Los trabajadores que tendrán que pagar hasta 1.000 euros en los próximos meses

Hace dos años se aprobó un nuevo sistema de cotizaciones sociales para los más de 3,6 millones de autónomos que hay en España. Si hasta entonces estos trabajadores podían cotizar por la base que quisieran, desde el 1 de enero de 2023 -fecha de entrada en vigor de la nueva normativa- deberían hacerlo en función de sus ingresos netos previstos durante el año

Así, una parte importante de este colectivo -los que no saben a ciencia cierta cuánto van a ingresar por su actividad económica- se ha visto obligada a hacer una estimación de sus ingresos y gastos a lo largo del ejercicio y, en función de ese cálculo, elegir una base de cotización.

Después sería la Seguridad Social la que, teniendo en cuenta sus datos fiscales, procedería a regularizar las cantidades pagadas por los autónomos en concepto de cuotas sociales. Unos, los que han pagado menos de lo que les correspondía, tendrán que pagar esa diferencia al organismo autónomo.

Otros, los que mejor hayan calculado sus ingresos netos, quedarán igual. Y una parte tendrá derecho a que se le devuelva parte de las cuotas por haber pagado de más, aunque también puede renunciar a la devolución para tener mejores prestaciones sociales (futura pensión, incapacidad temporal, etc.).

En un principio estaba previsto que la regularización de cuotas comenzara una vez acabada la campaña de la Renta correspondiente al ejercicio 2023, cuando la Agencia Tributaria (o las haciendas forales, en el caso de Euskadi y Navarra) remitiera a la Seguridad Social la información fiscal de los autónomos.

Estos datos permitirían a la Seguridad Social saber si estos trabajadores pagaron más o menos de lo que deberían en función de sus ingresos. Y proceder a la regularización en la segunda parte de este 2024.

Sin embargo, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha admitido esta semana que el proceso se alargará hasta abril de 2025. Se espera que las primeras comunicaciones a los autónomos sobre cómo quedan finalmente sus cuentas comenzará el mes que viene.

Existen distintos cálculos sobre cómo se traducirá en cifras ese proceso de regularización. Según un análisis de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), la mayoría de los trabajadores por cuenta propia (en torno a un 70%) no tendrían que pagar nada. O incluso tendrán derecho a una devolución.

El 30% restante sí tendría que pagar más a Hacienda. Pero en la mayoría de los casos la cantidad alcanzaría, como mucho, los 1.000 euros.

El barómetro que periódicamente realiza ATA -una encuesta a autónomos- revela que casi uno de cada tres trabajadores por cuenta propia mantuvo la cuota que pagaba hasta entonces una vez hecha su previsión de ingresos para 2023.

Declarando, software con asesoría fiscal para autónomos, maneja unas previsiones bastante diferentes. Cree que el impacto «no va a ser positivo» para el 74% de los autónomos, que habrían cotizado durante 2023 menos de lo que le correspondía por el nivel de sus ingresos.

De esos trabajadores obligados a pagar, «cerca de un 65% pagará más de 1.000 euros», según la empresa. Y únicamente el 26% recibirá una devolución: el 73% de estos autónomos percibirá entre 100 y 1.000 euros por haber cotizado de más, siempre que no rechacen la devolución.

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