La cartera de pedidos de los astilleros vascos crece un 20% y acumula 8 buques
Especializada en modelos prototipo, construidos 'ad hoc' para cada cliente, Euskadi fija su nicho de mercado contra «la producción masiva» de China o Turquía
Sergio Llamas
Lunes, 24 de febrero 2025, 00:08
Euskadi peca de nostalgia cuando mira su industria, y más aún cuando el foco alumbra a un sector tan emblemático como el de la construcción ... naval. Sin embargo, los astilleros vascos no escriben en pasado. Su cartera de pedidos acumula en la actualidad ocho buques a entregar entre 2026 y 2027. Ocho unidades que acumulan un valor conjunto cercano a los 420 millones de euros, un 20% más que hace un año.
Y el contexto no es fácil. Lo advierten en el clúster del Foro Marítimo Vasco (FMV), que mantiene unas perspectivas de crecimiento en toda la cadena de valor -desde la ingeniería hasta la producción y el equipamiento-, pese a que las tensiones geopolíticas que encauzan la coyuntura actual aumentan la incertidumbre sobre todos los sectores de actividad. «Y el nuestro no es ajeno», reflexiona su directora, Sarai Blanc. La intervención del mercado por potencias como China o Corea del Sur, las cacareadas políticas arancelarias o las barreras a industrias foráneas que marcan potencias como Asia, EE UU o Canadá son un ejemplo de los peligros que amenaza a los tres astilleros vascos: los vizcaínos Zamakona y Murueta y el guipuzcoano Balenciaga, que sigue a la caza de un inversor para mantener su proyecto.
En todo caso, el músculo del sector sigue latiendo con fuerza. Se ve en su capacidad para atraer proyectos de capital extranjero a la comunidad autónoma. Sólo entre 2017 y 2023 su facturación agregada superó los 1.100 millones de euros fruto de una estrategia que fija sus miras en los clientes extranjeros (principalmente del norte de Europa), que son quienes adquieren ocho de cada diez buques construidos en Euskadi. Estas naves se dirigen principalmente a nichos del mercado que demandan «un alto componente tecnológico y valor añadido, como la pesca, la acuicultura, la eólica marina o los buques de carga de corta distancia», detallan en el FMV.
Tecnología propia
«Nuestros astilleros se especializan en buques prototipo -razona Blanc-, diseñados y construidos 'ad hoc' para satisfacer las necesidades específicas de cada cliente». Un producto hecho a medida que exige condiciones especiales. Estos navíos demandan entre 2 y 3 años para su construcción y exigen desde una gran variedad de perfiles profesionales, a una tecnología propia e incluso, a menudo, una complicada ingeniería financiera. Tres requisitos particulares que casan bien con la economía vasca.
Pero no todas las aguas son tan amables. El clúster de la industria marítima vasca tiene bien identificados a sus principales competidores: China y Turquía. «Sus costes de producción son más bajos y cuentan con una capacidad de producción masiva», alertan. Y no solo eso. Varios grupos europeos apuestan por externalizar su producción a países de fuera de la UE.
Clientes extranjeros
80% de los buques
fabricados en Euskadi se dirigen a la exportación, con Groenlandia, Noruega, Dinamarca o Francia como principales clientes. La mitad de los nuevos pedidos globales demandan propulsiones alternativas, un sector en el que destaca la industria vasca.
Para navegar con eficacia estas mareas FVM ya ha dibujado las cartas de navegación. Entre este 2025 y 2028 prevé una continua inversión en I+D+i que permita posicionar al sector vasco como especialista en diversos nichos de alto valor añadido impulsando nuevas tecnologías en la pesca, la eólica marina o la economía azul. «Entre estas queremos impulsar la digitalización, la sostenibilidad y la economía circular», detallan.
Es una gran apuesta, pero también con recompensas altas. Así lo defiende la sociedad que agrupa a los principales astilleros privados y españoles, PYMAR. Su secretario general, José Francisco Fernández, recuerda que la industria naval vasca contribuye cada año a generar más de 840 millones de euros a la actividad económica y 3.800 empleos.
Ahora los vientos soplan a favor de la acuicultura marina, que representa más del 60% del volumen contratado en el último año en Euskadi (España es la segunda potencia mundial y primera de la Unión Europea en este ámbito, seguido por los pesqueros que los astilleros vascos han construido durante los últimos años: atuneros, buques factoría, congeladores o pesqueros al fresco, «entre los que se encuentran algunos de los más modernos y tecnológicos del mundo», incide Fernández.
Valor diferenciador
Aunque en PYMAR también destacan el valor diferenciador que tiene el elevado componente tecnológico lucido por los barcos construidos en Euskadi, así como «el amplio reconocimiento» ya acumulado, no cierran los ojos a los riesgos. «El naval se enfrenta a las grandes amenazas derivadas del actual contexto comercial internacional», ahondan. «Proliferan las políticas cada vez más agresivas y en muchas ocasiones distorsionan la justa competencia», se duele Fernández.
El papel de PYMAR, precisamente, apunta a mejorar la competitividad de la industria española. Destaca en la obtención de la financiación y las garantías necesarias, como ocurrió en el anuncio realizado este mismo mes de un salmonero de última generación encargado a los astilleros de Murueta por la empresa noruega Frøy. «A través de los diferentes fondos gestionados por PYMAR se han otorgado hasta la fecha más de 4.900 millones de euros en garantías para la construcción de más de 820 buques por un importe superior a los 14.400 millones de euros», se enorgullece su secretario general.
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