Borrar
La presidenta del BCE, Christine Lagarde REUTERS
Newsletter Ajuste de Cuentas

El BCE toca tu bolsillo

Ha sido una semana de intensa información económica en la que los bancos centrales han sido absolutos protagonistas

Viernes, 31 de octubre 2025, 10:12

Comenta

Este texto corresponde a la newsletter 'Ajuste de cuentas' donde hablamos de dinero sin tapujos, abordando pequeños hábitos del presente que nos ayudarán a hacer más fuerte, financieramente hablando, a nuestro 'yo futuro'.

Newsletter

Ha sido una semana de intensa información económica en la que los bancos centrales han sido absolutos protagonistas. Lo sabe hasta mi vecina Mariví, que el jueves por la tarde me saludó con un jocoso ¡Lo que decías, el BCE ha mantenido tipos!

Más allá de la pura anécdota, este inusual saludo ha hecho que me plantee que la política monetaria ha dado el salto -informativamente hablando- al ciudadano de a pie, cada vez más consciente de que las decisiones de los bancos centrales afectan, y mucho, a su día a día financiero. Interpreto que, en este giro de guión -¿quién iba a decir hace unos años que mi vecina Mariví iba a seguir en directo a Christine Lagarde desde Youtube?- mucho ha tenido que ver la dura etapa de precios disparados que obligó a los hogares a ajustarse el cinturón. Y a ponerse las pilas con los temas económicos para intentar comprender por qué una subida o una bajada de tipos puede suponer 3 euros más o menos en una botella de aceite.

El control de la inflación dejó hace meses de ser el objetivo principal de los bancos centrales, que ahora -y sin perder de vista los precios- están más preocupados por asuntos como la evolución del mercado laboral o el impacto de los aranceles y las tensiones geopolíticas en las economías. El jueves, la Reserva Federal (Fed) de EE UU decidió bajar los tipos de interés de nuevo, y un día después el Banco Central Europeo (BCE) volvió a mantenerlos en el 2%. ¿Esto qué quiere decir? Que la brecha entre los dos organismos vuelve a ampliarse y, en principio y según indica la lógica financiera, el dólar se mantendrá débil frente al euro. Esto de por sí ya tiene implicaciones para nuestro bolsillo. La más clara, que viajar al extranjero (fuera de la zona euro) es más barato. Con un euro fuerte, aumenta su poder adquisitivo, pues con la misma cantidad de euros se puede comprar más moneda extranjera. Es decir, el que viaje a EE UU puede gastar más en su destino.

Por otro lado, las exportaciones se encarecen con una moneda fuerte, sobre todo lo que se vende a EE UU o Asia, donde la mayor parte de operaciones se denominan en dólares. Y eso, inevitablemente, trae aparejada cierta pérdida de competitividad.

Pero, bajando al barro de la economía familiar, ¿qué implica el parón en los recortes de los tipos de interés por parte del BCE? Pues que el euríbor -que anticipa los movimientos del organismo- dejará también de bajar, al menos, al ritmo al que lo hacía hasta ahora. ¿Eso quiere decir que se acabará el abaratamiento de las hipotecas variables en la revisión de cuota? No, pues el indicador actual (que se mueve en una media en octubre del entorno del 2,18%) sigue estando por debajo del de hace seis meses (2,14%) o el de hace un año (2,691%).

La lógica financiera establece que, al tener que destinar menor renta al pago de la hipoteca, el consumo de los hogares debería repuntar hacia otras partidas, estimulando la demanda y, por tanto, la propia economía. Esta situación de las familias se traslada también a las empresas que, al poder acceder a crédito más barato, pueden retomar decisiones de inversión que mantenían paradas.

No esperen, en un alarde de optimismo, que al tiempo que frenan el abaratamiento de las hipotecas, los bancos suban la remuneración del ahorro. Ya se ve en los escaparates financieros. Aquellos que hace un año contrataron un depósito al 3% ahora se encuentran con rentabilidades para renovarlos que son completamente nulas, carcomidas por una inflación que aún se mueve en el entorno del 3%. Aquellos que intentan rascar algo más al banco, se encuentran con que deben contratar otro tipo de productos, desde alarmas hasta pulseras de avisos médicos que terminan por dejar el rendimiento del producto prácticamente en negativo. Así que aprenda la lección. Ni con una vuelta a las subidas de los tipos de interés los bancos mejorarán la remuneración del ahorro. Así que tal vez haya llegado la hora de mover su dinero para evitar que la inflación, aunque controlada por el BCE, siga mermando su poder adquisitivo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elcorreo El BCE toca tu bolsillo

El BCE toca tu bolsillo