.000 millones
Aernnova, uno de los buques insignia de la industria en Euskadi con 5.863 trabajadores en todo el mundo y 1.400 en País Vasco ... afronta un momento de gestión complicado. Y es que el que es consejero delgado de la compañía desde hace siete años, Ricardo Chocarro, anunció este miércoles en el consejo de administración su dimisión por «motivos personales». La noticia ha sido confirmada este viernes por la empresa, tras comunicarla a la plantilla.
El anuncio de Chocarro, designado para el cargo por el fundador del fabricante de aeroestructuras, Iñaki López de Gandásegui, llega después de que los fondos de inversión propietarios de Aernnova, con el liderazgo de Towerbrook, acometieran cambios en la estructura de gestión de la aeronáutica alavesa. En marzo, nombraron como presidente ejecutivo a Grant Skinner, que convive desde entonces con López de Gandásegui, como presidente institucional.
El momento también es previo a la presentación del plan estratégico de la empresa para el periodo 2026-2028. Una guía para un momento complicado en el sector aeronáutico, en el que los grandes fabricantes como Airbus y Boeing no dan facilidades para impactar la subida de precios en sus contratos con los proveedores. La situación ha forzado a Aernnova a cerrar en 2024 un segundo ejercicio consecutivo en pérdidas. Éstas ascendieron a 16,98 millones acumulándose a los 17,5 de 2023, y frente a los 47 millones de ganancias en 2022.
Es una situación en la que los principales accionistas, cuando se trata de fondos de inversión, reclaman acometer medidas que, en ocasiones, tienen que ver más con razones financieras que industriales. Chocarro continuará hasta final de año en la empresa, pero mientras el consejo busca a un nuevo consejero delegado será el presidente ejecutivo, Skinner, quien asuma su papel.
En los siete años al frente de Aernnova, la gestión de este ejecutivo que aterrizó tras dirigir la división 'onshore' de Siemens Gamesa, ha afrontado la crisis de la pandemia de 2020, el atasco posterior de las cadenas logísticas y la hiperinflación desatada por la guerra de Ucrania. Un tiempo en el que la empresa ha podido, eso sí, aumentar sus capacidades industriales convirtiéndose en líder mundial en aeroestructuras y posicionarse en condiciones óptimas a la espera del cambio que se espera en el sector aeronáutico. Un momento que se sitúa todavía en el medio plazo.
Endeudamiento
Bajo la guía de Chocarro Aernnova adquirió también dos plantas de Embraer en Portugal en 2022 por 151 millones y, además, duplicó sus ventas superando los mil millones de facturación. La aeronáutica ha afrontado estas circunstancias sin el apoyo de los fondos con ampliaciones de capital y tirando de su propio músculo financiero, lo que ha elevado su deuda por encima de los 600 millones, que vencen en 2029.
La cartera de pedidos de la compañía sigue creciendo con fuerza gracias a un sector que en 2024 elevó el número de pasajeros un 10% y superó las cifras previas a la pandemia. En ese escenario, uno de los principales clientes de Aernnova, Airbus, prevé para este año un aumento de la entrega de aeronaves del 7% hasta llegar a los 820 aviones.
El movimiento evidencia un problema recurrente en muchas industrias de alto valor añadido en Euskadi. Se trata de las consecuencias de la presencia en el accionariado de capital internacional insitucional que, en ocasiones, prima decisiones financieras y aleja los centros decisión.
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